lunes, 28 de febrero de 2011

Una interpretación del texto de Vicente Palacio de Oteyza...

La imagen imperial del nuevo orden internacional:

¿Es esto realismo político?


El artículo publicado por Vicente Palacio de Oteyza, coordinador del Observatorio de Política Exterior Española (OPEX) de la Fundación Alternativas, se centra básicamente en el imperialismo estadounidense y su vinculación con las doctrinas tradicionalistas.

Como ejemplo e introducción del mencionado escrito el también articulista del periódico español El País da cuenta de cómo lo que sucede en nuestro vecino país del norte impacta las agendas globales. Un claro ejemplo de lo anterior fue lo sucedido tras los ataques terroristas del 11 de septiembre, el reforzamiento de las políticas y medidas de seguridad de un país que se creía infranqueable y la copia que hacen otras naciones que temen ser blanco tras haberle metido una zancadilla al gigante.

Aunado a lo anterior hay que mencionar que con la llegada de la administración republicana de George W. Bush, los cimientos del sistema estadounidense comenzaron a tambalearse después de un periodo de estabilidad cercano a los trece años –tras la caída del muro de Berlín-, esto claro, posterior a la guerra fría.

Es por ello que Vicente Palacio, quien también es Integrante del departamento de Ciencias Políticas de la Universidad Autónoma de Madrid, se adentra en la teoría del realismo político y el orden internacional, al establecer que al término de la guerra fría surgen tres imágenes realistas del orden internacional y sobre las cuáles se centra el tema: la geoeconómica, la multipolar y la unipolar.

En lo que concierne al primer punto –la imagen neoeconómica-, el autor refiere a una globalización dispar en la que las naciones buscan la supremacía económica o militar por regiones, sacando ventaja en la adquisición de mano de obra o materia prima.

El ejemplo más cercano es el liderazgo que ocupa los Estados Unidos en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCN), aunque en un principio el acuerdo comercial comprometía ventajas por igual a las naciones participantes, al final no ha logrado reducir las brechas económicas y tecnológicas tan solo entre la Unión Americana y México: potencias mundiales haciendo negocios con países en vía de desarrollo.

Cabe aclarar que tal situación no es privativa de los Estados Unidos, pues hay otros bloques que hacen contrapeso como la Unión Europea o las Tigres Asiáticos y que incluso han derivado en conflictos de orden económico por las políticas proteccionistas de los países con poderío económico y político.

En lo que hace a la imagen multipolar aquí el peso de la teoría recae en el factor militar. El político estadounidense Henry Kissinger juega un papel fundamental en esta parte del ensayo pues es quien remite al sistema multipolar europeo, un concepto “romántico” –por así llamarlo-, que establece un nuevo ordenamiento moral.

A decir de Vicente Palacio tras la Guerra Fría los realistas apostaban por esta imagen en la que un grupo de naciones se unirían en una especie de bloque en el cual evitarían que surgieran enemigos a ellos, y por enemigos puede entenderse en el plano militar, económico o político. En síntesis es la flexibilidad de alianzas en las grandes potencias para garantizar su rol en el contexto internacional.

Ejemplo de lo anterior son los nexos establecidos entre los Estados Unidos y países de la Unión Europea. La relación trasatlántica, como la llama Palacio, tiene por objetivo preservar lo que ellos llaman el orden mundial: a Estados Unidos le conviene mantener un fuerte aliado mientras que la Unión Europea tiene que mantenerse alerta de aquellas naciones ex comunistas y al regreso de esas políticas previas a la Guerra Fría.

El caso Asia no está alejado de lo mencionado anteriormente debido al temor que tienen las potencias de ese continente ante el crecimiento de China. Ante este panorama Henry Kissinger recomienda continuar con la triangulación entre estos tres poderosos bloques.

Hay también que mencionar las opiniones de Kenneth Waltz, uno de los estudiosos más prominentes de las Relaciones Internacionales, quien señala el surgimiento del nuevo reparto del poder. Para él Estados Unidos está a la cabeza de los países con un gran poderío por lo que aquí no figuran los bloques o las regiones, sino cada nación per se. La principal competencia entre las naciones se gesta en el plano militar y de la seguridad por lo que predice que tanto Japón como Estados Unidos se emanciparán del líder americano para convertirse en potencias económicas y nucleares. China y Rusia jugarán el papel de contraparte de estas figuras.

Por último, en lo que hace a la imagen unipolar, Vicente Palacio menciona que en esta Estados Unidos se plantea como garante del orden internacional, precepto que a mi juicio, es el que se cumple, pues ha intentado ser referí en conflictos en los cuáles no había tenido porqué inmiscuirse.

Sobre esto, el estudioso español señala que hipotéticamente se ha creído que este liderazgo estadounidense en el plano económico, militar, político y tecnológico ha durado ya varias décadas por lo que no hay un competidor verdadero para la nación.

Sin embargo, es un precepto contra natura, por lo que no era necesario ser un erudito para saber que tarde o temprano el país más poderoso terminaría siendo vulnerable, tal y como lo hemos podido constatar tras la caída de las torres Gemelas de Nueva York.

La psicosis en la que ha vivido el gobierno y sus pobladores han mostrado la vulnerabilidad de los estadounidenses por lo que al igual y como lo establece Vicente Palacio, las imágenes del imperialismo estadounidense están por cambiar alterando a su vez el orden internacional de las primeras décadas del siglo XXI.

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