lunes, 28 de febrero de 2011

Una interpretación del texto de Vicente Palacio de Oteyza...

La imagen imperial del nuevo orden internacional:

¿Es esto realismo político?


El artículo publicado por Vicente Palacio de Oteyza, coordinador del Observatorio de Política Exterior Española (OPEX) de la Fundación Alternativas, se centra básicamente en el imperialismo estadounidense y su vinculación con las doctrinas tradicionalistas.

Como ejemplo e introducción del mencionado escrito el también articulista del periódico español El País da cuenta de cómo lo que sucede en nuestro vecino país del norte impacta las agendas globales. Un claro ejemplo de lo anterior fue lo sucedido tras los ataques terroristas del 11 de septiembre, el reforzamiento de las políticas y medidas de seguridad de un país que se creía infranqueable y la copia que hacen otras naciones que temen ser blanco tras haberle metido una zancadilla al gigante.

Aunado a lo anterior hay que mencionar que con la llegada de la administración republicana de George W. Bush, los cimientos del sistema estadounidense comenzaron a tambalearse después de un periodo de estabilidad cercano a los trece años –tras la caída del muro de Berlín-, esto claro, posterior a la guerra fría.

Es por ello que Vicente Palacio, quien también es Integrante del departamento de Ciencias Políticas de la Universidad Autónoma de Madrid, se adentra en la teoría del realismo político y el orden internacional, al establecer que al término de la guerra fría surgen tres imágenes realistas del orden internacional y sobre las cuáles se centra el tema: la geoeconómica, la multipolar y la unipolar.

En lo que concierne al primer punto –la imagen neoeconómica-, el autor refiere a una globalización dispar en la que las naciones buscan la supremacía económica o militar por regiones, sacando ventaja en la adquisición de mano de obra o materia prima.

El ejemplo más cercano es el liderazgo que ocupa los Estados Unidos en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCN), aunque en un principio el acuerdo comercial comprometía ventajas por igual a las naciones participantes, al final no ha logrado reducir las brechas económicas y tecnológicas tan solo entre la Unión Americana y México: potencias mundiales haciendo negocios con países en vía de desarrollo.

Cabe aclarar que tal situación no es privativa de los Estados Unidos, pues hay otros bloques que hacen contrapeso como la Unión Europea o las Tigres Asiáticos y que incluso han derivado en conflictos de orden económico por las políticas proteccionistas de los países con poderío económico y político.

En lo que hace a la imagen multipolar aquí el peso de la teoría recae en el factor militar. El político estadounidense Henry Kissinger juega un papel fundamental en esta parte del ensayo pues es quien remite al sistema multipolar europeo, un concepto “romántico” –por así llamarlo-, que establece un nuevo ordenamiento moral.

A decir de Vicente Palacio tras la Guerra Fría los realistas apostaban por esta imagen en la que un grupo de naciones se unirían en una especie de bloque en el cual evitarían que surgieran enemigos a ellos, y por enemigos puede entenderse en el plano militar, económico o político. En síntesis es la flexibilidad de alianzas en las grandes potencias para garantizar su rol en el contexto internacional.

Ejemplo de lo anterior son los nexos establecidos entre los Estados Unidos y países de la Unión Europea. La relación trasatlántica, como la llama Palacio, tiene por objetivo preservar lo que ellos llaman el orden mundial: a Estados Unidos le conviene mantener un fuerte aliado mientras que la Unión Europea tiene que mantenerse alerta de aquellas naciones ex comunistas y al regreso de esas políticas previas a la Guerra Fría.

El caso Asia no está alejado de lo mencionado anteriormente debido al temor que tienen las potencias de ese continente ante el crecimiento de China. Ante este panorama Henry Kissinger recomienda continuar con la triangulación entre estos tres poderosos bloques.

Hay también que mencionar las opiniones de Kenneth Waltz, uno de los estudiosos más prominentes de las Relaciones Internacionales, quien señala el surgimiento del nuevo reparto del poder. Para él Estados Unidos está a la cabeza de los países con un gran poderío por lo que aquí no figuran los bloques o las regiones, sino cada nación per se. La principal competencia entre las naciones se gesta en el plano militar y de la seguridad por lo que predice que tanto Japón como Estados Unidos se emanciparán del líder americano para convertirse en potencias económicas y nucleares. China y Rusia jugarán el papel de contraparte de estas figuras.

Por último, en lo que hace a la imagen unipolar, Vicente Palacio menciona que en esta Estados Unidos se plantea como garante del orden internacional, precepto que a mi juicio, es el que se cumple, pues ha intentado ser referí en conflictos en los cuáles no había tenido porqué inmiscuirse.

Sobre esto, el estudioso español señala que hipotéticamente se ha creído que este liderazgo estadounidense en el plano económico, militar, político y tecnológico ha durado ya varias décadas por lo que no hay un competidor verdadero para la nación.

Sin embargo, es un precepto contra natura, por lo que no era necesario ser un erudito para saber que tarde o temprano el país más poderoso terminaría siendo vulnerable, tal y como lo hemos podido constatar tras la caída de las torres Gemelas de Nueva York.

La psicosis en la que ha vivido el gobierno y sus pobladores han mostrado la vulnerabilidad de los estadounidenses por lo que al igual y como lo establece Vicente Palacio, las imágenes del imperialismo estadounidense están por cambiar alterando a su vez el orden internacional de las primeras décadas del siglo XXI.

lunes, 14 de febrero de 2011

El encuentro de dos mundos en el siglo XXI

Un hecho histórico la visita del Papa Benedicto XVI a Turquía (2006)


Por Yamiri Rodríguez Madrid.

El fin de diez siglos de distanciamiento entre las principales iglesias del mundo podría estar por acercarse. La reciente visita del Papa Benedicto XVI a tierras islámicas pudiera ser el precedente para terminar con la confrontación ideológica que a lo largo de cientos de siglos ha cobrado la vida de millones de personas.
Bajo este supuesto, dicen, está en puertas una reconciliación entre católicos y ortodoxos, entre católicos y musulmanes.

Si bien tras la muerte de su antecesor el Papa Juan Pablo II, pocos apostaban al papel que haría el Cardenal alemán Joseph Ratzinger, hoy, diecinueve meses después, podemos afirmar que ha apostado por la reforma de la Iglesia Católica.

Un Papa rezando en la Mezquita Azul, mirando hacia la Meca, desafiando la ira de los grupos radicales musulmanes, los cuales sólo tres meses atrás se sintieron ofendidos por su discurso pronunciado en Ratisbona, es la señal apocalíptica para la Iglesia fundada por San Pedro que conocemos hasta nuestros tiempos.

¿Islamismo sinónimo de violencia?
La visita a Turquía que a finales del pasado mes de noviembre realizara el Papa Benedicto XVI volcó con mayor interés a los medios de comunicación. El simple hecho de que el máximo jerarca católico pisara tierras musulmanas era noticia; pero las ‘ocho columnas’, como se dice en el argot periodístico, eran las amenazas de un posible atentado contra el religioso dadas las declaraciones vertidas sólo tres meses atrás que provocaron la ira de los grupos más radicales del islamismo.

Sólo por contextualizar, el 12 de septiembre el Papa visitó su natal Alemania. En la Universidad de Ratisbona el religioso pronunció un discurso que, para muchos de los integrantes del pueblo musulmán, fue interpretado como que la violencia estaba implícitamente relacionada con el Islam y por ende, con Mahoma.

Este hecho provocó una ola de protestas, las cuales incluso llegaron a revelar la intención de cometer un atentado terrorista contra su persona, por parte de los grupos más radicales de esta religión.

Cuando se dio a conocer que el quinto viaje de Benedicto XVI fuera de Europa sería a Turquía, las reacciones se recrudecieron y algunos incluso opinaban que sería más un acto de provocación de que humildad el efectuar la visita.

Horas antes de su arribo a la Mezquita Azul, en la zona de Santa Sofía, los “Lobos Grises”, un grupo de ideología ultraislámica y nacionalista, habían anunciado manifestaciones; si bien cerca de la Universidad un centenar de jóvenes se manifestó, este movimiento careció de importancia pues fueron dispersados por la Policía y apenas una decena de ellos fueron arrestados.

Empero, ésta fue fructífera no sólo por el saldo blanco, sino porque sentó el precedente de una reconciliación entre católicos y ortodoxos, entre católicos y musulmanes.

Más allá de su liderazgo religioso, Joseph Ratzinger mostró sus cualidades políticas: la primera intención del viaje era consolidar la unidad ecuménica con los ortodoxos de Bartolomeo I y concluyó con esta reapertura del diálogo con el rito bizantino y musulmán.

Asimismo, tal y como lo demostraron algunos diarios turcos al día siguiente de la histórica visita, logró entrar al corazón de un parte importante de la población de ese país islámico.

Crónica de un viaje.
El martes 28 de noviembre, el Papa Benedicto XVI llegó a Estambul donde fue recibido por el primer ministro de Turquía, Recep Tayyp Erdogan. La frase más contundente del religioso a su llegada fue: “La Islámica es una religión de amor y paz.”

Un día después, el miércoles 29, no sólo hondeó la bandera turca, sino que incluso habló su idioma durante la homilía que ofreció en la casa de la Virgen María en Efeso.

“Yo amo a los turcos” , incluso reiteró como una manera de disculparse por lo dicho en su prédica teológica de unos meses atrás.

Pero el 30 de noviembre de 2006 será la fecha que pasará a los anales de la historia pues ha sido calificada como el paso que el Vaticano dio para la reconciliación con el mundo musulmán.

“Benedicto XVI rezó en las más importante mezquita de Turquía como un musulmán frente al Mirab, el nicho que indica a los fieles islámicos la orientación de cara a la Meca. Un hecho sin precedentes en la historia de la Iglesia Católica” , escribieron diversos medios de comunicación de cobertura internacional.

Y es que se trató de la primera visita en que un pontífice católico oró en el rito musulmán, pues si bien el Papa Juan Pablo II cinco años antes, en el 2001, como parte de un recorrido por Siria, visitó la Gran Mezquita de Damasco y rezó ahí, fue al estilo cristiano, frente a la tumba de San Juan Bautista, a quien el catolicismo considera como el apóstol favorito de Jesucristo y otros, su maestro.

Quienes estuvieron presentes en la visita a la Mesquita Azul narraron que el Papa se descalzó para colocarse las babuchas blancas sobre los calcetines. Durante unos minutos el Jefe de la Iglesia Católica oró de pie, en silencio, mirando hacia el Mirab, que indica la Meca, con los brazos cruzados sobre el vientre.

En su oración fue acompañado de el Gran Mufti de Estambul, Mustafá Cagrici, y el Imán de la Mezquita. Tras la oración el Imán le mostró los libros de la oración y fue entonces cuando Benedicto XVI los invitó a orar por la paz: apoyando su mano izquierda sobre la derecha en la que lleva el anillo del Pescador (de almas), apenas y movió los labios sin hacer los gestos de la oración cristiana.

Al salir de la mezquita acompañado de los prelados, Joseph Ratzinger le dirigió una frase contundente al Gran Mufti de Estambul: “Esta visita nos ayudará a encontrar juntos los modos y los caminos de la paz por el bien de la humanidad (…) Nunca olvidaré esta visita. Gracias por el momento de la oración”.

Pero hay mas: en el Libro de Oro de la Mezquita el Papa Benedicto XVI firmó: “En nuestra diversidad estamos de frente a la fe del único Dios. ¡Que Dios nos ilumine y nos haga encontrar el camino del amor y de la paz”.
Más allá del gesto de arrepentimiento, la oración elevada por el Papa fue una señal, para muchos, de la corriente super reformista que está dispuesto ha llevar a cabo.

Obviamente esto tuvo reacciones al interior del Vaticano. Sólo unas horas después el Vocero de la Santa Sede, el padre Federico Lombarda intentó aclarar que lo sucedido en Estambul fue una oración del Papa que sin duda se dirigió a Dios.

“Hubo una íntima oración personal, aunque no hubo ningún rezo como con manifestaciones externas de la fe cristiana”.

Pero otro acto también significativo en esta posible reconciliación fue su participación en la Divina Liturgia, la misa con rito bizantino que ofició el patriarca ecuménico ortodoxo Bartolomeo I.

Las declaraciones conjuntas que hicieran los líderes religiosos son de suma importancia dado que con estas sellaron un compromiso por el diálogo, a la vez que hicieron un llamado a los creyentes a la defensa por la libertad religiosa y de los valores cristianos.

“De frente al proceso de secularización que afecta al mundo contemporáneo, somos llamados, junto con todas las otras comunidades cristianas, a renovar la coincidencia de Europa acerca de sus propias raíces, tradiciones y valores cristianos”.

Tras hacer fervientes votos para llegar a la anhelada unidad entre católicos y ortodoxos, divididos desde hace más de mil años, Benedicto XVI y Bartolomeo I pidieron por la libertad religiosa y rechazaron enérgicamente el uso de la violencia en el nombre de Dios.

Más allá de las palabras, el gesto más contundente fue la imagen de los dos religiosos asomados al balcón del patriarcado, saludando con un brazo levantado y las manos tomadas, bajo una lluvia de aplausos de los fieles de ambas ideologías.

ENTRE LÍNEAS.
De acuerdo con información publicada en el Hurriet , los turcos siguieron asombrados al Papa que entró en la enorme y cercana mezquita azul, y tras la oración, en muchas casas se oyeron aplausos. De manera inmediata en su edición electrónica desplegó un gran titular con una foto en la que se veía al Papa rezando frente al Mirab “como un musulmán”, imágenes que dieron la vuelta al mundo en sólo unos minutos.

Una nueva página en la historia mundial acababa de ser escrita, una nueva hoja que puede llegar a cambiar el orden internacional.

Sin embargo antes de continuar vale la pena rememorar que a finales de la década de los 80’s, el entonces prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, durante un encuentro interreligioso celebrado en Asís (Italia) se opuso al rezo común con los musulmanes.

En agosto del 2004, siendo aún Cardenal, Joseph Ratzinger se pronunció en contra del ingreso de Turquía a la UE por considerar que dado el número de población musulmana con el que cuenta, nada tenía que ver con la cultura europea, mucho menos con las raíces del cristianismo.

¿Qué motivó el radical cambio entonces? Las hipótesis pueden ser muchas, y una referencia obligada es el teólogo Hans Kung. En el 2005, tras la muerte de Juan Pablo II, en un escrito denominado “Las Contradicciones de Juan Pablo II” , calificó su mandato como antireformista e incluso le achacó la crisis de credibilidad en la que por años ha estado sumida la Iglesia.

Según lo expuesto por el alemán muchos se han resignado o incluso se han apartado, por la frustración que les provoca una jerarquía encerrada en sí misma. Como consecuencia, numerosas personas se enfrentan a una alternativa imposible: seguir las reglas o dejar la Iglesia.

Sólo podrá empezar a haber nuevas esperanzas –afirma Kung-, cuando las autoridades eclesiásticas de Roma y el episcopado cambien de rumbo y se dejen guiar por la brújula del evangelio.

“Al Papa le gustaba que le considerasen el representante del movimiento ecuménico. Sin embargo, ha intervenido mucho en las relaciones del Vaticano con las iglesias ortodoxas y reformadas, y se ha negado a reconocer ni a sus cargos eclesiásticos ni sus servicios.

El Papa habría podido hacer caso de los consejos de varias comisiones ecuménicas de estudio y haber seguido la costumbre de muchos párrocos locales, que reconocen los cargos y los servicios de las iglesias no católicas y permiten la hospitalidad eucarística.

También habría podido moderar el empeño del Vaticano en conservar un poder excesivo y medieval sobre las iglesias orientales y reformadas, tanto en cuestión de doctrina como en la dirección de la Iglesia, y habría podido acabar con la política vaticana de enviar obispos católicos a regiones en las que predomina la Iglesia ortodoxa rusa.

El Papa habría podido hacer todo eso, pero Juan Pablo II no ha querido. Al contrario, ha querido conservar e incluso extender el aparato de poder de Roma.

Por eso ha recurrido a una duplicidad llena de hipocresía: la política de poder y prestigio de Roma se oculta tras unos discursos pretendidamente ecuménicos y unos gestos vacíos.

Consecuencia. El entendimiento ecuménico topó con una barrera después del concilio, y las relaciones con la Iglesia ortodoxa y las iglesias protestantes han sufrido una asfixia espantosa
El papado, como pasó en los siglos 11 y 16, ha demostrado ser el mayor obstáculo para la unidad entre las iglesias cristianas dentro de la libertad y la diversidad”.

Dicho lo anterior, podemos atrevernos a afirmar que Benedicto XVI, 19 meses después, ha comenzado a construir la historia de un nuevo papado, rompiendo todo viso, toda similitud con lo hecho por su antecesor, incluso pasando sobre sus propias creencias.

Aunado a esto, especialistas en el tema consideran que esta histórica visita incluyó también un trasfondo político de suma importancia: el espaldarazo del Vaticano para que Turquía ingrese a la Unión Europea.
Si bien es un país ubicado en Europa, por su ideología y condiciones económicas, es más identificado como un país de Medio Oriente.

De funcionar la estrategia iniciada por Joseph Ratzinger no sólo estaríamos en el umbral de una nueva relación entre las iglesias del mundo sino ante la prueba de que la Iglesia Católica mantiene su poderío ideológico y político por encima de todas las naciones.

jueves, 10 de febrero de 2011

Procesos de Integración regional e internacional en las Américas

La idea bolivariana de integración.
La idea de la unión latino americana no es nueva. El origen de la creación de confederaciones, alianzas y/o ligas en América Latina está en el mismo proceso independentista de las antiguas colonias españolas. Este proceso conllevó que en América Latina se organizara y que estableciera algunas formas de cooperación entre sus pueblos, para evitar la recolonización europea y/o nueva colonización por parte de Estados Unidos.

Es así como, la idea de una Alianza, Liga y/o Confederación de Estados estuvo presente en las relaciones interamericanas en el siglo XIX por razones de seguridad y preservación en la América Latina, siendo uno de sus máximos exponentes el libertador de América, Simón Bolívar.

A través de su manifiesto de Cartagena de 1812 expone su idea de formar en todo el Nuevo Mundo una sola nación como una confederación de estados independientes que propiciara la seguridad, la independencia, el desarrollo autónomo, la equidad social y la justicia; a su vez se pretendía evitar los pactos bilaterales entre las potencias de aquel entonces –los imperios coloniales europeos y Estados Unidos como fuerza naciente-, a fin de evitar una dependencia económica y política.

Su visión entonces de regionalismo latinoamericano tenía como objetivo primordial lograr la emancipación y la estabilidad de los países recién independizados.

Sin embargo, también hubo otra óptica de visualizar la integración del Continente Americano y fue a través del panamericanismo estadounidense soportado por la Doctrina Monroe.

Enunciada inicialmente en 1823 por el entonces presidente de los Estados Unidos, James Monroe, en respuesta a la amenaza que suponía la restauración monárquica en Europa y la Santa Alianza, se sintetizó posteriormente en la conocida fórmula "América para los americanos".

Con sus transformaciones y adaptaciones a lo largo de las décadas representa el ortograma de la política exterior norteamericana, desde el aislacionismo del nuevo continente al veto frente a las pretensiones de las naciones europeas de intervenir en América. En virtud de esta los Estados Unidos interpretarían como peligrosa para su paz y seguridad toda tentativa del Viejo Mundo de recuperar o extender su influencia sobre el continente americano.

La doctrina fue presentada por el presidente James Monroe durante su séptimo discurso en el Congreso sobre el Estado de la Unión. Fue tomada inicialmente con dudas y posteriormente con entusiasmo. Fue un momento definitorio en la política exterior de los Estados Unidos. La doctrina fue concebida por sus autores, especialmente John Quincy Adams, como una proclamación de los Estados Unidos de su oposición al colonialismo, pero ha sido posteriormente reinterpretada de diversas maneras.

Al comienzo del siglo XX Estados Unidos afirmó su destino manifiesto y el presidente Theodore Roosevelt emitió el Corolario de 1904 (Corolario Roosevelt) afirmando que, si un país americano situado bajo la influencia de los Estados Unidos amenazaba o ponía en peligro los derechos o propiedades de ciudadanos o empresas estadounidenses, su gobierno estaba obligado a intervenir en los asuntos internos del país "desquiciado" para reordenarlo, restableciendo los derechos y el patrimonio de su ciudadanía y sus empresas. Este corolario supuso, en realidad, una carta blanca para la intervención de Estados Unidos en América Latina y el Caribe.

La aplicación de la Doctrina Monroe sigue vigente hasta nuestros días ya que ha sido el principal pretexto para que los Estados Unidos pueda interferir en otros países bajo la supuesta defensa de sus intereses nacionales tal y como lo vimos en todos los países latinoamericanos en sus periodos revolucionarios: caso específico Guatemala, El Salvador y Cuba.

La visión integracionista bolivariana fue retomada en este siglo, con particular énfasis después de la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo el concepto de integración se transformó radicalmente, pues hoy apunta principalmente a la organización de bloques económicos regionales, reduciéndose la dimensión política que tenía el ideal de los libertadores.

La integración regional de los sistemas económicos nacionales se ha vuelto en este fin de siglo el principal eje de las estrategias de diplomacia económica de los gobiernos latinoamericanos.

No obstante, el proyecto de Confederación propuesto por Simón Bolívar, se fue debilitando en la sociedad latinoamericana en la medida en que la situación política y social asumía un matiz conflictivo y antagónico entorno a la relación sociedad-poder-Estado.

Ahora bien, en esta visión de integración latina hay dos vertientes fundamentales: la Doctrina Calvo que defiende el derecho a la no intervención en un Estado soberano por parte de otro y en contra parte encontramos la Doctrina Monroe, que lo que busca es precisamente eso: intervenir en la vigía de los intereses de la nación estadounidense.

Si bien en el siglo XIX lo que vimos como objetivo de dicha integración fue la búsqueda de la unidad política, en el periodo de postguerra se asiste a la construcción de bloques regionales de naturaleza económica que igualmente buscan una integración entre los países pero dejando lo político en un segundo término.

Así el A.L.B.A,. es la Alternativa Bolivariana para América Latina. Esta surge en el 2001, a propuesta del presidente venezolano Hugo Chávez, en el marco de la Tercera Cumbre de la Asociación de Estados del Caribe, con el interés en profundizar el efecto globalización en este continente.

La idea tiene profundas raíces histórico-políticas, que remontan al proyecto de Simón Bolívar de establecer una Confederación Latinoamericana y Caribeña. En este sentido, se asevera que el ALBA no es una iniciativa de integración económica, sino un esfuerzo para relanzar la idea bolivariana de Confederación Latinoamericana y Caribeña.

El ideario integracionista de Simón Bolívar, en la palabra del cientista social Andrés Towsend Ezcurra dice:

"Bolívar instó, predicó y presionó en mil formas (...) por que de nuestra independencia no pasáramos a la insignificancia o retrocediéramos a lo que él mismo llamó `un nuevo coloniaje' (...) era clarísimo que la guerra emancipadora y el proceso de la Confederación resultaban inseparables, pues no había independencia segura sin una Confederación".

Así, con esta idea, el gobierno venezolano pretende minimizar, en lo posible, el poder político de Estados Unidos y debilitar su propuesta de integración económica hemisférica, conocida como el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA).
La naturaleza histórica la manifiesta el mandatario venezolano al proponerla bajo la evocación de un ideal histórico que es el bolivariano: “El sueño bolivariano de la Patria latinoamericana es posible, adecuándolo a nuestros tiempos y respetando las soberanías”.

De esta manera el ALBA estará fundamentada en los preceptos de justicia social y equilibrio entre los Estados, al igual que la Confederación de Estados de Bolívar.

Otra semejanza que podría extrapolarse del discurso del presidente de Venezuela, es que para él, el ALBA es concebida desde lo político, siendo lo económico sólo un componente del proceso confederativo, como lo era en el proyecto de la Confederación bolivariana.

Más en su esencia le anteceden la firma de diversos acuerdos internacionales como:

• La Asociación Latinoamericana de Libre Comercio (ALALC), signado e 1960,
• El Convenio Argentino-Uruguayo de Cooperación Económica (CAUCE), en la década de los 70’s.
• En 1973 se instituye la Comunidad del Caribe (CARICOM). En la actualidad cuenta con 15 miembros, siendo la mayoría de estos integrantes de la Mancomunidad Británica. Su objetivo es también la integración económica mediante mercado común y la coordinación de las políticas exteriores de los estados miembros.
• El Programa de Expansión Comercial (PEC)entre Brasil y Uruguay,
• La Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI), fundada en 1980 en Monte vides tiene como objetivo lograr un mercado común latinoamericano así como otorgar una preferencia arancelaria regional a sus miembros. Esta asociación es la evolución directa del ALALC y estaba conformada por 10 países latinoamericanos y México, Cuba lo integra en calidad de observador.
• En 1985, con la Declaración de Foz de Iguazú, se crea una Comisión Mixta de Alto Nivel para la integración argentino-brasileña.
• En 1986 se redefinen los objetivos regionales de la política exterior de Argentina y Brasil, además se suscribe el Acta para la Integración Argentino-Brasileña como resultado de la labor desarrollada por la Comisión Mixta. El principal objetivo de esta es promover un espacio económico común, con la apertura selectiva de los respectivos mercados y el estímulo a la complementación de sectores específicos de ambas economías.
• A partir de los resultados positivos de las medidas tomadas entonces, se lleva a cabo en 1988, la celebración del Tratado de Integración, Cooperación y Desarrollo. En este tratado se establece que en el plazo de 10 años, se deberá constituir un espacio económico común, por medio de la liberalización integral de intercambio recíproco, para lo que se celebraron 24 protocolos específicos, en áreas como bienes de capital, productos alimenticios, trigo, industria automotriz, cooperación nuclear, biotecnología, etc.
• El 6 de Julio de 1990, los Presidentes Collor de Mello (Brasil) y Carlos Menem (Argentina), firman el Acta de Buenos Aires.
• En 1991 se reúnen en Asunción los presidentes de Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay para firmar el Tratado de Asunción. Estos tratados están inscriptos en la ALADI.
• Otro antecedente de integración regional se da entre los países andinos, Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela; Panamá actúa como observador. Los objetivos principales son: la unificación del mercado de bienes de capital, servicios y personas, la reestructuración de los sectores productivos, el desarrollo empresarial, la modernización e innovación tecnológica, la protección del patrimonio ecológico y la inserción definitiva en la economía mundial. Estos países conforman el Sistema Andino de Integración (SAI) o Comunidad Andina. Su venida a menos radicó en que algunos de los países establecieron acuerdos bilaterales con los Estados Unidos, rompiendo así su principio de comunidad lo que provocó la salida de algunos de sus miembros en el 2006 como lo fue Venezuela.
• A partir de una propuesta de Estados Unidos, se crea durante la Cumbre de las Américas en 1994, con excepción de Cuba, el Área de Libre Comercio de las Américas. Esta propone construir un área de libre comercio desde Alaska hasta Tierra del Fuego.
• Su más reciente antecedente es el Mercosur, acrónimo de Mercado común del Sur. Fue constituido en 1991 por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay (Chile y Bolivia se asociaron en 1996) para la libre circulación de bienes, capitales, servicios y personas. Se trata de una unión aduanera.
• En el 2004 se funda la Comunidad Sudamericana de Naciones con la intención de coordinar las políticas y la diplomacia de todas las naciones del continente latinoamericano. Su estrategia es la convergencia de todos los organismos de integración del área (MERCOSUR, Comunidad Andina, etc).

Desde la óptica venezolana una de las consecuencias de la globalización, fue la búsqueda de tratados que unificaran las economías para beneficios mutuos. Mientras Estados Unidos, continúa con su política expansionista en detrimento de la economía de países más pequeños, muchos de estos buscan afirmar sus propios acuerdos para revertir esta situación.

Muchos fueron los convenios o acuerdos firmados en la historia de los pueblos. Actualmente, el 75% del intercambio mundial de bienes, esta concentrado en tres grandes bloques económicos:

• NAFTA, con Estados Unidos como principal referente
• UNION EUROPEA, encabezado en Europa por Alemania
• ASEAN, Naciones del Sudeste Asiático liderados por Japón.

Asociación Latinoamericana de Libre Comercio

Está integrada por Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela. Cuba permanece en calidad de observador hasta 1999. Se pretendía establecer una Zona de Libre Comercio en un plazo no mayor de 12 años, a partir de su creación.

La rigidez de los mecanismos propuestos, no permitió avances significativos, y surgieron convenios bilaterales o acuerdos regionales entre países vecinos.

En 1980, la ALALC es reemplazada por la ALADI, organización que flexibiliza los criterios permitiendo procesos de integración sub regionales y bilaterales, obligando a los países a cumplir estos convenios entre si. Entre los países integrantes han firmado más de 80 convenios, incluyendo aspectos comerciales, turismo, medio ambiente, ciencia y tecnología. A partir de 1999 cuba se incorpora a la ALADI.

Área de Libre Comercio de las Américas.

Propuesto por EE.UU., abarca desde Alaska hasta Tierra del Fuego, con grandes beneficios para los Estados Unidos, con 34 países incluidos en él. Sus objetivos fundamentales son:
• fortalecer las democracias
• lograr la integración económica y el libre comercio
• erradicar la pobreza y la discriminación
• garantizar el desarrollo sostenible
• proteger el medio ambiente para las generaciones futuras.

Se esperaba lograr esta integración, a más tardar en el año 2005. Recientemente se han desatado duras polémicas en torno a la propuesta de EE.UU., sobre todo en el área de inversiones. Brasil ha propuesto un ALCA que excluya los servicios, las inversiones y las compras gubernamentales, y su prioridad es la negociación de un acceso más libre a los mercados.

En recientes reuniones, este país, acusó a Estados Unidos de hacer "amenazas" y ejercer una presión "muy destructiva" para sacar adelante su proyecto en las negociaciones del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA).

¿Qué es el A.L.B.A.?
A partir del nuevo clima político que existe en Sudamérica en el 2001 surge el ALBA, el cual es un intento del presidente venezolano Hugo Chávez Frías por establecer un área de libre comercio que incluya en su agenda priorizar la calidad de vida y el bienestar de la población, considerando impostergable "la corrección del orden económico internacional injusto, facilitar el acceso a la información el conocimiento y la tecnología, las disparidades y asimetrías entre países, el peso de una deuda impagable, los impactos de las políticas de ajuste impuesto por los organismos internacionales".

El gobierno venezolano propone "Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), proyecto que además de tener una importancia crucial para el futuro de América Latina, significa la caída del ALCA, defendido con firmeza por Estados Unidos. Asimismo es el regreso del Estado como garantizador de los servicios esenciales para la población desde el ámbito de la educación o la salud, hasta la seguridad.

La propuesta del presidente Hugo Chávez es muy ambiciosa: propone además de crear el ALBA para integrar Latinoamérica, crear un gigante petrolero latinoamericano –a través de la integración entre el Petrocaribe y el Petrosur-, que bien podría convertirse en punta de lanza de un amplio proceso de integración económica de la región.

Para esto propone también crear un Banco Intraregional, que ayudaría a los países miembros a levantar sus economías, sin empeñarse con pagos imposibles de cumplir, a través del establecimiento de Fondos Compensatorios, útiles para corregir las disparidades entre las naciones débiles y las potencias al momento de buscar la integración en bloques subregionales.

El ALBA tiene como norte, "el desarrollo de los factores productivos internos, el incremento del valor de las materias primas y de los bienes intermedios que se producen en el país, así como el desarrollo del capital humano y de la tecnología nacional", según el vice ministro de Industria de Venezuela, Víctor Álvarez. El ALBA es una propuesta de desarrollo a lo interno de los países.

Contrario a lo propuesto por CEPAL –buscar el desarrollo a través de la modernización e industrialización-, la idea del ALBA es la de promover el sector primario, sea el ámbito agropecuario o acuícola, ya que la mayor parte de la población latinoamericana de escasos recursos se dedican a esta actividad. Con esto no sólo se lograría allegarlos de más recursos sino también aseguraría la supervivencia de las tradiciones y demás rasgos regionales que dan identidad a los pueblos.

En lo social busca la formación de zonas libres de analfabetismo, de desnutrición infantil, de carencia de viviendas decorosas y elementales y combate a la pobreza.

Uno de los mecanismos de solución al problema económico de los habitantes de Venezuela, son las cooperativas, agrupando algunas de ellas a más de mil personas dedicadas a diferentes áreas de trabajo.

Esto es parte del plan de gobierno, incentivando a los habitantes a realizar este tipo de tareas, explicándoles la importancia que tiene el trabajo colectivo y recibiendo capacitación a través del Instituto Nacional de Cooperación Educativa (Ince).

Así también se incentiva la producción nacional por medio de créditos blandos otorgados a trabajadores, como por ejemplo a pescadores artesanales, para facilitar la compra de equipos e insumos de trabajo.

En lo que hace a la deuda externa el hecho de decidir el no pago de la misma traería aparejado graves consecuencias para los países deudores. La propuesta de Chávez es la vía de la conciliación.

Una de las alternativas es la creación del Fondo Humanitario Internacional: estipular un porcentaje de la deuda para ser administrado por un grupo de personas, en el seno de las Naciones Unidas, para luchar contra la pobreza en los países deudores.

Ejemplo de lo que sería una transacción en el marco del ALBA es que Venezuela vendería a Argentina el crudo con dos años de gracia, 15 años de plazo, 2% de interés, y un descuento del 20% en el precio del barril a cambio de carne, vino, arroz, cereales, medicamentos y servicios.

En su lucha contra el ALCA, el presidente Chávez dijo que Simón Bolívar, prócer venezolano, tenía una clara visión sobre los intereses de Estados Unidos: él decía que "los Estados Unidos parecen destinados por la providencia para plagar la América de miseria en nombre de la libertad", resaltando la necesaria "unión del sur (del continente) para luego negociar en condiciones de igualdad y de dignidad con el norte".

El papel del BID
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) ha jugado un papel importante en esta intentona de regionalismo pues es el organismo encargado de otorgar préstamos a los países en vía de desarrollo, siendo la principal fuente de multilateral.
Su objetivo es reducir los índices de pobreza, promover la equidad social, lograr el crecimiento ecosostenible, fomentar la competitividad para impulsar el desarrollo y promover la integración regional para alcanzar mercados más grandes a través de sus préstamos.
Sin embargo resulta curioso que al momento de tomar las decisiones, su Órgano de Gobierno se rige por la votación de sus accionistas cuyos votos tienen un peso directamente proporcional a su cuota de capital, siendo el principal accionista Estados Unidos con el 30 por ciento del total de estas contra un 50 por ciento de los países latinoamericanos y caribeños.
Otros organismos como el CEPAL retomaron la Idea Bolivariana de Integración, pues en los años 70 promovió la integración económica como factor de desarrollo.
Las ideas sobre las que se fundaba la política del Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) era la industrialización como factor para alcanzar el desarrollo, reducir los aranceles entre los países y modernizar la economía.
Fue la misma CEPAL la que impulsó la construcción del Mercado Común Centroamericano (MCCA) y el ALALC.

Conclusiones
Los acuerdos de integración en América del Sur y el Caribe, han recobrado en la última década, un rol protagónico y algunos efectos dinámicos, como los de competencia, escala e inversión extranjera directa, observados en el nivel empresario, que aun no han recibido la necesaria atención.

Estos han sido diseñados según criterios técnicos y firmados por los Poderes Ejecutivos, sin la participación, en la mayoría de los casos, de los pueblos que aquellos acuerdos involucraban.

Los mayores defectos y problemas de los acuerdos bilaterales o subregionales, son las impuestas por los mismos países, los empresarios locales le temen más a los hombres de negocios de sus países que a los empresarios norteamericanos, europeos o asiáticos.

En otras palabras, para que en nuestros países se haga efectiva la necesaria integración, es indispensable que ésta surja del debate político, tanto nacional como entre Estados socios, y sea ratificada por la ciudadanía en forma democrática.

Hoy en día los nuevos estados americanos tenían prioridades como organizar sus fronteras, afirmar sus autoridades e integrar sus regiones. Todo esto acompañado de grandes conflictos territoriales entre vecinos, impulsados muchas veces por otros países con intereses económicos en la región.

Algunos datos curiosos sobre Latinoamérica. El fracaso del neoliberalismo.

La población de América Latina y el Caribe, es de un poco más de 510 millones de habitantes, presentando los índices más desiguales en la distribución de las riquezas del mundo:
• Según fuentes de la CEPAL el número de pobres alcanza ya un 45% de la población total, suman 224 millones de personas, y de ellas 90 millones son indigentes.
• Más de la mitad del total de pobres e indigentes son niños y adolescentes. Entre el 20% y el 50% de las poblaciones urbanas de la región viven en condiciones desastrosas de hacinamiento masivo, pobreza extrema, violencia y marginalidad; no tienen acceso a servicios básicos de atención primaria de salud ni de saneamiento;
• En las áreas rurales más del 60% no dispone de ellos y el 50% carece de suministro de agua potable.
• Solamente 14 latinoamericanos concentran las mayores riquezas entre las 250 personas más ricas del planeta.
• 1 millón de niños muere por año a causa de la pobreza (casi 2 por minuto).
• Posee reservas de minerales y capacidad energética inmensa, más sufre la falta de industrialización.
• En el continente de mayor reserva de agua potable del planeta (recurso estratégico para un futuro no muy lejano), 165 millones de latinoamericanos, el 30% de la población, no tiene acceso al agua potable, siendo la diarrea infantil la principal causa del deceso de casi 1 millón de niños por año.

Radiografía de Venezuela.
VENEZUELA, estado de América del Sur,
Superficie: 912050 km²;
24 millones 169 mil 722 habitantes (Venezolanos.)
Capital Caracas.
Moneda: bolívar.

• La población, urbana de este país, en un 85%, se concentra en las regiones del centro-norte y el oeste, especialmente en las áreas urbanas de Caracas, Maracaibo y Valencia.

• La agricultura tiene una importancia secundaria y no alcanza a cubrir las necesidades alimentarias de la población; destacan el arroz, maíz, patata, yuca; y entre los cultivos para la exportación, cacao, café, tabaco, algodón y caña de azúcar.

• Cuenta con una ganadería extensiva de vacunos en Los Llanos.

• El petróleo domina la economía venezolana (más de la mitad del valor de las exportaciones); los principales yacimientos se encuentran en las cuencas del lago Maracaibo, Orinoco oriental, Apure-Barinas y Falcón. Las mayores reservas se localizan en la faja del Orinoco. Otros recursos energéticos son gas natural, carbón, hierro, aluminio y la hidroelectricidad (centrales del Guri y Uribante-Caparo). También se extrae aluminio y hierro. La industria, bastante diversificada y en la que destaca la petroquímica, se localiza en la región del centro-norte (área metropolitana de Caracas, eje Valencia-Maracay, Zulia) y en Ciudad Guayana, en el Oriente.

Historia económica de Venezuela:
1498 Los españoles llegaron a Venezuela
1550-1600 Intensificación de la colonización, fundación de Caracas (1567), e inicio de la explotación del cacao, base de la economía colonial.
1786 Audiencia de Caracas. El comercio del cacao estuvo controlado, de 1728 a 1781, por la Real compañía guipuzcoana de Caracas.
1817-1823 Las campañas de Bolívar liberaron Nueva Granada y Venezuela (batallas de Boyacá, 1819, y Carabobo, 1821), que se incorporó a la república de la Gran Colombia.
1847-1858 J. T. Monagas, tras derrotar la reacción conservadora encabezada por Páez (1848), abrió la primera experiencia de gobierno de la oligarquía liberal, en la que se abolió la esclavitud y se impulsó la privatización de las tierras baldías, lo que incrementó la propiedad terrateniente.
1870-1888 El liberalismo se impuso con Guzmán Blanco. Acabó con el caudillismo militar, reforzado desde la época de la Revolución federal, pactó con los caciques regionales la centralización del poder e impulsó un programa de obras públicas, gracias a la expansión de las exportaciones de café.
1908-1935 J. V. Gómez estableció un régimen dictatorial, apoyado en el ejército y los terratenientes; el petróleo pasó a sustituir al café como exportación fundamental, en términos tales además que generó un caudal de ingresos fiscales crecientes que permitió a Gómez potenciar el ejército y articular la red de carreteras del país.
El desarrollo del sector petrolero y la crisis de la agricultura de exportación potenciaron la terciarización y la masiva migración a las ciudades.
1935-1948 Tras la muerte de Gómez, las fuerzas que le apoyaron retuvieron el poder (E. López Contreras, 1935-1941; I. Medina Angarita, 1941-1945) hasta que el golpe militar de 1945 lo entregó a Acción democrática (A.D.), fundada por R. Betancourt, con un masivo apoyo popular, que impulsó el intervencionismo económico del estado, basado en un mayor control sobre los beneficios petroleros.
1958-1978 Un levantamiento popular, con apoyos militares, acabó con la dictadura de Pérez Jiménez y devolvió la hegemonía a Acción democrática.
Rómulo Betancourt (1959-1964) y R. Leoni (1964-1969) prosiguieron la política de crecimiento económico apoyado en los beneficios del petróleo, dependiente por tanto de la evolución del sector Exterior; la nacionalización del petróleo durante el mandato de C. A. Pérez (1974-1979) fue el momento culminante de ese modelo.
1998 El ex teniente coronel golpista Hugo Chávez venció en las presidenciales.

Bibliografía.
• Bosoer, Fabían. Un talón de Aquiles para el Mercosur. Boletín electrónico Safe Democracy. Enero 2007.

• El Pequeño Larousse Interactivo, 2002.

• http://2005.sice.oas.org/geograph/south/integ.pdf

• http://www.saber.ula.ve/db/ssaber/Edocs/pubelectronicas/geoensenanza/vol9num1/articulo4.pdf.

• http://www.monografias.com/trabajos16/alternativa-bolivariana-alba/alternativa-bolivariana-alba.shtml

viernes, 4 de febrero de 2011

30 años de lucha sindical: Levet Gorozpe

Pese a los logros considera que aun hay mucho por hacer

Por Yamiri Rodríguez Madrid.

Desde hace poco más de siete años Enrique Levet Gorozpe es, por segunda ocasión, el líder de los más de 7 mil 500 académicos de la máxima casa de estudios en la entidad.

Desde hace ya varias décadas ha emprendido una lucha por el reconocimiento de los derechos laborales de quienes forman a los futuros profesionistas del estado y del país. Hoy ese esfuerzo se ve materializado en la Federación Estatal de Sindicatos y Asociaciones del Personal Académico de la Universidad Veracruzana, la Fesapauv, de la cual es secretario general.

La labor no ha sido fácil pues no solo hay que intentar satisfacer la demanda de los agremiados sino también ha tenido que luchar con los que se oponen al reconocimiento de las organizaciones sindicales.

“Tenemos la presión de los compañeros que nos exigen cada vez más y por otro lado la negativa de las autoridades a poder conceder todas las demandas que nosotros planteamos”

Una infancia feliz.
Junto con sus tres hermanos, Enrique Levet Gorozpe pasó su infancia y la mayor parte de su adolescencia en la colonia Zaragoza del Puerto de Veracruz, en un departamento que sus padres rentaban.

Como cualquier niño de su edad salía a jugar, en las calles sin pavimentar, al trompo, las canicas y al béisbol son sus amigos de la cuadra: Roberto Bueno Campos y el padre del ahora subsecretario de Finanzas, Javier Duarte. En la playa cercana practicaban el que hasta ahora es su deporte favorito: el fútbol.

Después de la escuela, los cuatro iban al taller de refrigeración de su padre, a hacer la tarea y a ayudarle en los quehaceres del trabajo. Finalmente fue ese lugar el que se convirtió en la empresa de uno de sus hermanos, dedicada a la reparación y venta de equipo de refrigeración, y en un despacho de contadores, propiedad también de otro Levet Gorozpe.

En todos esos años sus padres inculcaron los valores que hoy rigen su vida: trabajo, honestidad y el más importante, la unión familiar, mismo código que es transmitido ahora a sus tres hijos.

El ahora secretario general de la Fesapauv, cuenta que sus materias favoritas durante la secundaria eran las matemáticas y la física, razón por la cual decidió estudiar Ingeniería Mecánica Eléctrica en la Universidad Veracruzana (UV).

Pero además estudió una maestría en Administración de Empresas en el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM) lo cual se convirtió en un paso certero hacia lo que hoy hace.

El inicio de la lucha sindical.
La maestría la cursó gracias a una beca que le ayudó a gestionar el ahora ex rector de la UV y fundador de la Facultad de Economía, Roberto Bravo Garzón. La condición era que una vez concluidos los estudios de postgrado tenía que retribuírselo a la máxima casa de estudios en la entidad, razón por lo cual comenzó a dar clases.

“Esto me permitió que me involucrara en la actividad académica de la Universidad. Justo en el periodo que ingreso empezaron los primeros brotes de la creación de las organizaciones sindicales”.

Y es que en 1973 se conforma el Sindicato de Empleados Técnicos y Manuales, por lo que al año siguiente comenzaron a integrarse diversos grupos de profesores con la intención de constituir una organización sindical que protegiera los intereses laborales de los trabajadores académicos.

En esos años –cuenta-, los grupos estudiantiles tenían mucha fuerza y las condiciones de los académicos eran pocas, pues además de que no había prestaciones para los maestros los salarios se pagaban hasta con dos meses de retraso.

Los académicos estaban expuestos a los caprichos estudiantiles por lo que el ser exigente con sus alumnos podía ser riesgoso para el docente: se podía pedir su destitución.

Por tal razón Enrique Levet se vuelve participe de la constitución de una organización y que esta misma fuera reconocida. Así se convirtió en el tercer secretario general de la Fesapauv por un primer periodo de tres años. Tiempo después fue reelecto por la plantilla académica.

“Desde luego que esto no ha sido fácil pues ha sido producto de una lucha de mucho tiempo, 30 años, de estar batallando con autoridades universitarias, del gobierno federal y estatal”.

Sin embargo revela que fueron esos mismos valores que le inculcaron en el seno familiar lo que lo han mantenido en la lucha sindical, solo que adecuados a las circunstancias: compromiso con las demandas de los trabajadores, responsabilidad en la toma de decisiones y sobre todo, la solidaridad

jueves, 3 de febrero de 2011

El Vocero oficioso de Xalapa

“Triunfar no es acumular riquezas sino poder vivir al servicio de Dios”: Quintín López

Por Yamiri Rodríguez Madrid

Desde hace ya varios años domingo a domingo los medios de comunicación recurren a Quintín López Cessa, quien lo mismo puede hablar sobre temas políticos o sociales, que conservadores o controversiales.

Oriundo de la Ciudad de los Treinta Caballeros, de donde salió a la edad de los 12 años, es hoy la voz de la iglesia, es el vocero de la Arquidiócesis de Xalapa, pero además un reconocido líder de opinión en la ciudad.

El reconocimiento poco le importa, pues para él el verdadero triunfo es poder llegar a ser un buen samaritano, sin importar si se tomaron los votos o no.


Un abarrotero con sotana.
El padre Quintín López Cessa nació en Córdoba, al igual que sus cuatro hermanas y su hermano; en esa ciudad su padre tenía una tienda de abarrotes, justo a media cuadra del mercado municipal, por lo que desde pequeños ayudaban en las labores cotidianas.

Aun con todo el tiempo que les acaparaba atender el negocio, en el seno familiar se procuró una formación moral para los seis hijos del matrimonio López Cessa: acudían a misa todos los domingos y participaban en las actividades de la iglesia.

Una invitación de su primo cambiaría a los doce años su vida, pues fue entonces cuando descubrió que su vocación era la vida religiosa.

“A él lo invitaron, cuando terminó sexto de primaria igual que yo, a algo que llamaban preseminario. Eran quince días de venir a Xalapa para conocer el Seminario y hacer algunas pruebas de capacitación. Él me invitó a mi, me llamó la atención y me quede; mi primo estuvo los quince días y se fue”.

La secundaria la cursó en el Seminario menor; empero el bachillerato lo tuvo que estudiar en el Colegio Preparatorio –la Prepa Juárez-, pues para que les validaran los estudios debían acudir a esas aulas.

Posteriormente, como la mayoría de los religiosos, hizo una licenciatura en Filosofía, además de los rigurosos cursos de Teología, latín y griego; En Roma se preparó como licenciado en Teología Moral, después vino el ministerio sacerdotal.

Años después el padre Quintín considera que los valores que su familia le inculcó han sido trascendentes en el camino recorrido: el trabajo y la honestidad son fundamentales sin importar si se es religioso o no.

Incluso recuerda que siendo seminarista, en sus vacaciones, cuando regresaba a Córdoba, ayudaba a sus padres en la tienda. Lo hizo también después de ordenarse.

“Alguna vez yo recuerdo que siendo niño me puse contento porque una señora dejó en el mostrador el vuelto y yo dije dentro de mí: ya salió esto pero mis padres me dijeron que la alcanzara y se lo regresara, entonces trabajo y honradez fue lo más importante que me enseñaron”.


Vocero oficioso, no oficial.
Tantos años después no imagina su vida sin los hábitos, aunque reveló que estudiando el bachillerato tuvo la precaución de estudiar en el área de Ciencias Exactas, pues año con año en el Seminario se hacía una lista de quienes no regresarían al siguiente, y él siempre figuraba en estas.

“No es que dudara que Dios me llamara pero estudie exactas porque si no seguía estudiaría ingeniería o algo así, aunque lo más probable es que terminara siendo comerciante.”

Ahora la labor de Quintín López Cessa es salir domingo a domingo, a los medios de comunicación, a fijar la postura de la Arquidiócesis de Xalapa en torno a los temas que están sobre la mesa: lo mismo puede ser la píldora del día después o el matrimonio entre parejas del mismo sexo que los cambios al interior de la administración estatal o la contratación de un nuevo préstamo.

Pudiera parecer una tarea difícil, sin embargo el padre asegura que es una labor de lo más sencilla, aunque requiere de toda la confianza del arzobispo, Sergio Obeso Rivera.

“El vocero oficial tiene la responsabilidad de hablar en nombre de la Arquidiócesis de Xalapa y el vocero oficioso es aquel que da una palabra de parte de la iglesia diocesana pero que no la da en nombre de esta, entonces yo propiamente expreso mis opiniones y eso implica la confianza que me tiene el Obispo”.

Para el padre hoy el éxito no es el reconocimiento entre la sociedad que pueden darle sus declaraciones dominicales o la acumulación de los bienes materiales, sino el poder vivir al servicio de Dios y ser un buen cristiano, estar abiertos a la gracia de Dios.

“Todo lo que sucede en la vida personal es bueno porque Dios lo ha permitido, por eso ser cristiano es un gran regalo porque es como tener su sabiduría gratis nada más con una actitud de escucha. Triunfar es poder crecer en el amor a la gente a través de un servicio desinteresado.”

miércoles, 2 de febrero de 2011

El Abogado de Dios

Desde hace más de 20 años el padre Rafael González ha dedicado su vida a un binomio imperfecto, como lo llama él: “hacer santos” y “deshacer” matrimonios.

Por Yamiri Rodríguez Madrid.

A los 15 años sabía lo que quería ser en la vida: abogado, aunque a ciencia cierta no pasaba por su mente que trabajaría con el presidente del más grande corporativo: Dios.

Sí, de la ayuda que le brindaba a su abuelo en Xico en una sección adjunta a una notaría, Rafael González Hernández se convirtió en el Vicario Judicial de la Arquidiócesis de Xalapa y también en el encargado de llevar la causa de canonización de monseñor Rafael Guizar y Valencia.

El llamado de Dios.
El padre Rafael González nació en el seno de una familia de clase media en el municipio de Xico. Su vida, hasta los 14 años, transcurrió como la de cualquier joven de su edad. Al terminar el bachillerato se iría a la universidad, pues estaba firmemente convencido que se convertiría en abogado.

Ocupaba sus horas libres en ayudar a su abuelo en las labores de la sección adjunta de una notaria de don Rafael Luengas y el licenciado Luis Espinosa Gorozpe, hasta que una tarde, llegó de visita al pueblo el padre Lino Larios, en una misión cotidiana para él: pescar almas que se dedicaran al servicio de Dios.

El promotor de vocaciones tuvo tino al dejar caer la red en Rafael González, pues aunque de primera instancia dudó si debía dejar a su familia y marcharse al Seminario Menor, hoy se convirtió en el hombre que durante 20 años luchó para que se santificara a Monseñor Rafael Guizar y Valencia.

“Me dijo si yo quería ir al Seminario y su presencia hizo que yo le dijera que sí, pero sin reflexionarlo. Una semana antes de que entrara yo a la Facultad volvió a aparecer el padre Lino que fue por mí para formalizar las cosas. Ahí me cayó el veinte y al darme cuenta de mi compromiso se me hizo cargo de conciencia decirle que no y me fui”.

Antes de ordenarse sacerdote, el 5 de abril de 1981, tuvo que pasar muchas pruebas, de adaptación, resistencia y de fe. Su padre no le daba más de una semana dentro del Seminario menor, por lo que el Padre Rafael se fijo el reto de permanecer un poco más. Pasó el primer año y no quiso abandonar la vida religiosa por temor a llegar a Xico vencido, por lo que así comenzó a tomarle gusto a sus clases de latín, francés, filosofía y griego.

“Año con año, conforme iba pasando me fui identificando con esto y fue Dios el que me fue llevando así porque por mí mismo no”.

Ya ordenado se fue como Vicario Operador a la Parroquia de San Miguel en Orizaba, la hoy Catedral de esa ciudad, en donde solo permaneció aproximadamente 18 meses pues el señor Arzobispo Sergio Obeso Rivera, le tenía preparada una encomienda que cambiaría todo el sentido de su vida, no sólo la sacerdotal, sino también la personal.

Sacerdote y abogado.
Ataviado con la beca blanca, recuerda que por un tiempo pensó que su anhelo de convertirse en abogado se había agotado, sin embargo la justicia divina se inclinó a su favor.

La llamada que recibió del Arzobispo era para notificarle que haría un postgrado en Derecho en la Universidad Pontificia Gregoriana en Roma, Italia.

“Y le dije un poco extrañado: sí señor y ¿qué quiere vuestra excelencia que estudie?, me dijo Derecho y cuando dijo eso se me vino así como en una película rápida todas mis aspiraciones (…) Luego le dije: Excelencia porqué me dice que Derecho? y me respondió que necesitaban a alguien que se prepare en esa línea para que ayude en el Arzobispado”.

Y aunque monseñor Sergio Obeso le dio un plazo de un día para que consultara la decisión con su familia, no fue necesario, ya que la respuesta fue inmediata.

Desde que tomó los votos el padre Rafael ha tenido diversas tareas al interior de la Arquidiócesis: ha sido párroco en la Iglesia de los Corazones, San Isidro y San José. Fue Rector del Seminario menor por ocho años, Vicario Judicial Adjunto al lado del padre Carlos Valiente y actualmente rector también de la Iglesia de la Divina Providencia.

Antes de la muerte del padre Carlos el padre Rafael González se quedó encargado de anular los matrimonios católicos, pero también, desde hace dos décadas se le dio la tarea que terminará este 15 de octubre: el hacerse cargo de la canonización de Monseñor Rafael Guizar y Valencia.

“Mi oficio sacerdotal se ha resumido ha estas dos cosas, en un binomio imperfecto: hacer santos y a desbaratar matrimonios, aunque una cosa no se lleve con la otra (…) Tengo años trabajando en esto y pido que el Señor me ayude a administrar correctamente la justicia como es debido”.

La misión más grande.
Desde hace ya muchos años, antes de la muerte del padre Carlos, el padre Rafael González ha sido el Vicario Judicial –el que se encarga de anular los matrimonios católicos-, pero también, desde hace dos décadas se le dio la tarea que terminará este 15 de octubre: el hacerse cargo de la canonización de Monseñor Rafael Guizar y Valencia.

El pasado primero de julio el Vaticano le dio la buena nueva a la Arquidiócesis de Xalapa, por lo que una etapa en la vida del padre Rafael está por concluir.

“No aspiro a nada mas dentro de la Iglesia más que a servirle a Dios como sacerdote imperfectamente porque soy humano. Si yo me muero mañana me muero tranquilo porque se que la canonización es el día 15, esa es la meta de mis aspiraciones”.

Ahora, tras la ardua jornada, el padre Rafael González le solicitará al Arzobispo Sergio Obeso que le permita retirarse un tiempo, a una iglesia o una capilla, para reflexionar en paz y soledad con Dios.