Yamiri Rodríguez Madrid
Parte de la
sangre que ha manchado a Veracruz ha sido de los periodistas. El número de integrantes del gremio
asesinados y desaparecidos ha puesto al estado en la mira internacional, aunque
parece que no hay diferencias de un sexenio a otro.
Este fin de
semana, tras la audiencia de Xóchitl Tress, un grupo de periodistas porteños
que había cubierto la nota, se fueron al concluir su jornada a convivir al
boulevard. Sí, había cervezas en la charla, como casi siempre se da en las
reuniones del medio pero, cual si fueran sospechosos de un crimen,
delincuentes, un convoy los detuvo y se los llevó al penalito.
No cito sus
nombres por no contribuir al escarnio.
Conozco bien a dos de ellos, reporteros con amplia trayectoria, con
nombre y peso en Veracruz –a los otros no tengo el gusto de haberlos tratado-,
por eso me sumo a las voces que exigen respeto a la prensa y a la libertad de
expresión.
No pedimos ser
tratados en un nivel diferente al resto de los ciudadanos. No queremos quebrantar leyes en supuestas
aras de nuestro trabajo, lo que queremos es respeto y que el estado garantice
las condiciones necesarias para la realización de nuestro trabajo. Ni palmaditas el 7 de junio ni convenios
millonarios o privilegios: respeto, solo respeto.
A esta
administración estatal no le interesa que prevalezca el derecho a
informar. Si no quiere recibir a
organismos internacionales de prensa, mucho menos quiere escuchar a quienes a
diario intentamos hacer periodismo o comunicar en este estado tan complicado.
No se puede
esperar mucho cuando, una de las primeras instrucciones fue desaparecer la
figura de los enlaces de prensa, como si muchos de estos hombres y mujeres
fueran militantes de un partido y no periodistas experimentados dedicados a la
comunicación social.
No se puede
esperar mucho, cuando el quehacer gubernamental se intenta difundir en
Facebook, en Twitter, como si en Huayacocotla, Filomento Mata o El Espinal, se
conectara para ver una transmisión en línea o a cuando los boletines se mandan
a través de Whatsapp a unos cuantos reporteros.
No se puede
esperar mucho cuando todo lo de interés se filtra en un par de medios
nacionales o en uno local.
No se puede
esperar mucho cuando desde hace meses renunciaron dos integrantes de la
Comisión Estatal de Atención y Protección
a Periodistas (CEAPP) y no hay el mínimo interés por suplirlos.
No se puede
esperar mucho cuando se detienen y exhiben a periodistas y no a los
delincuentes.
Con todo esto,
se puede esperar mucho…
@Yamiri Rodríguez
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