Yamiri Rodríguez Madrid
Aunque muchos padres de familia pudieran
no estar de acuerdo, el Operativo Mochila regresó a Veracruz. Era más que necesario, pues cada día son más
frecuentes las amenazas por parte de estudiantes, de diversos niveles, contra
sus compañeros, así como un creciente consumo de drogas entre los jóvenes.
Hace unos días, el secretario de Educación
de Veracruz, Zenyazen Escobar García anunció que la medida preventiva
arrancaría este lunes 31 de octubre, cumpliendo el dicho de que cuando veas las
barbas de tu vecino cortar, pongas las tuyas a remojar, pues en el Estado de
México una maestra fue herida por un alumno con un arma blanca.
Hay quienes alegan que es violatorio de
los Derechos Humanos de los menores, pero tampoco se atreven en casa a revisar
lo que cargan en la mochila, así sea basura, recados viejos, cigarros, alcohol o
incluso armas.
Ya han pasado varios incidentes en
Veracruz. Hace unos años, en una
secundaria particular de Xalapa, un alumno llevaba una pistola en forma de
pluma que, al mostrársela a uno de sus compañeros, por accidente le disparó en
uno de los dedos de la mano. Si bien su intención nunca fue herir a su amigo,
pudo terminar en un accidente fatal y los padres ni enterados de que había sustraído
el arma de su casa.
Hay otros que, por costumbre, cargan con
navaja porque así les enseñaron en casa, pero ya al calor de una pelea, se les
ha hecho fácil sacarla de la funda. Por eso más allá del Operativo Mochila que
ya inició, nos toca revisar siempre lo que llevan nuestros hijos en la
mochila. Son indicadores de conducta,
de con quiénes se juntan, cómo se sienten y cómo se comportan. Hay veces que aparentan ser unos en casa y
otros en la escuela, en la calle. No seamos los últimos en enterarnos. Es
nuestra tarea como padres.
@YamiriRodriguez
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