martes, 16 de enero de 2018

Inundaciones, deslaves y asentamientos irregulares, otro gran reto para los presidentes municipales




Por Yamiri Rodríguez Madrid



Si bien es cierto que Veracruz es uno de los estados que más ha avanzado con sus atlas de riesgos municipales, lo es también el hecho de que es una de las entidades a las que más le pegan los fenómenos naturales.

La semana pasada, el Instituto Belisario Domínguez, del Senado de la República, publicó un estudio de los desastres y fenómenos naturales que se presentan en nuestro país, en el que se señala que tan solo en 2016, los estados más afectados por las lluvias severas e inundaciones fueron Puebla (con pérdidas de 2,092 mdp); Guerrero (1,871 mdp); Durango (1,422 mdp), Campeche (1,047 mdp), Chihuahua (833 mdp), Chiapas (337 mdp) y, por supuesto, Veracruz (269 mdp) esto con base en datos del Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED).

Peor aún es que en ese mismo año, las inundaciones cobraron la vida de 13 veracruzanos. Así, al ser Veracruz una de las entidades más vulnerables ante posibles fenómenos naturales climatológicos por su posición demográfica, su situación de pobreza, así como su capacidad de recuperación ante una situación de desastre, esto representa un gran reto para las nuevas autoridades municipales.

Si bien la gran mayoría de ellos cuenta ya con su Atlas de Riesgo, es necesario actualizarlos pues muchos de sus antecesores, se hicieron de la vista gorda o, hasta fomentaron, los asentamientos en zonas de alto riesgo.

Pero además, conforme pasan los años, los ductos de Pemex que atraviesan a la gran mayoría de los municipios veracruzanos, se vuelven una bomba de tiempo, aunado al problema de los huachicoleros, por lo que es otra luz en el semáforo de las advertencias que habría que tomar en cuenta y mapear en el Atlas.

Parte de los presupuestos de los próximos 4 años se tiene que destinar a infraestructura que ayude a mitigar el impacto de las lluvias torrenciales: muros de contención, drenajes y desazolves de los mismos.

En este último punto todos llevamos responsabilidad pues después de cada inundación son varias las toneladas que se sacan de las coladeras y esa basura llega ahí porque a alguien se le hizo fácil arrojarla a la banqueta.

Las lluvias son el pan nuestro de los veracruzanos, procuremos entonces mitigar sus efectos.

@YamiriRodríguez

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