Por Yamiri Rodríguez Madrid
Casi tres
décadas tomó la construcción del Libramiento de Xalapa debido, en gran medida,
a la justa oposición de ambientalistas y también de ejidatarios que se negaban
a que sus propiedades fueran expropiadas: hace ya casi 9 años de eso.
La semana
pasada, 150 campesinos provenientes de municipios de Xalapa, Emiliano Zapata y
Jilotepec, se manifestaron en la delegación de la Secretaría de Comunicaciones
y Transporte (SCT) para exigir que la empresa que construyó esta obra, COPEXA, pague
la indemnización por afectaciones que les ocasionó al momento construir
dicha vía.
Justo hace unos
días, en este mismo espacio, recordábamos el daño que causaron en los
manantiales de Jilotepec los trabajos del libramiento, taponeándolos con
troncos de los árboles que habían tirado y con escombros, convirtiéndolos en
tiraderos de garrafas de aceite de las máquinas. Además, se devastó una parte
significativa del Bosque de Niebla, a pesar de que se trazó en la zona de
“menor impacto”, si es que así le podemos referir.
Durante años
han denunciado el ecocidio, las inundaciones que han provocado estos trabajos
en terrenos que antes nunca habían enfrentado dicho problema, como en
Chiltoyac, en el municipio de Xalapa; en San Juan, municipio de Jilotepec y
Rancho Nuevo del municipio de Emiliano Zapata
Para los
inconformes de esos municipios, la gran mayoría gente de muy escasos recursos,
el problema se les ha convertido en un viacrucis con tantas vueltas y vueltas
que les obligan a dar en Xalapa y que además de una pérdida de tiempo, les
representa un gasto.
Ha pasado casi
una década, gobiernos priistas, panistas y ahora morenista y nadie les ha
podido resolver en problema que tienen en sus parcelas, con sus cultivos de
café, maíz, café.
Y pese a todas
las afectaciones, el daño ecológico, por el libramiento circulan pocas, muy
pocas unidades, dado su alto peaje. ¿Cuánto más tendrán que esperar los
campesinos?
@YamiriRodriguez
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