Yamiri Rodríguez Madrid
Hoy, con la fiebre de las olimpiadas, es necesario
reflexionar qué tanto se invierte en deporte y, por ende, en la formación de
atletas. El día de la inauguración de
los Juegos Olímpicos en París vimos que, desafortunadamente, la nuestra no era
una de las delegaciones más nutridas, a diferencia de otros países como Estados
Unidos o España. Los expertos en las
justas deportivas nos recuerdan que hace muchos muchos años que México no gana
una medalla de oro y, hasta ahora, solo llevamos una de bronce y una de plata
en el medallero.
A nivel país, hemos tenido
grandes glorias olímpicas, pero lo cierto es que les cuesta mucho a nuestros atletas
competir en igualdad de condiciones, precisamente por la falta de inversiones
en este rubro. Cada que se acerca un torneo importante, salen a relucir la
cascada de necesidades que tienen para poder entrenar o trasladarse; un círculo
vicioso del que no podemos salir. Si no,
que le pregunten al director del Instituto Veracruzano del Deporte (IVD) por qué
el marchista cordobés Ricardo Ortiz se
fue apoyado por Guanajuato a París y no por su propio estado o por qué dejó
abandonada en mayo, en Tailandia a la pugilista cordobesa Ileen Durán.
Muchas autoridades no toman en
cuenta la importancia del fomento al deporte.
Una cancha en mal estado, llena de hierba, sin pintar, sin iluminación,
desalienta la formación de atletas.
Pocas veces vemos que un presidente municipal invierta en la
construcción de una alberca pública o un polideportivo. Una beca, un apoyo para
uniformes o transporte, puede hacer la diferencia. Muchos atletas se desgastan preocupados por
conseguir dinero para uniformes o viajar, en lugar de estar entrenando.
Es una pena también ver que el Velódromo
que se construyó en Xalapa para unos Juegos Centroamericanos, terminó en una
sala de conciertos poco frecuentada.
Esta administración estatal morenista dejará como legado la remodelación
del estadio Pirata Fuente en el Puerto y el nuevo nido del Halcón en Xalapa. En
Córdoba, se le dio una manita de gato a Beisborama, pero de ahí para abajo no
hay nada. Y ni qué decir del casi nulo apoyo que hay
para los deportistas con discapacidad; prácticamente invisibilizados.
El deporte tiene el poder de
transformar vidas, especialmente entre los jóvenes; más en estos tiempos tan
convulsos. Invertir en programas deportivos escolares y en la formación de
entrenadores no solo tiene que ver con un tema de salud, de prevención del
delito, sino en la construcción de semilleros deportivos.
Talento hay, sin la menor duda,
lo que nos hace falta como estado y como país, es invertir más, impulsar a los nuevos
talentos para que se conviertan en glorias del deporte veracruzano y nacional. Cuando
ganan, todos, literal, se quieren colgar la medalla, pero cuando apenas van a
salir a competir, la gran mayoría les cierra la puerta, empezando por las
propias autoridades deportivas. Urge
cambiar eso si queremos hacer la diferencia.
@YamiriRodriguez
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