martes, 18 de diciembre de 2018

El tren ligero de Xalapa




Por Yamiri Rodríguez Madrid
Uno de los problemas más complicados y añejos de Xalapa es la circulación vehicular.   La capital veracruzana además de calles sumamente estrechas, es una de las ciudades con mayor número de vehículos en el país.
Presidentes municipales van y vienen, con sendos proyectos de movilidad bajo el brazo y ninguno de estos se ha concretado; por eso, el anuncio que este fin de semana hiciera el gobernador Cuitláhuac García, de un tren ligero que conecte a Rafael Lucio con Coatepec, dejó muchas dudas.
Apenas rindió protesta en el cargo el pasado 1 de diciembre, y aunque nunca fue un compromiso de campaña, el morenista afirma que es el más ambicioso proyecto de movilidad para conectar a cuatro municipios a través de un tren ligero que vaya de Rafael Lucio hasta Coatepec, y que incluya una estación en Banderilla y cuatro en Xalapa.
Aunque no conocemos un estudio preliminar sobre el tren, ya adelantó que será en la segunda semana de enero, cuando se reúna con los colegios de ingenieros, arquitectos, asociaciones empresariales de la construcción y sociedad civil interesadas en esta problemática, con el fin de plantearles el proyecto y así contribuyan con sus opiniones e intereses.
Pero sin ser ave de mal agüero, poco se puede esperar de este tren ligero, primero por la devastación ecológica que implicaría hacerlo. Los municipios están enclavados en los últimos reductos del Bosque Mesófilo por lo que encontrarán una férrea oposición por parte de los ambientalistas para esto. Recordemos que tan sólo el libramiento de Xalapa demoró casi dos décadas en concretarse precisamente por este tema.
En segundo término, está el costo de la obra.  El acueducto de Xalapa, por ejemplo, que se anunció en su momento con bombo y platillo para atender la demanda del líquido en la ciudad, no se pudo concretar porque no hubo los recursos.
Antes de pensar en un tren ligero para la región se deberían de meter en orden a las líneas de autotransporte que tanto contaminan, que manejan como cafres en su mayoría, a los taxistas que hacen sitio donde les place; deberían de hacerlos pasar a todos por la revista vehicular, pedir el cambio de unidades.
A los motociclistas obligarlos a usar el casco y el chaleco, a que traigan sus dos espejos y placas; a los automovilistas a respetar las señales de tránsito y los límites de velocidad, al peatón, a no atender el celular mientras manejan. En síntesis, se trata de ordenar, ordenar y ordenar pues, de lo contrario, seguiremos padeciendo los mismos dolores de cabeza a consecuencia del tráfico. Empecemos por lo más básico si en verdad se quiere dar una solución.
@YamiriRodriguez

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