Por Yamiri Rodríguez Madrid
Hace algunas
semanas hablábamos de la crisis en la que han sumergido a Radio Televisión de
Veracruz (RTV) viviendo su etapa más aguda en este momento con Víctor Hugo
Cisneros y, esta semana, se volvió nota nacional la cancelación del icónico
programa de radio La Chicharra.
De contenido
educativo y formativo, dirigido a niños interesados en aprender y disfrutar de
música, datos e historias interesantes, se transmitía hasta hace unos días, los
viernes a las 17 horas y los sábados a las 9 de la mañana a través de Radio Más.
Pero Bruno Segura, uno de los pequeños
que condujo el programa de julio de 2017 a enero de 2020, a través de un video
en Youtube denunció que, sin decir agua, les cerraron el micrófono.
Por eso, el
pasado lunes viajó junto con sus compañeros de Periscopio Espacio -Fidel, Andrea y Yetzi y otros cuatro pequeños
más-, a la Ciudad de México para denunciar en la conferencia mañanera del
Presidente Andrés Manuel López Obrador, que les cancelaron el programa; sin
embargo, los dejaron sentaditos y esperando y en ningún momento les acercaron
el micrófono. Ante el desaire, los medios nacionales le dieron voz a su reclamo
y quedó en evidencia cómo, el que fuera uno de los mejores sistemas estatales
de comunicación, es ya solo un esqueleto que de un rato a otro se desplomará. Que los dejaran hablar un día después ya no fue nota, fue solo para intentar subsanar el daño.
La Chicharra era
un modelo de programa radiofónico, con muchos años de exitosa existencia, hecho
por y para niños pues, el resto de la oferta de este tipo en la radio comercial
no involucra a pequeños. Su pérdida dejaría, sin duda, un hueco en el cuadrante
veracruzano.
Dice el dicho
que en casa de herrero, azadón de palo: después del escándalo nacional que
involucró al Presidente, RTV salió con un comunicado en el que decía que el
programa no se cancela, sino que vendrá una nueva temporada –no dice para
cuándo-, y asegura que los padres de los niños no quisieron asistir a una reunión en solidaridad a la ex productora a quien se le había
supuestamente terminado el contrato. Lo cierto es que esto tenía ya varios días
en la red y no había dicho ni pío, hasta que tronó el cuete.
En la cascada de
regaños que vino desde Presidencia de la República, más de una cabeza habrá de
rodar.
@YamiriRodríguez
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