Yamiri Rodríguez Madrid
¿Alguna vez ha dimensionado
todo el trabajo que se acumula en un ministerio público? Son cantidades y
cantidades de expedientes que tienen que resolver, muchos urgentes, delicados,
dolorosos y muchos otros que se van archivando hasta convertirse en una
pila. No todos los delitos ameritan
cárcel, pero sí castigos ejemplares y como ejemplares me refiero a lo que
sucede en Estados Unidos y en algunos estados del país con el servicio
comunitario.
Nuestras primeras referencias
van a las estrellas de Hollywood que por conducir a altas velocidades o intoxicados,
son detenidos y pagan su pena con trabajo comunitario. Enfundados en overoles
naranjas, traje obligatorio de los reos, los ponen a recoger basura, limpiar
parques, entre otras actividades, como demostración a otros de lo que puede
pasar si cometen las mismas infracciones. Claro, hay un límite y después de
determinado número de ocasiones sí son encarcelados.
Pero no vayamos más lejos. En
Querétaro ya también aplica el servicio comunitario. El ayuntamiento capitalino de ese estado
reportó que del 8 al 14 de julio, su Dirección de Justicia Cívica sancionó a 36
personas con trabajo comunitario por cometer faltas administrativas como
ingerir bebidas alcohólicas en la vía pública, alterar el orden público y
consumir sustancias tóxicas y que estas sanciones se llevaron a cabo en dos
jornadas supervisadas por la Dirección de Prevención Social de la Secretaría de
Seguridad Pública Municipal y una Asociación Civil, donde los infractores
realizaron labores de recuperación y rehabilitación de espacios públicos. Lo
mismo se podría hacer en el Estado de Veracruz.
Los operativos de
alcoholímetro operan en varias ciudades de nuestro estado, como Xalapa y
Córdoba y además de las multas, se debería sancionar con trabajo comunitario a
estas personas, con lo que se generaría conciencia. Hace unos meses el gobierno estatal lanzó una
campaña en la que alertaba del riesgo mortal que representa usar el teléfono
mientras se maneja. Son campañas que deben ser permanentes y en las que, a la
par de la autoridad, se deben sumar asociaciones y cámaras empresariales pues las
estadísticas de accidentes de tráfico con alcohol son muy altas.
Hay que reconsiderar los castigos
que se imponen, más como un mero acto punitivo, como una manera de, insisto,
hacer conciencia entre todos. Ahí están
los buenos ejemplos.
@YamiriRodriguez
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