Por Yamiri
Rodríguez Madrid
Una batalla
apocalíptica está por desatarse en Veracruz con la próxima llegada de Uber al
Puerto. Si bien en cada lugar en donde
entra en operaciones causa molestia, nuestro estado no será un hueso fácil de
roer, pues es una de las entidades con el mayor número de taxis en todo el
país. Aquí en la capital del estado, basta con pararse cualquier tarde en la
esquina de Enríquez y Lucio para darse cuenta de que son más de 7 mil las unidades
que diariamente circulan. Ahora haga el
cálculo sumando a cada municipio de Veracruz.
El año pasado,
cuando se hizo el primer intento para que Uber ingresara al Puerto, los
taxistas amagaron con golpearlos y, en las unidades que trabajan en el aeropuerto,
por ejemplo, exhibían pancartas pidiéndole a los usuarios no usar esta nueva
modalidad. Les funcionó, aunque de
manera momentáneamente.
En otras
ciudades, como Hermosillo, Uber tiene prohibida la entrada al aeropuerto. Si usted quiere tomar uno, debe caminar con
sus maletas para abordarlos. Lo curioso
es que en las orillas del aeropuerto sonorense ve usted a muchas personas
esperando al servicio y a los taxistas, dentro de la terminal, espantando las
moscas.
En el caso de
nuestro estado, la mayoría de los taxistas no solo dan un pésimo servicio, conducen
a exceso de velocidad, se van cerrando, se detienen indebidamente, sino que
además, como lo ha señalado el ejecutivo estatal, últimamente algunos de ellos
han participado en diversos ilícitos, como secuestros y asesinatos.
A eso súmele
los sindicatos que, durante décadas, estuvieron inmiscuidos en la entrega de
las concesiones; de ahí que casi nunca le tocaran a los verdaderos trabajadores
del volante, pero sí a muchos políticos y hasta periodistas que hicieron
flotillas.
No es que Uber
sea la panacea, sin embargo el servicio que ofrece es de mucha mayor
calidad. Sus conductores deben estar
capacitados para ello, uno puede checar quién es la persona que lo va a
trasladar, se queda con el registro de modelo de coche y números de placas, no
tiene la necesidad de pagar en efectivo, es más rápido, más barato y hasta
puede calificar la atención.
Ya veremos
cómo se ponen ahora los sindicatos de taxistas con este segundo intento de la
empresa de movilidad pero no se descartan los catorrazos y, estando ya con un
pie en el proceso electoral de 2018, todo puede suceder, sobre todo cuando
muchos ya adelantaron de qué lado marcharán.
Al final, será
decisión de los usuarios si toman un taxi o un Uber pues, al final, para todos
sales el sol.
@YamiriRodríguez
1 comentario:
Solo una precisión estimada Yamiri, Sonora no es una ciudad, sino una entidad federativa, quizás a lo que te refieras es a Hermosillo, capital de Sonora
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