Por Yamiri
Rodríguez Madrid
Más allá de por quién votó usted el pasado
domingo 5 de junio, lo sucedido este miércoles en las inmediaciones del Congreso
veracruzano es inadmisible; aunque algo queda claro: cuando creíamos haberlo
visto todo, nuestros gobernantes, nuestros representantes populares, hacen algo
aún peor, por lo que los ciudadanos de este estado no perdemos nuestra
capacidad de asombro.
Ahí está como ejemplo la agresión
perpetrada por los 400 pueblos contra el gobernador electo de Veracruz, Miguel
Ángel Yunes Linares, en la cual resultaron varios heridos con adoquines,
botellas y palos, camionetas de lujo destrozadas y, peor aún, más vergüenza para
nuestro estado.
Y es que el pleito entre Yunes Linares y
César del Ángel, líder de este movimiento que desnuda a sus masas sin importar
si son hombres, mujeres, menores de edad o ancianas, es añejo. Incluso ya Xalapa se ha acostumbrado a
verlos bailar en sus calles con la foto de Yunes Linares como tapa rabo,
reclamando agresiones perpetradas desde que era Secretario de Gobierno, en los
tiempos de Patricio Chirinos Calero.
El hijo de César del Ángel es incluso
diputado local del Partido Revolucionario Institucional (PRI), claro está, por
la vía plurinominal.
En las gráficas de la prensa veracruzana
quedaron consignados las y los agresores sin que hasta este momento la
Procuraduría estatal haya emitido un comunicado diciendo se procedería contra
ellos.
¿Qué ganaron con agredir a Yunes? Todas las
primeras planas de los medios nacionales y estatales condenando el hecho e
inculpando al gobierno estatal.
¿Quién fue el principal beneficiado? Los panistas
quedaron como mártires y el gobierno actual como el sospechoso, con todos los
reflectores encima, ganando incluso el desconocimiento reiterado de su partido,
a través de su lideresa nacional, Carolina Monroy. Nadie cree que los 400
pueblos no fueron mandados o que respondieron a una agresión.
Pero tampoco a nadie se le olvida los
señalamientos que el gobernador electo tiene ante órganos defensores de los
derechos humanos. Es como el cuento de Pedro y el lobo, pero nada justifica la
agresión.
¿Qué viene después de esto? Este jueves
hay sesión en el bunker-Congreso veracruzano. Entre los temas calientes estaba
la designación de Gabriel Deantes, uno de los señalados como principal
sospechoso del despiadado desfalco a las arcas estatales, sin embargo, de
última hora, fue retirado de la orden del día.
Morena ha dicho que sus próximos diputados
locales habrán de poner la reversa tanto a este nombramiento como al del
próximo fiscal anticorrupción y que tampoco descansarán hasta que se castigue a
toda la mafia que saqueó a Veracruz.
¿Quién perdió? Veracruz una vez más al
quedar como un estado donde la ingobernabilidad parece que llegó para quedarse.
@YamiriRodriguez