Por Yamiri Rodríguez Madrid
Como si no les
alcanzara para inscribirse en el ON, Oxygen o cualquiera de los gimnasios que
hay de primer nivel en Xalapa, los diputados locales veracruzanos se aventaron
la puntada de regalarse uno en sus propias instalaciones.
En estos
tiempos de austeridad que vive el país, las señoras y señores están estrenando
nuevas instalaciones, porque un gimnasio es más necesario que, por ejemplo, una
guardería para los hijos de sus trabajadores.
Según se
aprecia en las fotos, pusieron espejos en las paredes, para verse mientras se
ejercitan, además de todos los aparatos necesarios para hacer pierna, bíceps,
tríceps, pompas, espalda y abdomen aunque, claro, ellos lo justifican como un
espacio para el desestrés, como si realmente trabajaran tanto.
Basta darse
una vuelta por el Palacio Legislativo, cualquier día que no hay sesión, para
darse cuenta que solo 3 o 4, de los 50 que son, asisten. El resto dice que anda en su distrito
haciendo trabajo de gestión pero, si usted pregunta allá por ellos, ni los
conocen.
El monto que
costó dicho gimnasio –se desconoce a la fecha-,
bien pudo servir para reparar un
par de escuelas, para donar unas laptops, o bien, darlo como donativo a
los damnificados pero no, nuestros diputados veracruzanos, huecos y
superficiales, decidieron mejor poner un gimnasio.
¿Se imagina
usted una discusión entre Ignacio González Rebolledo, del PRI, Ángel Deschamps,
del PAN y Don José Luis Lobato Campos (qepd) de Convergencia, sobre qué
sillones masajeadores comprar para su gimnasio? Así de trascendente es la
agenda legislativa veracruzana para nuestros representantes populares, que les
da tiempo de discutir estas vanalidades mientras tienen temas torales atorados.
Sergio
Hernández Hernández, presidente de la Junta de Coordinación Política, hace gala
una vez más de su falta de experiencia y oficio político, pues está más
preocupado por bajar los kilos de más que tiene que en haber sacado muy a destiempo
el Sistema Estatal Anticorrupción.
Al paso que
vamos, al rato le van a querer poner sauna, spa y hasta clases de zumba, a su
dichoso gimnasio.
Así, por lo
menos si no son productivos saldrán musculosos y sin panza: de la curul a
señorita/señorito Veracruz. ¡Puras vergüenzas con los diputados veracruzanos!
@YamiriRodríguez
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