Por Yamiri Rodríguez Madrid
De forma
equivocada, hay quienes creen que en el gobierno las áreas de Comunicación
Social son posiciones políticas, pago de facturas. Ahí tuvimos a Juan Octavio Pavón o a Alberto
Silva Ramos, como coordinadores de Comunicación Social en la administración de
Javier Duarte. Ninguno de los dos sabía
redactar un boletín, mucho menos conocía a los reporteros, a la tropa que a
diario nutre los espacios en los medios impresos, electrónicos y digitales. Pero
claro, era un cargo que garantizaba una exposición mediática.
En esta
administración Elías Assad, abogado de profesión, ya demostró que no es lo
mismo llevar la comunicación en el Ayuntamiento de Boca del Río, que tratar con
los más de mil 400 medios que hay en el estado.
En su
descargo, tampoco se la pusieron fácil pues, de entrada, lo dejaron sin
enlaces, los cuales bien servían en cada una de las dependencias.
Así, hoy la
comunicación oficial se ha limitado a transmisiones en vivo en Facebook y Twitter
y, los comunicados, a través de WhatsApp, a unos cuantos reporteros. La gran mayoría de los boletines que filtran
de algunas dependencias o áreas de gobierno son un desastre: nombres de
funcionarios federales equivocados, faltas de ortografía, o bien que deberían limitarse
a un pie de foto por su pobreza informativa. Ni que decir que a diario hacen
gala de su ignorancia al no saber redactar un boletín.
Como ejemplo
está el Instituto Veracruzano de las Mujeres, quienes parece que jamás leyeron
un manual de redacción pues insisten en poner los títulos académicos, además
que no traen “carnita”, pues no responden a las preguntas básicas del
periodismo.
A lo anterior
se suman las quejas de los trabajadores, de muchos años y mucha experiencia, en
el área de Comunicación Social. En Radio,
por ejemplo, no conocen la trayectoria en medios de la nueva jefa, además de
que la producción de contenidos es escasa, al igual que en televisión y en
prensa. Es decir, les pagan sólo por irse a sentar.
Y, según lo narran,
el encargado de hacerles pesado el día, todos los días, es Jesús Rosales, el
encargado del área Jurídica, padre de la titular de la Secretaría de Desarrollo
Social, Indira Rosales San Román porque, ya sabe usted que en esta
administración, cada secretario acomodó a sus familiares en otras dependencias,
como el de Finanzas, Guillermo Moreno Chazarini, a su hermano en Espacios
Educativos, y así prácticamente cada uno de los nuevos funcionarios.
Ahora podemos
entender por qué la comunicación está como está: porque para ellos también
Comunicación Social es solo un pago de facturas; comunicar es lo que menos
importa.
@YamiriRodríguez
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