Por Yamiri
Rodríguez Madrid
En Veracruz, con
una población superior a los 8 millones de habitantes en sus 212 municipios, hay
por lo menos una veintena de tiraderos a cielo abierto. Sus rellenos sanitarios, en su mayoría,
operan con deficiencias. Por lo anterior,
la Secretaría de Medio Ambiente (Sedema) ha verificado, hasta ahora, la
operación de 9 rellenos sanitarios.
Lo que se busca
es que hoy que las autoridades municipales están a la mitad de su mandato,
puedan construir o equipar los rellenos sanitarios, así como centros de acopio,
estaciones de transferencia, plantas de selección o de aprovechamiento, con
recursos a fondo perdido de Banobras.
Lo cierto es que
desde hace varios años los presidentes municipales ya no quieren invertir en nada
que la ciudadanía no vea a diario, por lo que la construcción de plantas de
tratamiento de aguas residuales, drenajes y, por supuesto, de rellenos
sanitarios, ha quedado prácticamente en el olvido. Las y los munícipes, de
todos los partidos, prefieren hacer obras de relumbrón, puentes, pasos a
desnivel, obras que la gente pueda reconocer de manera inmediata, aunque no
sean tan prioritarias como las antes mencionadas.
La disposición
final de residuos es el dolor de cabeza de casi todos los ayuntamientos
veracruzanos, por el alto costo económico que les significa y porque la mínima
falla en el sistema, que va desde la puntualidad y eficiencia de las rutas de
recolección, representa severas críticas a su trabajo.
Ojala que esta
administración estatal sí pugne para que los ayuntamientos invertían en este
tipo de obras y que se trabaje con la ciudadanía a fin de que nosotros podamos
generar menos basura, aprendamos a reciclar y a separar, pues en la suma de
voluntades podremos revertir un poco todo el daño que hemos hecho al medio
ambiente.
@YamiriRodriguez
No hay comentarios:
Publicar un comentario