Por Yamiri Rodríguez Madrid.
Bien dicen que en política, no hay que dar a nadie por muerto. Ricardo García Guzmán, fue, en tiempos de Miguel Alemán Velazco, uno de los hombres más importantes del gabinete. Hoy, retoma su segundo aire, al regresar por la puerta grande a la administración pública estatal, a la Contraloría General del Estado.
Originario de Pánuco, el funcionario estatal ha tenido una agitada vida política, pues ha sido Contralor (1998-2004), Director del Instituto de Administración Pública (IAP), diputado local y hasta presidente municipal, con un cambio de color partidista de por medio: el Partido Acción Nacional (PAN), aunque después, como la parábola de Lucas, “El hijo pródigo”, regresara al redil tricolor.
Incluso, con los mismos bríos ha incursionado su hijo, Ricardo García Escalante, primero como diputado local y después, como presidente municipal de Pánuco, aún y cuando le persigue un escándalo juvenil, por haber formado supuestamente parte de una banda juvenil denominada Los Porkies, que allá también en el sexenio alemanista, diera muerte a otro jovencito al término de una fiesta.
Más allá de esos y de los vaivenes ideológicos, el contador pudiera ser el que cierre la cortina de la Contraloría en la presente administración pues, recordemos, esta arrancó con Iván López Fernández y le siguió el hoy Secretario de Finanzas y Planeación, Mauricio Audirac Murillo.
La Contraloría, sin duda, ha sido, es y será, una de las dependencias más complicadas en cualquier estructura gubernamental: mal vista al exterior si no está sancionando constantemente a los funcionarios y sin amigos al interior, porque le toca ser el malo de la película.
Empero, en su primer turno al bate, García Guzmán entregó buenos resultados: entre sus logros, hace más de 10 años, está el haber publicado en Internet las primeras 14 mil operaciones de adquisiciones y obra pública, así como la implementación del Servicio Civil de Carrera, único en ese entonces en el país.
Así, sus resultados le han valido la osadía de ser el primero en repetir en el cargo, misión casi titánica en áreas gubernamentales como esta, tal y como sucede con la Secretaría de Finanzas y Planeación (Sefiplan), o en Seguridad Pública: pocos pueden presumir tal hazaña en su curriculum.
Lo cierto es que hace más de diez años, García Guzmán afirmaba trabajar de la mano con la sociedad en la revisión de los procesos internos gubernamentales; que la honestidad y rectitud debían ser características del servidor público.
Y es que a final de cuentas, la dependencia que hoy encabeza Ricardo García Guzmán es la encargada de promover el uso óptimo, honesto y transparente de los recursos y elevar la calidad en la gestión y desempeño de los servidores públicos, así como fomentar la cultura de rendición de cuentas en la Administración Pública Estatal. Ojalá la misma tónica de trabajo regrese. Ya veremos cómo le va.
@YamiriRodríguez
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