lunes, 28 de abril de 2014

Por la conservación en Veracruz

Yamiri Rodríguez Madrid.
 
¿Sabía usted que el Estado de Veracruz tiene 20 áreas naturales protegidas distribuidas a lo largo y ancho del territorio? San Juan del Monte, Arroyo Moreno, Médano del Perro, Cerro de las Culebras, La Martinica, Pacho Nuevo, Pancho Poza, Sierra de Otontepec, Tatocapan, Tembladeras, Loro Huasteco, Ciénega del Fuerte, el Francisco Javier Clavijero y el Río Filobobos son algunas de estas.
Bajo custodia federal contamos además en nuestro territorio con el Parque Nacional Cofre de Perote, el Parque Nacional Pico de Orizaba, el Sistema Arrecifal Veracruzano y la Biósfera de los Tuxtlas.
Además, contamos con los Sitios Ramsar como La Mancha y El Llano en Actopan, los manglares y humedales de la Laguna de Sontecomapan, el sistema lagunar de Alvarado o los humedales de la Laguna Popotera en el mismo municipio así como la Laguna de Tamiahua, las Cascadas de Texolo en Xico y los manglares y humedales de Tuxpan.
La Capital del Estado, Xalapa, es el municipio veracruzano con mayor número de áreas naturales protegidas, las cuales, para muchos de quienes habitamos en esta ciudad, pasan desapercibidas: ahí están el Predio Barragán, el Tejar Garnica, el Cerro de Macuiltepetl, el Cerro de la Galaxia y Molino de San Roque.
Sin embargo, como en muchos otros casos, la participación ciudadana es indispensable para su conservación –no arrancándole señoras los hijitos a las plantitas-, sino también para impulsar la creación de áreas naturales protegidas.
Un claro ejemplo de lo anterior es la Barranca del Metlac, 35 mil hectáreas decretadas área natural protegida por el Gobernador Javier Duarte de Ochoa y que respondió a la demanda ciudadana. Incluso, ante el interés de un particular por instalar una hidroeléctrica muy cerca de la Reserva, el mandatario veracruzano ha sentenciado que si va en perjuicio del Metlac, no se habrá de realizar.
Pero están otras que en esta administración estatal podrían ser promovidas como El Cerro del Algodón en Misantla, una demanda de los propios ejidatarios de La Lima por hacerlo ya que ahí se encuentra el único manantial que abastece de agua a la región.
Otro caso es el Parque Kiwikgolo en Papantla, en donde es una asociación civil la que ha venido impulsando su preservación.  Inicialmente este espacio se estableció en tres hectáreas propiedad del DIF Estatal, y hoy cuenta con más de 7.
Y por si usted no lo sabía, el Estado de Veracruz ocupa el primer lugar nacional en cuanto a áreas  privadas de conservación, con poco más de 200 en la actualidad.  El mejor ejemplo de esto se encuentra en el Valle del Uxpanapa, en donde ejidatarios se han puesto de acuerdo para preservar 10 mil hectáreas de selva, que son hogar de especies endémicas de flora y fauna, entre estos el jaguar.
Si usted conoce o cuenta con un extensión de tierra que considera urgente su preservación puede solicitar a la Secretaría de Medio Ambiente (Sedema), la declaración de Espacio Natural Protegido o la Certificación de Área Privada de Conservación, según sea el caso.
De ahí la importancia de que la ciudadanía tome conciencia del cuidado de estos escasos espacios, pulmones de nuestro entorno, ejemplos de preservación para el mundo.
@YamiriRodríguez

jueves, 24 de abril de 2014

Planes municipales veracruzanos ¿sobre las rodillas?

Por Yamiri Rodríguez Madrid.
 
Este miércoles 30 de abril vence el plazo para que los 212 ayuntamientos veracruzanos entreguen ante la LXIII Legislatura Local, sus planes municipales de desarrollo, los documentos  maestros que darán fondo y formar a los 4 años que duren sus gestiones. Sin embargo, son pocos los municipios que se nota, están trabajando por elaborar un documento serio y no únicamente para salir del paso.
La importancia de los citados planes se fundamenta –como lo estipula el Congreso del Estado-, en los artículos 26 al 29, 33, 34 y 35 de la Ley de Planeación del Estado de Veracruz y 35 fracción IV, 191, 192, 193, 195 al 200 de la Ley Orgánica del Municipio Libre, donde se indica que este deberá estar alineado al Plan Estatal de Desarrollo, en el que se precisarán objetivos, estrategias y prioridades del desarrollo municipal, para establecer las previsiones sobre los recursos asignados, así como, los programas que deriven de éste, con el fin de regir las actividades de la administración Pública Municipal en su conjunto.
Y es que ahora que sean presentados, usted mismo podrá darse cuenta de la calidad de cada uno, pues de acuerdo con el Inafed, los documentos deben incluir rubros generales como Educación, Salud., Asistencia social, Vivienda, Servicios públicos y el mejoramiento de las comunidades rurales, basando en referentes legales tales como  Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos la Ley de Planeación, la  Constitución Política del Estado, la Ley Estatal de planeación y la Ley Orgánica Municipal.
Pero además, debieron las nuevas autoridades municipales haber realizado una serie de etapas para su elaboración, entre estas la de formulación, control, discusión y aprobación, evaluación y ejecución. Algunos penosamente sólo realizaron la primera e intentarán sacar avante la segunda.
En un mundo ideal, cada Plan Municipal de Desarrollo deberá también incluir su presentación, introducción, diagnóstico, demandas sociales, objetivos, políticas, estrategias, lineamientos estratégicos sectoriales, programas y metas, programación-presupuestación, instrumentación, seguimientos y evaluación así como anexos estadísticos y cartografía municipal.  Claro está, en un mundo ideal.
Lo cierto es que a menos de una semana de que concluya el plazo, la gran mayoría de los ayuntamientos veracruzanos continúa la elaboración de sus planes, retomando los anteriores que encontraron olvidados en un archivo o bien, fusilándose preceptos de otros municipios del país.
Obligación entonces, de la sociedad en su conjunto, será el revisar el Plan que corresponda a su ayuntamiento, no únicamente para involucrarse en los proyectos que competan a su colonia o congregación, sino también para exigirle a las autoridades municipales a lo estipulado en el documento pues en la gran mayoría de los casos, los planes municipales se tornan letra muerta.
Ya veremos qué tal quedaron estos…
@YamiriRodríguez

lunes, 21 de abril de 2014

Veracruz, con aroma a café

Por Yamiri Rodríguez Madrid.
 
Como muchos otros mexicanos, tal vez usted acostumbre a tomar una taza de café  al despertar, mientras lee, de camino al trabajo o una jarra completa mientras permanece en la oficina.   Detrás de esa aromática taza, hay una añeja crisis entre los productores que no se vislumbra a ser resuelta.
A nivel nacional, la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación (Sagarpa), reconoce que para México, el café representa una actividad estratégica pues emplea a más de 500 mil productores, en cerca de 690 mil hectáreas de 12 entidades federativas y 391 municipios.
Las mismas cifras de la dependencia federal arrojan que el cultivo del aromático involucra exportaciones por 897 millones de dólares al año, además de que nuestro país es el  principal productor de café orgánico del mundo, destinando a esta el 10 por ciento de la superficie; además de que vincula directa e indirectamente a cerca de 3 millones de personas y genera un valor en el mercado de alrededor de 20 mil millones de pesos por año.
Vital importancia toma en este estado del sureste el hecho, cuando somos la segunda entidad productora con una superficie –según datos del Gobierno de Veracruz-,  de 153 mil hectáreas que producen un millón 300 mil quintales y benefician de manera directa a 300 mil familias dedicadas a este cultivo.
Así, Veracruz está considerado de alta producción dado que el 84 por ciento está concentrado en Chiapas, Veracruz, Oaxaca y Puebla, el 15 en Guerrero, San Luis Potosí, Nayarit e Hidalgo y el 1 por ciento en Jalisco, Querétaro, Colima y Tabasco.
Sin embargo, vale la pena revisar los montos de apoyo de fomento productivo al café durante el sexenio anterior para los productores veracruzanos del grano: 109 millones 560 mil pesos en 2007,  104 millones 351 mil pesos en 2008, 112 millones 896 mil pesos al siguiente año: 106 millones 398 mil pesos en 2010, 58 millones 729 pesos en 2011 y  82 millones 499 mil pesos el último año de la gestión albiazul.
Y es que lo anterior viene a colación porque hace apenas unos días, en el marco del aniversario luctuoso del Caudillo del Sur, Emiliano Zapata, cientos de integrantes de organizaciones productoras, se inconformaron por las bases y lineamientos del Programa Pro Café, y el cual tiene como objetivo contribuir a incrementar la producción y productividad de las unidades económicas rurales agrícolas, mediante incentivos de inversión en capital físico, humano y tecnológico a Productores de Café, dando prioridad a las 12 entidades productoras.
Lo cierto es que el Programa, que apoya a los productores en diversos rubros como en infraestructura y producción de planta en viveros tecnificados (6 mil 500 pesos por productor); la adquisición de planta de café arábiga (mil 500 pesos por productor), en incentivos económicos -que se establezcan a través del “Fondo de Estímulos Productivos para Pequeños Productores”-, (mil 300 pesos por productor) y  hasta 900 pesos por acompañamiento técnico para el impulso productivo al café, pide demasiado papeleo, demasiada burocracia al productor, lo que deja fuera a cientos de cafeticultores cuyas pequeñas producciones no alcanzan ni una hectárea.
¿Y entonces?
@YamiriRodriguez

lunes, 14 de abril de 2014

¿Y el Ingenio la Concha?

Por Yamiri Rodríguez Madrid.
 
Fue en año 2005 cuando el gobierno federal expropió dos ingenios veracruzanos.  Debido al estado precario que guardaban las finanzas del ingenio la Concepción, ubicado en el municipio de Jilotepec, se esperaba que sucediera lo mismo, sin embargo y para desgracia de quienes dependían de este, se tornó chatarra.
Tan sólo en ese año,  la factoría enfrentaba un pasivo superior a los 270 millones de pesos, además de que se le debían 17 millones de pesos al Fideicomiso Comercializador (FICO), el cual aportó los recursos para hacer la zafra anterior y no pudo recuperar su dinero.
Las múltiples reuniones con integrantes del Fondo de Empresas Expropiadas del Sector Azucarero (FEESA) y con Rafael Ross Torres, dueño del ingenio, a fin de analizar las diferentes opciones que se podían tomar en La Concepción para continuar con la zafra 2005-2006, jamás prosperaron y estás son las fechas en que el ingenio no tiene para cuando ser reactivado
Expertos en el tema plantearon en su momento seguir el mismo plan que en La Independencia en Martínez de la Torre: iniciar un concurso mercantil para evitar su quiebra y darle certidumbre al ingenio salvaguardando su producción. Pero para iniciar dicho concurso, primero tendría que darle entrada a la petición un juez, esto de común acuerdo con el propietario lo cual, de primera instancia, daría la garantía para continuar con las zafras.  Pero este ingenio también quebró.
Tan grave es la situación, que la última zafra que realizó La Concha generó un adeudo por el orden de los 40 millones de pesos, propiciado por una controversia entre los mismos productores, quienes al no ponerse de acuerdo, provocaron que las más de 45 mil toneladas de caña que debieron molerse en La Concha fueran canalizadas a Mahuiztlán y La Gloria.
Este conflicto impidió la producción de 4 mil toneladas de azúcar, que adicional a las 10 que sí se produjeron, hubieran evitado el truene financiero.
La liquidación de los cañeros de la Concha, para la zafra 2004-2005, era de 12 millones de pesos, aunque esto también ocasionó otro conflicto.  Hoy el ingenio está muerto.
Lo cierto es que de los 60 ingenios existentes en el país, 22 se encuentran asentados en territorio veracruzano, lo que lo coloca como el principal productor nacional de caña.
Anualmente, se estima que 17 millones de toneladas de caña son producidas en la entidad, es decir 41 por ciento del total nacional, el cual es cercano a las 42 millones de toneladas.
Pero además de las 4.7 millones de toneladas de azúcar que se producen en el país, 1.9 son del estado de Veracruz, por lo que se estima que en el estado existen 150 mil productores de caña.
En la industria azucarera veracruzana trabajan también 18 mil obreros, 41 mil cortadores, 10 mil transportistas y 3 mil 200 empleados administrativos: en total son dos millones de veracruzanos los que dependen, de manera directa o indirecta, de la producción de la caña de azúcar.
Con el problema de la Concha, el trabajo de 400 obreros, y de casi todo un pueblo, se perdió, pues de este ingenio dependían todos ellos, aunque hoy prácticamente ya nadie se acuerde de este.
@YamirirRodriguez

jueves, 10 de abril de 2014

Uribe y Azueta, más que nombres de escuelas

Por Yamiri Rodríguez Madrid
 
El próximo 21 de abril, los veracruzanos conmemoran el primer centenario de la Defensa Heroica del Puerto de Veracruz.  Para recordar la gesta, el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, estará de nueva cuenta en nuestro estado, además de que habrá sesión solemne y la develación, en letras de oro, de los nombres de los héroes que nos dieron patria.
Desafortunadamente, la gran mayoría de los casi 8 millones de personas que habitamos en este territorio, desconocen qué fue lo que pasó el 21 de abril de 1914, mucho menos saben quienes fueron Virgilio Uribe o José y Manuel Azueta.
Indagando más sobre la vida de estos militares, topé con otros marinos que dieron la vida, aportaron de manera inigualable a la construcción de este estado y país, y que, al igual que Uribe y los Azueta, corrieron la misma suerte de ser prácticamente olvidados por el groso de la población, salvo alguna calle o escuela que lleva su nombre.
Ahí está el caso del capitán de navío, Hilario Rodríguez Malpica Sáliva. Nacido en Coatzacoalcos, este militar falleció en junio de 1914, en el enfrentamiento entre los cañoneros Tampico –del cual era capitán-, y Guerrero.  Al verse vulnerable al enemigo, ordenó abrir las válvulas y hundir la embarcación para posteriormente, suicidarse.  En el cementerio de la ciudad, la tripulación del Guerrero adquirió una fosa a perpetuidad para depositar sus restos.
Aunque poco recordado, el comodoro Carlos Castillo Bretón Barrero, fue participe de la Segunda Intervención Norteamericana, al lado de su amigo Virgilio Uribe.
Si nos remontamos en el tiempo, el chileno Eugenio Cortés y Asúa fue, en 1824, el encargado de formar una escuela náutica en Tlacotalpan, para preparar a los oficiales que debían tripular los barcos de la escuadra naval.
Y así un gran número de personajes que forjaron su vida en el ámbito militar, en defensa de estas tierras, sin que hoy reciban gloria.
El dato cultural: el cadete José Virgilio Uribe Robles falleció, a sus 18 años, en la Escuela Naval Militar a consecuencia del fuego invasor.  Mientras disparaba al enemigo quedó sin balas y recibió una bala en el rostro.
El teniente Luis Felipe José Azueta Abad, nacido en Acapulco, dio también su vida para evitar la invasión estadounidense.  Las crónicas asentadas hoy en día en la Asociación de la Heroica Escuela Naval Militar citan que el joven se hizo de una ametralladora a la que bautizó como “mi flaca”, que había quedado abandonada en la esquina de las calles Landero y Cos y Esteban Morales, después de que las tropas federales se retiraron. Al tomar tan importante decisión expresó las siguientes palabras: “Allí está mi padre (señalando a la escuela) y aquí debo quedar yo”. Desde ese lugar comenzó a disparar en contra del enemigo desde una posición vulnerable por quedar al descubierto. Murió a consecuencia de las heridas.
Y el comodoro Manuel Azueta Perillos, oriundo de Pueblo Viejo, hijo único de un militar liberal, surcó los mares para estar en Filipinas, España, y otros países del Mediterráneo.  Aunque su hijo José perdió la vida en la gesta, el también profesor de la Escuela Naval estoico siguió luchando.  Falleció, con el mal de Parkinson, en 1928.
Los restos de los tres héroes fueron exhumados el pasado 2 de febrero, como parte de los actos conmemorativos al Centenario de la Gesta Heroica del 21 de abril de 1914, siendo trasladados a la sala de héroes de su alma mater: la Heroica Escuela Naval Militar. Ahora tocará escribir sus nombres en letras de oro.
@YamiriRodríguez

lunes, 7 de abril de 2014

¿Y la ciclovía?

Por Yamiri Rodríguez Madrid.
 
A un año de la implementación de la Ciclovía de Xalapa, esta corre hoy el riesgo de desaparecer.
Aunque bien se trata de un proyecto que inició durante la administración municipal del hoy diputado local, David Velasco Chedraui, fue hasta la gestión de Elizabeth Morales García cuando se puso en marcha, con una inversión 929 mil 331 pesos.
Se trató pues, de la habilitación de un circuito de 4.2 kilómetros de longitud, misma que conectaría a los principales parques de la ciudad –es decir Los Berros, Estadio Heriberto Jara Corona, Paseo de Los Lagos, El Dique y el Parque Juárez-, con el uso de carriles compartidos para bicicletas.
Para lo anterior fue necesario la intervención en 10 calles - Enríquez, Viaducto, Zaragoza, Díaz Mirón, Lomas del Estadio, Andador Los Lagos, Allende y Leandro Valle-, en donde se efectuaron  trabajos de nivelado de tapas de registro, bacheo, señalética, delineadores y pintura de cruces, a la par de que se lanzó una campaña de sensibilización para conductores y ciclistas, implementación y evaluación de resultados, quedando lista el 28 de marzo del año pasado.
Si bien, la capital veracruzana cuenta con más de 90 espacios dedicados al deporte, la ciclovía es única en su tipo en el estado, con todos sus defectos y virtudes.  Un espacio además necesario que funcionaría bien aplicada, como válvula de escape al caótico tráfico de la ciudad.
Antaño atravesar la ciudad de punta a punta –de Sefiplan a la SEV-, tomaba 20 minutos en vehículo, hoy son casi 60, dado la densidad automotriz que tenemos.  De ahí la importancia de buscar alternativas al transporte, aunque la ciclovía en Xalapa sólo funcione los fines de semana.
Desafortunadamente la prioridad siguen siendo los automóviles: si bien en el centro de la ciudad se cuenta por lo menos una docena de estacionamientos, sólo en la esquina de Lucio y Enriquez encontramos un aparcamiento compartido para motos y bicicletas.  Uno más en la calle de Hidalgo.
En México, existen sólo cuatro  ciudades que han incorporado a su infraestructura ciclopistas: el Distrito Federal,  Guadalajara, Aguascalientes y Xalapa.
La primera, la de la capital del país, aunque aún no está terminada, tendrá 90 kilómetros de longitud, dimensión a decir de los expertos,  similar al recorrido del ferrocarril entre el DF y la ciudad de Cuernavaca y hasta el propio Jefe del Gobierno del Distrito Federal,, Miguel Ángel Mancera, la utiliza con regularidad.
En Guadalajara han puesto el ejemplo pues su Consejo Metropolitano programó el pasado mes de febrero, 22 obras tanto para autos como para peatones, es decir mil 18 millones de pesos para impulsar también la movilidad no motora.  De estos 157 millones van para la Bici Pública Metropolina, es decir, su ciclovía, la cual también se promueve como un recorrido nocturno por la ciudad.
La de Aguascalientes, en la zona centro del país, fue puesta en funcionamiento en 2011, y fue el primer proyecto ciudadano tomado en cuenta para incidir en la salud pública y en una solución a los problemas de movilidad.
A 3 meses de haber iniciado la administración municipal de Xalapa no se ha informado a los ciudadanos si la ciclovía habrá de continuar, sobre todo ampliarla a los 20 kilómetros que serían necesarios, y es que tal parecería que el interés es que pase al olvido para no mezclar proyectos políticos: un verdadero desperdicio para una ciudad que se quiere consolidar como sustentable e inteligente.
@YamiriRodríguez

jueves, 3 de abril de 2014

El backstage de las manifestaciones

Por YamiriRodríguez Madrid
 
Anualmente, tan sólo en la capital veracruzana, se registra un promedio de mil manifestaciones, 3 diarias si sacamos una media, aunque hay días en que se llegan a juntar hasta 7 u 8 contingentes en la Plaza Lerdo.
Los cierres y protestas, desafortunadamente, se han convertido en un factor con el que los ciudadanos de Xalapa estamos aprendiendo a convivir y es que prácticamente a diario llegan a Enríquez campesinos, colonos, maestros, estudiantes, padres de familia y hasta doctores y enfermeras.
Hemos presenciado huelgas de hambre, bailes para muchos impúdicos, muestra de senos pintados, campamentos, anafres, gritos, cánticos, música, leche derramada, camiones prácticamente a la entrada del palacio, groserías, féretros, crucifixiones y hasta una inmolación.
Todos, sin excepción, se apegan al artículo 6 constitucional, el cual señala que la manifestación de las ideas no será objeto de ninguna inquisición judicial o administrativa, sino en el caso de que ataque a la moral, los derechos de terceros, provoque algún delito o perturbe el orden público. A todos también se les escucha y se les atiende.
Sin embargo, ¿alguna vez se ha preguntado cuánta basura genera cada manifestación? ¿Cuántas toneladas se reúnen anualmente tan solo en la Plaza Lerdo?
Lo anterior lo traigo a colación porque cada vez que regresan los 400 Pueblos a Xalapa las quejas ciudadanas son las mismas: la basura y el exhibicionismo.
En el punto primero, cada vez que levantan el campamento, el personal de Limpia Pública tiene que agruparse en cuadrillas especiales para limpiar y lavar las plazas y parques, recogiendo un sinnúmero de botellas llenas de orines.
Peor aún es que las manifestaciones de este grupo, caracterizadas por realizarse en trusa en los hombres y a veces desnudas las mujeres, se planten afuera de los jardines de niños.
Más allá de los 400 pueblos, las manifestaciones de cualquier tipo, con los bloqueos, generan pérdidas millonarias al comercio del centro de la ciudad, retrasos por doquier en llegadas a oficinas y escuelas y peor aún, ponen en riesgo cientos de vidas al entorpecer el tráfico e imposibilitar el paso de los cuerpos de auxilio, como bomberos y ambulancias, pues recordemos que tanto la Cruz Roja como el Hospital Regional Luis F. Nachón, están en pleno corazón de la ciudad.
Dado el número de manifestaciones que durante ya muchos años se han concentrado en la ciudad, incluso en tiempos del alemanismo hubo quien propuso la creación de un manifestrodomo en la entrada de Xalapa aunque siempre claro, se trata de desquiciar, meter en aprietos a la clase política, pegándole al groso de la población.
¿Se vale manifestarse? Por supuesto que sí, es un derecho constitucional, sin embargo, lo que no tiene cabida es que ponderen un interés de grupo, por el del colectivo social.
 
@YamiriRodríguez