Por Yamiri
Rodríguez Madrid
Hay pasado ya
más de dos semanas desde que esta administración estatal inició y, sin embargo,
aún faltan muchos nombramientos importantes por hacer, entre estos el del Instituto
Veracruzano de las Mujeres, hoy “funcionando” con una interina identificada
como operadora política del Partido Acción Nacional (PAN) en Coatepec.
Y entrecomillo
funcionando porque quién llegue a ocupar dicho cargo no únicamente debe ser
mujer, sino que está obligada a tener todo el conocimiento de lo que sucede en
Veracruz, del incremento significativo que se ha dado de la violencia de género
en las últimas semanas, de los feminicidios y constantes desapariciones, la
sensibilidad y el carácter para
coadyuvar a hacer frente a esta situación.
No es un espacio
de acomodo, sino de solución; hay muchas mujeres que pudieran ocupar dicho
cargo pero claro, ninguna es política, mucho menos pertenecen a las filas de un
partido.
Pero más allá
del nombramiento, quien llegue debe hacer una exhaustiva revisión del
funcionamiento de cada una de las Unidades de Género que supuestamente operan
al interior de las dependencias.
Si bien en la
pasada administración muchas de estas trabajaron de manera ordenada, otras se
cruzaron de brazos, como es el caso de la Unidad de Género de la Secretaría de
Desarrollo Social (Sedesol), ante la indiferencia de su entonces titular,
Alfredo Ferrari.
Hay quienes
incluso señalan que las unidades podrían desaparecer y concentrar sus
actividades en el Instituto, aunque en estos momentos resultaría inviable para
el organismo.
Por eso, urge
que se dé el nombramiento de la próxima directora, que no prorrogue para enero
por no ser considerado una “urgencia política”: la violencia contra las
veracruzanas está imparable, no hay tiempo que esperar.
@YamiriRodríguez
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