Yamiri Rodríguez Madrid
El concurso de plazas académicas de la
Universidad Veracruzana (UV) es escaso y, por ende, muy esperado. Sin embargo,
hay sospechas de que éste se encuentra tamaleado. Le explico por qué. Hay un grupo de investigadoras de Veracruz a
quienes el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt)
les dio la distinción de investigador nacional.
Cuando se hizo esto, Conahcyt recalcó que
los cambios estructurales y estructurantes en el Sistema Nacional de
Investigadoras e Investigadores (SNII) han logrado desterrar prácticas que,
bajo reglamentaciones a modo, propiciaban la discrecionalidad en el
reconocimiento de las trayectorias de las personas investigadoras y que el SNII
actual integra Comisiones Dictaminadoras para reconocer las trayectorias bajo
criterios de evaluación eminentemente académicos y que incorporan más elementos
para asegurar que las evaluaciones se realicen de manera responsable, dejando
atrás aquellas prácticas que el régimen pasado utilizaba para que un grupo
concentrador y excluyente sólo beneficiara a las élites.
Sin embargo, cuando concursan por las
plazas en las universidades públicas estatales, la situación es muy diferente y
regreso al caso de la UV.
Curiosamente, cuando se presentaron a
examen por plazas, ganaron quienes no tienen ese tipo de reconocimientos,
lo que hace sospechar que el proceso está viciado. Es decir, una académica puede ser SNI2 y no
tener adscripción en la UV, precisamente por ese tipo de prácticas que ha
permeado durante años. Otro dato que llama la atención es que esto es más
constante en las mujeres.
Ojo porque la UV tiene en este momento
abierto un concurso de plazas de tiempo completo como Docente, Investigador,
Técnico Académico (en corresponsabilidad en funciones de docencia, investigación,
ejecución, instrucción y capacitación técnica) o Académico Instructor, a partir
del 6 de febrero de 2024, en sus cinco sedes.
Conforme a información de la propia universidad,
tiene 6,302 profesionales de la enseñanza, divididos en 2,064 profesores de
tiempo completo y 4,238 profesores cuya categoría no está especificada. Sus
datos estadísticos revelan que los profesores de tiempo completo tienen las
siguientes credenciales académicas: 1,359 poseen un doctorado, 573 cuentan con
una maestría, 68 tienen una especialización y 64 tienen una licenciatura.
Resalta la presencia de docentes con nivel
de especialización y licenciatura impartiendo clases en el nivel superior,
aunque no se hace mención de los profesores que no han alcanzado el nivel de
licenciatura en los datos. A raíz de
esto, surge la pregunta acerca de cuántos docentes carecen del grado académico
de licenciatura.
En lo que hace al número de profesores con
la distinción SNII se ha incrementado anualmente, pero los datos no mencionan
cuántos de esos profesores son de tiempo completo, eventuales o por horas. Esa
información es importante porque conocer la proporción de profesores de tiempo
completo, eventuales o por horas ofrece información valiosa sobre la relación
entre la dedicación académica y la excelencia en la investigación. Es decir, si
son eventuales o por horas, el tiempo que dedican a la investigación es
limitado y sin embargo están dando resultados valiosos.
Ahora en cuanto a los exámenes de
oposición para plazas de tiempo completo, se cuenta con una guía la cual se
evalúa con un porcentaje de acuerdo a cada documento. Sin embargo, a decir de
varios que han concursado, los documentos tienen mayor porcentaje mientras más
se trabaje de gratis para la universidad. Por ejemplo, si se diseña algún
programa se da un puntaje, si se dan tutorías a estudiantes gratis, otro
puntaje, si se diseñan experiencias educativas otro puntaje. Es decir, mientras
más se “colabore”, más puntos se otorgan.
El puntaje de la guía en teoría es
“objetivo”. El detalle viene cuando se eligen a las personas que van a evaluar
el examen de oposición. Regularmente, los evaluadores son miembros de la misma
comunidad y eso da lugar a la subjetividad. Si son amigos de la persona
evaluada, el puntaje es alto, si no lo son, el puntaje es bajo; sin importar si
la o el candidato es SNII, tiene publicaciones o si trabaja o no de gratis para
la universidad. Así, el puntaje de la presentación se limita al compadrazgo.
Ojalá y el rector Martín Aguilar emprenda
una profunda revisión a este tema, lo que podría ser, si se lo propone, su
mayor legado a la UV, pues se garantizaría con eso que los académicos con los
que cuenta sean siempre las y los mejores. Ser omiso es permitir el detrimento
de la máxima casa de estudios en la entidad.
Nota al calce
Manda a decir con insistencia el
desaparecido delegado federal de la Secretaría de Infraestructura,
Comunicaciones y Transportes (SCIT), Luis Antonio Posada Flores, que el mal
estado del Libramiento de Coatepec no tema suyo, sino del gobierno de
Cuitláhuac García Jiménez; que su conservación y ampliación es competencia del
estado. Servido está.
@YamiriRodriguez
No hay comentarios:
Publicar un comentario