Yamiri Rodríguez Madrid
A inicios de 2016, en el entonces gobierno
federal priista de Enrique Peña Nieto, se había anunciado que se construirían
otras tres hidroeléctricas en Veracruz, en un periodo de 10 años, de acuerdo
con información publicada en la Prospectiva del Sector Eléctrico 2015-2029.
El argumento dado hace cinco años era que en la
región sureste se concentraba el mayor porcentaje del total de la capacidad
instalada a nivel nacional, con el 34.4%, para ubicarse en 18 mil 742.4 al
cierre de 2014. Su tasa de crecimiento anual era 1.3% y las tecnologías
predominantes eran la hidroeléctrica con 37.8 % (7,083.2 MW) y ciclo combinado
con 20.8%, además de que había sido una región con una alta capacidad instalada
proveniente de tecnología eólica con el 1.1% del total nacional. Pero vino
Morena y la hidroeléctricas pasaron al olvido.
Sin embargo, luego de que el periódico
español El País, publicara el riesgo que representa la nucleoeléctrica de Laguna
Verde, otra vez los ojos están puestos en la generación de energía en Veracruz.
La Comisión Federal de Electricidad (CFE)
sacó un comunicado que sembró más dudas, en el que Luis Bravo Navarro, Coordinador
de Comunicación Corporativa, acusa al diario español de no tener ningún
fundamento técnico para decir que ésta opera con riesgo.
El funcionario federal informó que el
Centro Nacional de Control de Energía (CENACE), reportó que el pasado 22 de octubre
se realizó un paro programado para efectuar mantenimiento preventivo a una
turbobomba de agua de alimentación de la Unidad No.2 por un periodo de 10 días.
El 30 de octubre, con la Unidad No.2 en condición de “parada fría” se presentó
un evento en la red de suministro con una pérdida de alimentación eléctrica
externa. Incluso abundó que cuentan con generadores diésel de emergencia
capaces de operar de manera continua y autónoma por varias semanas (si fuera
necesario). Dichos generadores arrancaron automáticamente en milisegundos, y
suministraron la energía necesaria para mantener la unidad en condiciones
seguras.
Para tranquilizar las aguas deberían hacer
lo mismo que Petróleos Mexicanos (PEMEX) que cada vez que van a realizar paros técnicos
para labores de mantenimiento, avisan a la población precisamente para evitar
la desinformación. Si vivimos junto a la bomba de tiempo, lo que mínimo nos
deben a los veracruzanos es información puntual de lo que sucede.
Hace años que la nucleoeléctrica no hace
recorridos al interior de sus instalaciones para por lo menos transmitir que operan
de manera correcta y transparente. El último que se hizo a la prensa fue en los
tiempos de Fidel Herrera; desde entonces esas filtraciones sobre su deficiente
mala operación han sido una constante.
Mientras Laguna Verde siga operando en la
opacidad, los veracruzanos no dormiremos tranquilos. Percepción, señores, es
realidad para la gente.
@YamiriRodriguez
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