Por Yamiri Rodríguez Madrid
El paso de
unidades pesadas por la avenida Lázaro Cárdenas, ha cobrado decenas de víctimas
a lo largo de los años en la capital veracruzana. Aún y cuando es una de sus
principales arterias, no hay vigilancia alguna por parte de Tránsito del
Estado, ni de la Policía Federal Preventiva, al ser ésta un tramo de la
carretera federal México-Veracruz.
Familias
completas han perecido bajo las llantas de tráileres y pipas en su loca
carrera, el caso más reciente, desafortunadamente, el pasado miércoles, a la
altura de la Unidad Habitacional Agua Santa.
Los peritajes
siempre son los mismos: exceso de velocidad, falla en los frenos o conductores
que se quedaron dormidos por cansancio o abuso de pastillas y, el desenlace
fatal.
Nos dijeron que
con la puesta en marcha del Libramiento de Xalapa ya no tendríamos que manejar
entre tanto vehículo de carga y, después, en 2012, que habría horarios de restricción
para que éstos atravesaran la ciudad, de 22 a 6 horas. Ninguna de las medidas funcionó,
nada ha cambiado, los muertos siguen.
El presidente
municipal de Xalapa, Américo Zúñiga Martínez ha puesto ahora sobre la mesa la
posibilidad de que las atribuciones de tránsito y vialidad regresen al municipio,
como antaño funcionaba y, con esto, incrementar los operativos.
Y anunció que
trabaja ya en el proyecto del Eje Vial Oriente, mediante el cual busca reducir
en más del 30 por ciento el flujo vehicular total de Lázaro Cárdenas, mediante
el uso del Libramiento. Claro, habría
que empezar por bajar la tarifa al tramo Emiliano Zapata-Banderilla, pues éste
sobrepasa los 130 pesos.
En segundo
término, aunque hubo quejas generalizadas, hoy tenemos que repensar la
posibilidad de volver a poner en marcha los radares de velocidad pues estos
ayudaron a reducir el número de accidentes en varios puntos de la ciudad.
Y el más importante:
sin importar si son tránsitos municipales, estatales o agentes federales, urgen
los operativos para evitar más luto en Xalapa.
@YamiriRodríguez
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