Yamiri
Rodríguez Madrid
De
todos es sabido que miles de veracruzanos han migrado de manera ilegal hacia
Estados Unidos. De acuerdo con diversos estudios, los principales estados a los
que llegan a trabajar son Texas, donde radican alrededor del 35% de nuestros
paisanos y California, donde hay en promedio un 25 por ciento. Este último
estado es hoy un foco rojo dadas las redadas que el gobierno estadounidense
está efectuando en Los Ángeles, la segunda ciudad más grande de ese país, contra
nuestros connacionales.
Veracruzanos
que radican en esa ciudad narran que hoy están encerrados en sus hogares por
temor a ser sorprendidos en las calles, sobre todo cuando, por las protestas,
el gobierno de Donald Trump ha desplegado más de 700 marines, más 4 mil
policías. Eso complica su situación
pues, si no trabajan, no ganan, no comen: los están acorralando en una ciudad
que, se supone, es santuario de migrantes.
Muchos
veracruzanos indocumentados encontraron trabajo en sectores de alta demanda de
mano de obra no calificada, principalmente construcción y agricultura. Antes de
2008 hubo una bonanza de la construcción de EU, sector en el que llegó a
emplearse aproximadamente a 1.6 millones de migrantes; a nivel nacional los indocumentados
conformaban también 16% de la fuerza laboral agrícola.
En
2020, la pandemia de COVID-19 redujo temporalmente la movilidad, pero a partir
de 2021 ocurrió un repunte notable de la migración irregular. Si bien, no hay
todavía cifras censales definitivas para este quinquenio, los indicadores
operativos muestran un fuerte aumento en los intentos de cruzar y llegadas de
veracruzanos. Por ejemplo, en 2022 Veracruz fue de las entidades mexicanas con
más connacionales detenidos/deportados desde el vecino país del norte.
Chiapas,
Guerrero y Oaxaca aportaron 3 de cada 10 deportaciones mexicanas, seguidos de Puebla
y Veracruz. Ese año, se registraron del orden de 40 a 50 mil eventos de deportaciones
de veracruzanos por autoridades estadounidenses. Este repunte obedece tanto
a factores económicos (post-pandemia) como a inseguridad y la falta de oportunidades.
Aunque
las redadas en Los Ángeles ya van para una semana y somos un estado expulsor,
el delegado federal del Instituto Nacional de Migración (INM) en el estado parece
borrado del mapa. No solo no hay un
posicionamiento sobre lo que está pasando en California, sino que tampoco hay
información para las miles de familias de veracruzanos que, desde este lado,
viven la zozobra de no saber qué pasará con los suyos con el endurecimiento de
las redadas. Ojalá y aparezca.
@YamiriRodriguez
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