...una interpretación del texto de John Kleeves.
Karol Jósef Wojtyla, el extinto Papa Juan Pablo II, es sin duda alguna una de las figuras más trascendentes de la historia moderna, no sólo por su carisma e influencia religiosa, sino por el papel que desempeñó en la esfera política.
El Sumo Pontífice logró lo que muchos otros no pudieron: visitó países que nadie imaginó un líder católico visitaría, se reunió con las figuras más polémicas y fue sin duda alguna un contrapeso en muchas decisiones.
Ejemplo de lo anterior es que en este artículo John Kleeves pretende explicar el papel que el Papa jugó en el conflicto bélico de los Balcanes, al otorgar un apoyo incondicional a los ucranianos.
Muchos factores influyeron en este hecho desde la apreciación del autor, mismos que deben ser tomados en cuenta para poder desarrollar el presente resumen. Cabe hacer mención que algunos especialistas en temas religiosos se preguntan si es posible separar su elección en el año de 1978 del contexto político de la Guerra Fría.
Juan Pablo II, para muchos conservador y de derecha, tenía la plena noción de que el catolicismo fue una importante herramienta para enfrentar al socialismo: la confrontación directa con el ateismo.
Durante su pontificado le tocó presenciar la caída de Polonia en 1989 y de los demás países socialistas hasta la propia Unión Soviética en 1991. El teólogo brasileño, Leonardo Boff escribió que Juan Pablo II fue quien “rescató la religión para la publicidad del mundo, con una fuerza que galvaniza a las masas y como poder político, decisivo en el derrocamiento del régimen soviético”.
Para otros, como el periodista Jas Gawronski y el propio John Klevees, el Papa polaco tuvo indicios de estar contra el capitalismo dadas las atrocidades que se habían cometido y el haber contribuido él en algunas de ellas.
“El comunismo ha tenido cierto éxito en este siglo como una reacción contra una clase de capitalismo desenfrenado, salvaje, que todos conocemos muy bien (...). Los partidarios de un capitalismo a ultranza tienden a ignorar también las cosas buenas logradas por el comunismo: sus esfuerzos por superar el desempleo, su preocupación por los pobres. (...) Durante la época del comunismo hubo una preocupación por la comunidad, a diferencia del capitalismo, que es bastante individualista”, le dijo el Papa en entrevista al citado periodista.
En el 2001 el religioso viajó a Ucrania, en donde visitó la Nunciatura Apostólica del Kiev. Ahí dirigiéndose a todos los miembros de los diversos ritos en Ucrania, Juan Pablo II señaló que su "coexistencia en la caridad está llamada a servir de modelo de una unidad que vive en seno a un pluralismo legítimo y está garantizada por el Obispo de Roma, el sucesor de Pedro".
Casi al final de su homilía, el Pontífice se refirió a la reconquistada independencia ucraniana, y dijo que en esta década el país "ha mostrado que, no obstante las tentaciones de la ilegalidad y la corrupción, sus raíces espirituales son fuertes".
Juan Pablo II fue el primer Papa no italiano desde hacía más de 450 años. Nacido en Polonia tuvo un pontificado de 26 años, el cual es el tercero más largo en toda la historia de la Iglesia católica después del de San Pedro y Pio IX.
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