Por Yamiri Rodríguez Madrid
En este 2016,
Xalapa, la capital veracruzana, cumple 225 años de haber sido reconocida como
villa. Cuentan los historiadores, como Vicente Espino Jara, que fue en 1791
cuando obtuvo las cédulas reales que le dieron dicho título y el escudo de
armas que hoy conocemos.
Por tal razón,
esta semana, se efectuó el primer encuentro Memoria
de Xalapa, un intento por rescatar lo que en este casi primer cuarto de
milenio se ha hecho en materia religiosa, arquitectónica, educativa y cultural.
Recordemos que
es en esta ciudad donde nació el estridentimo,
un movimiento interdisciplinario cuyo padre fue Manuel Maples Arce, secundado
por grandes artistas y literatos como Ramón Alva de la Canal, Leopoldo Méndez y
Fermín Revueltas, por mencionar sólo a algunos, por lo que fuimos llamados Estridentópolis.
Hemos sido
cuna independentista, revolucionaria y agraria; tierra de grandes pensadores y
escritores como Sergio Galindo.
Y aún con los
bemoles que hoy enfrentamos con el tráfico vehicular y nuestros problemas
ambientales, seguimos siendo reconocidos como una ciudad cultural. La historia
de México está entrelazada a la de Xalapa y, por eso, no la podemos perder.
Precisamente
este miércoles, el Ayuntamiento de Xalapa cerró la convocatoria a aspirantes a
cronistas de la ciudad, quienes deberán ser oriundo o bien residentes de por lo
menos una década, además de gozar de prestigio histórico y cultural.
La terna será
presentada en la próxima sesión de cabildo, a efectuarse la noche de este
viernes 29, y ahí se habrá de elegir a quien será el o la responsable de llevar
el registro cronológico de los sucesos notables; elaborar una monografía sobre
Xalapa y compilar tradiciones, leyendas y crónicas; levantar un inventario de
monumentos arqueológicos, artísticos e históricos; elaborar el calendario
cívico municipal, y participar en eventos culturales, académicos y conferencias
para promover la historia del municipio.
Si bien el
Ayuntamiento ya le cantó las golondrinas a José Zaydén, un grupo de masones,
encabezados por Luis Alberto García Leyton, intenta presionar al alcalde
Américo Zúñiga Martínez, para que lo ratifique.
Leyton fue
gran maestro de la Gran Logia Unidad Mexicana
pero, dado el protagonismo e intereses partidistas que tenía, no fue reelecto y
lo acusaron incluso de usurpar dicho cargo. Después formó su propio movimiento,
el Movimiento Liberal Mexicano, con
miras a ser una asociación política estatal.
Tal parece que
no quita el dedo del renglón, pues ahora a través de la figura del cronista,
quiere empezar a ganar posiciones dentro del ayuntamiento capitalino: ¿se lo
permitirán?
@YamiriRodríguez
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