Por Yamiri
Rodríguez Madrid
El actual Código
Civil veracruzano tiene la edad de muchas de nuestras abuelas y abuelos: 87
años. Por ende, el trato que le da a
las mujeres es el mismo que en la década de los 30´s del siglo pasado, por lo
que existe una injusta disparidad. Es añejo y misógino.
Sin embargo, fue
hasta la semana que la diputada local Mónica Robles Barajas presentó una
iniciativa para hacerle una intervención mayor: 52 artículos a reformar, entre
estos los relacionados con el nombre de las personas físicas, la familia,
particularmente lo relativo al matrimonio, la adhesión de la figura del
concubinato, el divorcio, la violencia familiar, el reconocimiento de la
paternidad y filiación, así como la pensión alimenticia y la pensión
compensatoria.
Por eso entre las reformas planteadas por
la morenista está que las hijas e hijos dentro y fuera del matrimonio, llevarán
el nombre o nombres propios que les impongan su madre o su padre seguido de sus
apellidos en el orden en que estos decidan, eliminando así el tratamiento
inequitativo de la norma establecido en sus artículos 47 y 48.
En el artículo
92 se introduciría la violencia de género o familiar ejercida durante el tiempo
de noviazgo contra la pareja, como impedimento para contraer matrimonio.
Hoy, increíblemente, la mujer aún tiene
que esperar varios meses después de divorciarse para volver a contraer
matrimonio, algo que el hombre no tiene que hacer.
El aspecto más relevante de este paquete
de reformas es la modificación del concepto de matrimonio previsto en el
artículo 75 para que quede establecido como la unión de dos personas que
deciden compartir la vida para apoyarse mutuamente y formar una familia como
forma de relación social y personal.
No podemos seguir regidos bajo un código
que está a punto de cumplir un siglo pues, en todo este tiempo, se ha dado
afortunadamente un avance vertiginoso de los derechos humanos al que no se
puede permanecer absorto en las leyes locales.
Vendrán, sin dudarlo, las reacciones de
los grupos más conversadores. Por el
contrario, dejar el Código intacto es, como dijo la diputada Robles Barajas,
fomentar que tengamos ciudadanos de primera y de segunda en Veracruz.
@YamiriRodriguez
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