Por Yamiri
Rodríguez Madrid
El pasado
domingo, en su primer comunicado del año, la Arquidiócesis de Xalapa lanzó una
fuerte crítica al estado que guarda la entidad veracruzana; y lo hizo con justa
razón. So pretexto de recordar el primer centenario del sismo de 1920, que dejó
centenares de muertos en la región de Xico y Coatepec, la iglesia católica
consideró que Veracruz no ha cambiado mucho desde entonces.
En este análisis
hecho por la iglesia católica a través de su vocero, el padre José Manuel Suazo
Reyes, la deuda social se mantiene, a pesar de la riqueza natural veracruzana. En
solo dos párrafos, fustigan la “terrible” deuda social, pues afirman que se sigue
endeudando económicamente al estado, los grandes problemas que sufre la gente
no encuentran una ruta de salida, la población está siendo golpeada
continuamente por la violencia, los secuestros, las extorsiones, la pobreza, la
falta de servicios de calidad en materia de salud y de educación.
Aunado a lo
anterior subrayan los muy malos servicios que hay prácticamente a lo largo y
ancho de la entidad; la infraestructura carretera es una ruta de dolor
interminable; no se perciben inversiones o grandes proyectos. Sólo se anuncian
transformaciones, pero no se ve en concreto cómo se llegará a ellas. Los vicios
que se criticaban del pasado, aun no se han erradicado. Así tal cual se han
criticado los males veracruzanos.
Lo cierto es que
el sentir de los religiosos, es el sentir de muchos veracruzanos, aunque no
tardarán en decir las críticas obedecen a fines electorales, o que la iglesia
apoya a x o y partido contrario.
Ojalá que este
inicio de año funcione para hacer administraciones, sean municipales, estatal o
federal, más sensibles, más apegadas al sentir ciudadano y, sobre todo, con
grandes oídos para escuchar pues, como dice el dicho, la verdad no peca, pero
incomoda.
@YamiriRodriguez
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