Por Yamiri
Rodríguez Madrid
Este martes
salieron los últimos ejemplares impresos de los afamados El Sol de Córdoba y El Sol de
Orizaba. Después de varias décadas de estar en circulación, sus rotativas
pararon.
No solo es
triste, como periodista, enterarse del cierre de dos medios de tradición, sino
del destino que tendrán decenas de familias que dependían de estos.
La situación de
los medios de comunicación en Veracruz es agonizante, sin importar si son periódicos,
televisoras, estaciones de radio o portales de Internet.
Cada año son más
las empresas del ramo que cierran sus puertas por problemas económicos. No todo
radica en el convenio gubernamental, sea federal, estatal o municipal, sino
porque también ya no hay anunciantes. Esto obedece, en primer término, a que
muchos comercios o profesionistas ya no contratan estos espacios por temor a
ser blanco de la delincuencia. Si se anuncia, es porque tiene dinero, por ende,
recurren a sus teléfonos públicos para intentar extorsionarlos. La sección de
anuncios clasificados, por ende, es cada vez más delgada, lo mismo que los
bloques comerciales.
A pesar de que
en la entidad se concentran más de mil 400 medios de comunicación, de todos los
tamaños y frecuencias, es también donde más han cerrado sus puertas. A pesar de
que de esta entidad han surgido grandes figuras del periodismo nacional e
internacional, es también donde peores condiciones existen para ejercer el
periodismo.
Los casos de
agresión contra periodistas se registran a lo largo y ancho de la entidad,
pero, en Córdoba, hay una concentración de estos; aun con esto muchas
compañeras y compañeros desarrollan su trabajo con valentía.
Hoy se trata de
reinventarse, de profesionalizarse. Mucha gente ya no lee periódicos, pero cree
a pie puntillas el “periodismo de Facebook” el cual, en la gran mayoría de los
casos, ni siquiera está hecho por un profesional de la comunicación, sino por empíricos
entusiastas que, como El Borras, se
avientan a la arena sin saber.
Desafortunadamente,
como los soles, hay muchos otros medios que habrán de cerrar sus puertas,
estaciones de radio y portales que están en venta. Es, sin duda, una época oscura
para el periodismo veracruzano que, esperemos, pase lo más pronto posible.
@YamiriRodriguez
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