Por Yamiri
Rodríguez Madrid
El Colegio de Veracruz (Colver) nació en
el sexenio de Miguel Alemán Velazco como una institución equiparable al
prestigiado Colegio de la Frontera Norte. Su primer director, Francisco Berlín
Valenzuela, puso todo su empeño porque así fuera.
Además de becas al cien por ciento a sus
alumnos de Maestría y Doctorado, por lo menos cada mes había seminarios o
charlas de primer nivel, con expertos en diversas áreas de las Ciencias Sociales,
tanto a nivel nacional como internacional.
Por el Auditorio Aristóteles del Colver
pasó lo mismo uno de los más grandes juristas de este país, como lo fue Ignacio
Burgoa Orihuela, que ex presidentes como Miguel de la Madrid Hurtado.
Con el paso de los años se fue
consolidando como una institución seria, aunque hoy, eso está en peligro. La
semana pasada, el Ejecutivo Estatal envió al Congreso Local una iniciativa para
modificar las disposiciones relativas a la elección del rector y a los
integrantes de la Junta de
Gobierno.
Entre algunos de los puntos de la citada
iniciativa destaca que la derogación de la fracción I del artículo 2 relativo a
los fines del COLVER, como institución de educación superior y que la
Junta de Gobierno se prevé que el Presidente de ésta sea el Gobernador; el Vicepresidente, quien fungirá como
Presidente en las ausencias de éste, sea el Secretario de Educación del Estado y que el Secretario
Técnico sea el Rector del
COLVER, que tendrá derecho a
voz, pero no a voto.
Pero la preocupación de la comunidad
académica va mucho más allá de esos términos, ante el temor de la imposición de
un rector que no cumpla su papel institucional de ser formadores de expertos en
las Relaciones Internacionales o en el Desarrollo Regional, sino que se le dé
un sesgo ideológico al Colegio; el trato de un área de adoctrinamiento.
Lo anterior porque entre los nombres que
se manejan para ocupar la titularidad de El Colegio de Veracruz está el del
doctor Mario Raúl Mijares Sánchez, quien basta con revisar sus redes sociales
para darse cuenta, al primer vistazo, de su inclinación pro Venezuela.
Habrá quien diga que se trata de una exageración,
pero si la propia autoridad municipal quiere bautizar a la Represa San Bruno de
Xalapa, como Karl Marx, a nadie le extrañaría que la línea académica del
Colegio se cambiara radicalmente.
Aunque suene trillado, las instituciones
tardan mucho tiempo en construirse, en hacer que funcionen. Destruirlas solo
toma un minuto. Ojalá no acaben con El Colegio de Veracruz, sería lamentable.
@YamiriRodriguez
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