Por Yamiri
Rodríguez Madrid
La semana
pasada, la Fiscalía Especializada en Delitos Ambientales y Contra los Animales
(Fedayca), inició una investigación por el envenenamiento de 12 perros y un
gato en la comunidad de Boca Monte, esto en el municipio de Comapa. Desafortunadamente,
no es la primera vez que incidentes como este se presentan en el estado de
Veracruz.
A través de las
redes sociales nos hemos enterado de brutales agresiones contra animales debido
a que muchos de estos psicópatas las graban o bien, porque ciudadanos
indignados denuncian. Sin embargo, en muchos de los casos no hay detenidos por
estos detestables hechos.
Desde noviembre de 2010, Veracruz cuenta con
su Ley de Protección a los Animales, pero como bien puso el dedo sobre la llaga
la diputada Cristina Alarcón, la gran mayoría de los 212 ayuntamientos
veracruzanos aún no cuenta con su reglamento, a pesar de que ha pasado casi una
década.
Así también, la legisladora local
evidenció que no se cuenta con un censo estatal que permita saber cuántos
ayuntamientos han elaborado sus reglamentos en la materia, debidamente
actualizados y validados, por lo que la Secretaría de Medio Ambiente (Sedema),
tiene mucho trabajo por hacer con las autoridades municipales.
Valdría la pena iniciar, por ejemplo,
revisando si en este caso Comapa, cuenta con el reglamento que la ley le obliga,
lo cual se avizora casi imposible.
El nivel de descomposición social al que
hemos llegado, los índices de violencia que hemos alcanzado, no deben permitir
normalizar este tipo de ataques contra los animales. Quien es capaz de
envenenar a un perro, a un gato, lo es también de atacar a golpes a otra
persona o, incluso llegar más allá.
La defensa de los derechos de los animales
no es tema sin importancia, como algunos llegan a creer. El respeto debe ser
para todas y todos, sin importar si somos la especie más dominante.
@YamiriRodriguez
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