Yamiri Rodríguez Madrid
Este lunes, la Fiscalía General
del Estado (FGE) presentó un breve reporte sobre la incidencia del feminicidio
en Veracruz, en algunos casos con comparativas desde 2015 a la fecha;
información por demás interesante para saber en qué se ha fallado, qué se ha
hecho bien y, sobre todo, qué pasos se deben seguir para que el número de
asesinatos de mujeres por razones de género puedan reducirse. Vamos por partes.
El primer análisis que hizo la
FGE fue entorno a la posición que ocupa Veracruz a nivel nacional, cifras relativas
por cada 100 mil mujeres, tomando como base el corte más reciente del
Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. Según estos cálculos, en 2015, es decir, en la
administración duartista, estábamos en la octava posición y, en 2023, se logró
descender hasta la posición 16, el mayor logro en todos estos años. El peor año fue 2017 cuando nos ubicamos como
la cuarta entidad con mayor número de crímenes contra mujeres.
Posteriormente hace una
comparativa 2016-2024 (no se explica porqué en esta revisión decidieron dejar
fuera 2015), en la que afirman que de 2018 a la fecha hubo un descenso de
55.45% de los casos de feminicidios al pasar de 101 a 27. Claro, pasan por alto que 2018 fue un año
completo y que de 2024 solo se mide el primer semestre transcurrido, por lo que
el dato es parcial, impreciso. Si este primer semestre se comparara con el
número de feminicidios perpetrados el año pasado, podríamos especular que de
mantenerse la tendencia actual se superarían los 45 de 2023; por eso se
comparan manzanas con manzanas y peras con peras; no cuartos con enteros ni
mitades con octavos.
Luego, en una tercera gráfica, la
FGE recalcó que las víctimas de feminicidio han disminuido de 100 en 2019
(ahora dejó fuera 2015, 2016, 2017 y 2018) a 45 en 2023, pero ya con 29 en
estos primeros seis meses transcurridos. Llamó la atención también el número de
detenidos por este delito. En 2019 se logró la aprehensión de 28 feminicidas;
en 2022 -el año de mayor capturas-, fue de 74, pero en 2023 fueron solo 47 y,
en este año, van 20.
Una situación similar se da en el
número de carpetas judicializadas por feminicidio: de 41 en 2019 a 66 en 2022;
43 en 2023 y 26 en este año; en lo que hace a vinculaciones a proceso por el
delito de feminicidio, de 28 en 2019, se tuvo el pico más alto en 2022, con 75;
luego bajó a 47 el año pasado y, hasta ahora, llevan solo 20. Dirá usted que
tiene que ver con la tendencia a la baja del delito, pero lo cierto es que
muchos casos de asesinatos de mujeres no han sido esclarecidos. Lo que hay que
reconocer es el número de feminicidas condenados: de 7 en 2019, se incrementó
en 457 por ciento el año pasado, al dar sentencia a 39, aunque este año apenas
y van 13.
Y cerró la Fiscalía su reporte
con un comparativo entre lo hecho por su antecesor Jorge Winckler de diciembre
2016 a agosto 2019 (2 años y nueve meses), con lo hecho por Verónica Hernández
Giadans, de septiembre 2019 a junio 2024.
En temas de feminicidio, en temas que involucran vidas, los esfuerzos
nunca serán suficientes. No son cifras para echar las campanas al vuelo, pero también
se demuestra que no se quedan cruzados de brazos.
@YamiriRodriguez
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