Por Yamiri
Rodríguez Madrid
La diputada federal Guadalupe Almaguer Pardo, integrante
de la Comisión de Seguridad Pública, exigió hace unos días al presidente Andrés
Manuel López Obrador, a su gabinete y a la bancada de Morena que apliquen
medidas preventivas del mecanismo para la Protección de Defensores de Derechos
Humanos y Periodistas, ante el alarmante promedio de asesinatos de este sector.
Lo cierto es que desde el sexenio
anterior el mecanismo viene operando en números rojos, lo que pone en riesgo a
quienes dependen de éste.
La propuesta de la perredista, presentada desde el
pasado mes de octubre, busca reformar la Ley Para la Protección de Personas
Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, a fin de ampliar y mejorar el
mecanismo, de modo que la autoridad esté obligada a responder en horas al
primer llamado del periodista o la periodista que se vea en estado de
indefensión o amenaza.
Recordemos que el pasado 25 de marzo, el
subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración, Alejandro Encinas
Rodríguez dio una conferencia de prensa en la que informó que el mecanismo de
protección ha presentado deficiencias en operación de personal y equipo
tecnológico. Dejar pasar más días, semanas y meses, implica poner en riesgo la
vida de reporteros y de defensores de los derechos humanos.
A nivel estatal no se ha escuchado por parte de la
autoridad o del Congreso Local un planteamiento para evitar más muertes. El asesinato de Abiram Hernández Fernández,
defensor de los derechos humanos en Xalapa, es una clara muestra de la urgencia
de abordar el tema sin miedo a costos políticos. 25 asesinatos en lo que va de
esta administración federal de activistas y periodistas, dentro de los casi 13
mil asesinatos que se reportan en todo el país, no es solo una cifra, es un
estado y un país convulsionado. Ojalá y
la indolencia no sea cómplice o estímulo para que las estadísticas se sigan
disparando.
@YamiriRodriguez
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