Por Yamiri
Rodríguez Madrid
Este 11 de julio
se celebra el Día del Árbol, aunque pareciera que no hay razón alguna para
hacerlo. Este año casi 200 incendios se han registrado en Veracruz. Nuestras reservas ecológicas están vulnerables,
la Conafor está a punto de la extinción y ya no se ve, por ningún lado,
campañas de reforestación: por el contrario.
De ahí que
resulte interesante la propuesta hecha por el diputado Wenceslao González
Martínez, quien exhortó a los cinco grupos legislativos del Congreso del Estado
a sembrar cinco ejemplares de especies originarias de la región, en los
jardines del Palacio Legislativo, con el apoyo del Instituto de Ecología
(INECOL). Roble rosado, maple, encino, azahar de monte y caobilla, son algunas
de las especies, todas endémicas de la región de Xalapa, que propone sembrar.
Coincido con la
visión del legislador, pues teniendo un jardín tan amplío, perfectamente
podado, es una pena que no se siembren árboles.
Tal vez se queda corto con solo cinco, pero con algo se empieza. Imaginemos
que lo mismo hiciera cada diputado en su distrito, con árboles propias de la
región, el Poder Judicial en cada una de sus sedes, y que cada dependencia de
gobierno hiciera lo propio con cada oficina: en un día se podría hacer una
campaña interesante.
Vayamos más allá
e intentemos sembrar un árbol en casa o en un área común con los vecinos;
aunque no se trata únicamente de plantar, sino de asegurarnos de que el árbol
crezca y nos pueda brindar oxígeno, ayude a la captación de lluvia, evite la
deforestación del suelo, aminore el calentamiento global y sea morada para
otras especies.
Cada vez que
talamos un árbol contribuimos a agravar nuestros problemas. Hagamos conciencia
y sembremos uno en su día o en cualquier fecha.
@YamiriRodríguez
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