miércoles, 23 de marzo de 2011

La Teoría de las Relaciones Internacionales en los Albores Del Siglo XXI: Diálogo, Disidencia y Aproximaciones

...interpretación del texto de Mónica Salomón



Mónica Salomón González, profesora titular de Relaciones Internacionales en la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), ha escrito en este ejemplar de la Revista Electrónica de Estudios Internacionales un importante análisis sobre la materia, el cual abarca todas las tendencias generadas: neorrealismo, neoliberalismo, racionalismo y constructivismo.
Para ello la catedrática hace referencia a Sir Alfred Zimmern, diplomático e historiador quien postulaba que existían tres enfoques para entender las Relaciones Internacionales: las teorías o paradigmas, el impacto que la evolución de los acontecimientos tiene en estas y la influencia de conceptos de otras ciencias sociales.
Como ejemplo de lo anterior, la autora menciona el influjo que el término de la Guerra Fría y el fenómeno de la globalización han tenido sobre las Relaciones Internacionales y por supuesto en las agendas de muchos países; pero abundando en el tema Salomón Sánchez plantea sus propios tres enfoques: diálogo, disidencia y aproximaciones.

I)
En el primer apartado, el del diálogo, plantea las discrepancias que en los pocos años de vida de las Relaciones Internacionales han surgido entre dos corrientes: la neorrealista y la neoliberalista. Antes de profundizar en el tema es necesario recalcar que los neorrealistas se muestran escépticos a que se logre un desarrollo progresivo y armónico de las RRII, los segundos, los liberales, apuestan que este sí se dará.
Aunado a lo anterior cabe profundizar que si bien el realismo tiene sus orígenes en la antigua Grecia e India, como teoría explicativa de la realidad internacional se suscita al término de la Guerra Fría, por lo que la escritora española define su esencia como el pesimismo antropológico que no da cabida a los valores morales dentro de la acción política y que afirma que los estados, si bien actúan de manera muy similar, todos buscan el poder sobre los demás.
Entre sus máximos exponentes podemos mencionar a Henry Kissinger y a Stanley Hoffman.
En contraparte el liberalismo tiene sus cimientos en los trabajos desarrollados por Adam Smith, Emanuel Kant o Thomas Jefferson. Este pensamiento, que se enraíza en las primeras décadas del siglo anterior, se centra en que las Relaciones Internacionales están sujetas a los cambios que a nivel global se están registrando por lo que estas se enfocarán en la búsqueda del bien común y del cooperativismo. Esta ha sido para muchos la corriente más influyente a la fecha, aunque desde mi punto de vista ambas corrientes tienen sus blancos y sus negros, para otros el liberalismo es inexistente.
El debate entre ambas corrientes se ha dado desde décadas atrás; el primero de ellos en el periodo de entreguerras, el segundo en la década de los 70´s.En el primero de esto, Edward Hallet Carr, en su libro “La crisis de los veinte años” plasmó su férrea crítica hacia los fundamentos liberales del sistema económico y hacia el idealismo, pero además concibe la política como conflicto de intereses y la necesidad de mantener en este terreno una tensión entre el estudio de las realidades del poder y lo que el llama la utopía emancipadora. Es para muchos esta obra una visión mundial de la justicia social internacional en el consenso moral.
En 25 años no hubo muchos cambios en las teorías, más para la década de los 70’s se registró en tercer debate, también conocido como debate realismo-globalismo. En este Roberto O. Keohane es considerado el principal impulsor de la corriente transnacionalista, plasmada en dos de sus obras.
Esta se explica en el hecho de que el proceso de la política mundial ha sido transformado por el desplazamiento de las preocupaciones militares por los intereses económicos, es decir, se está produciendo una transición de la "real politic" hacia la denominada política baja "low politics" movida más por intereses económicos y comerciales.
Pero la pieza clave en este debate es sin duda alguna Keneth Waltz con su obra escrita en 1979 Teoría de las Políticas Internacionales pues ahí manifiesta la inadecuación de los análisis prevalecientes en el estudio de las Relaciones Internacionales así como la necesidad de verificarlos en su aplicación práctica, principalmente en el campo militar y económico. De ahí surge el llamado Neorrealismo.
“Se suele decir que en política la fuerza es, en última instancia, el factor dirimente. En la política internacional la fuerza es el factor dirimente no solo en última instancia, sino virtualmente en cualquier instancia del proceso”, cito a Waltz.
Regresando líneas atrás, el neorrealismo concibe al estado como actor principal, los liberales se oponen a su centralización; los neorrealistas lo conciben como una unidad, la otra teoría como una multiplicidad de agencias; para los neorrealistas la anarquía es el tema central de las Relaciones Internacionales, para los neoliberales no hay desconfianza en los regímenes.
En síntesis, el debate entre el neorrealismo y el neoliberalismo se centra en la naturaleza y consecuencia de la anarquía, la cooperación internacional, las intenciones y capacidades de los estados, así como el valor de las instituciones,

II)
Ahora bien, tomando en cuanta el segundo enfoque que plantea Mónica Salomón, el disidente, es necesario explicar que esta se basa en aquellos autores que inician una nueva corriente, por así llamarlo, basados en las carencias de las anteriores. Para esto es necesario también explicar las corrientes internas como la teoría crítica, los postmodernismos y los feminismos: racionalidad contra reflectividad, como lo define la autora.
Estas se resumen en el cuestionamiento que hacen de las teorías anteriores basados en el cómo se construye el conocimiento y cuáles son las características fundamentales del discurso.
Fue el mismo Roberto O. Keohane quien en l988 habló por primera vez del surgimiento de los disidentes como un elemento de yuxtaposición que para el fue considerado un elemento de fractura en el estudio de las Relaciones Internacionales: de nueva cuenta racionalismo vs. reflectivismo.
En el caso de los reflectivistas o post-positivistas, como también son llamados, estos no confiaban en los métodos científicos para explicar las Relaciones Internacionales sino en la historia, además de que preponderaban la reflexión humana sobre la naturaleza de las instituciones y de la política mundial. Para ellos las Relaciones Internacionales son el conjunto de los fenómenos socialmente construidos.
Ahora bien, la Teoría Crítica fue introducida en nuestra disciplina en 1981 por Richard Ashley y Robert Cox y esta se diferencia del neorrealismo en el hecho que concibe al estado no como actor absoluto, sino que viene acompañado de su sociedad civil.
Pero además no concibe al conflicto como algo permanente en las Relaciones Internacionales, sino como el elemento que permite el cambio.
El Postmodernismo por su parte surge apenas en 1990 como una fuerza contra el modernismo: discurso antimoderno, anti-ilustrado, anti-racional y anti-científico. Sus máximos representantes se niegan a todos los intentos de clasificar al mundo o de encontrar verdades universales pues van en contra de la pluralidad, además de que suelen hacer una reinterpretación de los textos, llamada “deconstrucción”.
“El análisis del discurso nos permite ilustrar los procesos textuales y sociales que están intrínsicamente conectados y describir, en contextos específicos, las implicaciones para la manera en la que pensamos y actuamos en el mundo contemporáneo”, explica Mónica Salomón.
Empero, hay que aclarar que para los postmodernos estas aclaraciones no quiere decir que su corriente es más válida que otra, de ahí que sean tan criticados.
Por último en este apartado la catedrática se refiere al Feminismo y las Relaciones Internacionales, el cual básicamente se resume en la intención de terminar con la desigualdad de género y los problemas que por años aquejaron a la mujer.
Dentro de estas surgieron diversas subcorrientes por así llamarlas, basadas en criterios políticos (feminismo liberal, socialista-marxista y radical) y epistemológicos.
Entre las autoras más representativas de esta corriente disidente están Jo Ann Tickner y Cinthia Enloe.

III)
En lo que hace a las aproximaciones, la catedrática se basa en las teorías del constructivismo y las reflexiones hechas sobre la sociedad internacional por las escuelas inglesa y española.
El constructivismo es básicamente la construcción de los significados de la realidad y como influye esto en la construcción del conocimiento. Su máximo exponente es Alexander Went y su origen se remonta a 1987, es decir, es la más flamante de las teorías.
Para el catedrático de la Universidad de Yale “resulta ventajoso el contar con una teoría sistemática que explique la formación de las identidades e intereses de los actores y el papel de las instituciones en las dinámicas de cooperación 8y también en las de conflicto) en el sistema internacional.
Son los autores constructivitas quienes introducen el término de “comunidad epistémica” a las Relaciones Internacionales el cual significa la red de profesionales con reconocida experiencia y competencia en un campo determinado y un reconocido conocimiento de temas relevantes para la elaboración de política en ese terreno o área temática.
Pueden ser definidas también –como lo hizo Emanuel Adler-, como vehículos de supuestos teóricos, interpretaciones y significados colectivos que pueden ayudar a crear la realidad social de las relaciones internacionales”. Son, en síntesis, las Sociedades Internacionales.
Monica Salomón concluye su escrito diciendo que en todos estos años básicamente el diálogo se ha centrado en las diferencias entre neorrealismo y neoliberalismo, siendo al parecer la primera, la que mayor fuerza ha mostrado, aunque obviamente aun hay mucho camino por andar en la materia de las Relaciones Internacionales.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

ASD

Anónimo dijo...

Hola me gustó mucho tu nota sobre esta autora pero tengo una duda con respecto al constructivismo. Lo denominas "teoría" aunque Mónica Sálomon afirma que "El constructivismo no es una teoría de las relaciones internacionales" pág. 38 =S. ¿Cómo estableces que es una teoría?
Saludos