Por Yamiri
Rodríguez Madrid
Más allá del
escándalo de lavadero en que se ha tornado la separación temporal de Jorge
Winckler Ortiz de la Fiscalía General del Estado (FGE), es de rescatar que por
primera vez Veracruz tiene una mujer fiscal, aunque sea temporal: Verónica
Hernández Giadáns.
Notaria pública
allá en su natal región de los Tuxtlas, su primera incursión en la
administración pública estatal se dio hace apenas unos meses, cuando fue nombrada
Directora del área jurídica de la Secretaría de Gobierno, a cargo de su casi
paisano, Eric Patrocinio Cisneros Burgos.
No tenía
filiación alguna con Morena cuando recibió la invitación; fue llamada por su
profesionalismo y su respeto entre sus colegas notarios y abogados. Durante su
breve encargo hizo un buen papel, que supo combinar con una doble faceta que
tienen la gran mayoría de las servidoras públicas: criar a sus hijas. Así,
durante casi 9 meses dividió su tiempo entre la agenda gubernamental, las
constantes giras y el cuidado de su familia.
Hoy que llega
por primera vez una mujer, aunque de interina, a una de las áreas más
delicadas, la Fiscalía, le toca el momento más convulso de Veracruz, no por la
polémica política, sino por la violencia desbordada que hay en el estado, sin
sanción, casi en general, para los delincuentes.
El desafío es
mayúsculo, pues justo el día de su nombramiento la organización civil Cero
Impunidad daba a conocer que la Fiscalía estatal estaba reprobada –junto con
Tlaxcala-, en eficiencia, en inversión, en confianza, por lo que durante el
tiempo que este –pueden ser días, semanas, meses o incluso años-, tendrá que
trabajar en varios sentidos: hacer eficiente a la FGE, acabar con el rezago de
carpetas que están empolvadas ahí desde el duartismo, modernizar el servicio,
darle un lado humano, que trabaje del lado de las víctimas y, sobre todo,
tendrá que demostrar que tiene puño de hierro.
Aunque ya se
barajan nombres de quién pudiera suplir a la Fiscal interina, el tiempo que
esté ahí será de 27/7. A ver qué tal lo hace.
@YamiriRodriguez
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