Yamiri Rodríguez Madrid
Dentro de las hazañas electorales
de Morena en este 2025 está el haber derrumbado dos bastiones panistas: el
Puerto de Veracruz y Tantoyuca, el centro de control y comando, durante los
últimos 25 años, de Joaquín Guzmán Avilés y sus hermanos.
Con el 100 por ciento de las
actas computadas, el PREP arrojó que el diputado local con licencia, Roberto
San Román Solana, ganó el feudo de El Chapo con casi el 53 por ciento de los votos;
el exdirigente panista, en su enésimo intento por mantener la silla municipal,
se fue solo con 39 por ciento de los votos; es decir, la diferencia fue de 6
mil 269 votos.
Este fue un triunfo histórico
pues durante más de dos décadas la presidencia municipal, las diputaciones
locales y federales, se las repartían entre los hermanos. Tan hartos estaban ya en Tantoyuca de esta
práctica cacical que la participación ciudadana fue de 63 por ciento, una de
las más altas en todo el estado.
Ahora el reto para San Román Solana será contrastarse con
trabajo y resultados para evitar el regreso de los hermanos en las próximas
candidaturas en 2027, es decir a la diputación federal y local. Le costó mucho
abrirse paso y ganar, pero si en los próximos dos años no marca una diferencia
para bien, la gente puede aplicar eso de más vale malo por conocido, que bueno
por conocer y regresar con los que han gobernado el municipio desde añejos
tiempos. No olvidar la máxima de que
nunca hay muertos políticos.
Si bien dicen que todos los triunfos son buenos, para
Morena, Veracruz y Tantoyuca tienen especial significado, pues fueron golpes
electorales certeros no contra el PAN, sino para los personajes que los
representan: los Yunes azules y Joaquín Guzmán Avilés.
Así, se terminó finalmente una época para Tantoyuca.
@YamiriRodriguex
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