jueves, 29 de junio de 2023

Carreteras veracruzanas, riesgo para el conductor

 

Yamiri Rodríguez Madrid

Este martes 27, de regreso de un viaje por carretera desde el centro del país, ya casi para llegar a Xalapa, tomamos el Libramiento por ser la vía más rápida y, supuestamente, la más segura; dicho sea de paso, es también un tramo muy caro.  Sin embargo, a escasos metros de la caseta hay un puente que comunica, supongo, a las localidades asentadas a los lados de esta arteria; desde este arrojaron una piedra sobre el vehículo en el que viajábamos.  Su mala puntería evitó que golpeara el parabrisas, el medallón o el toldo; cayó sobre una portezuela trasera, dejando unos rasguños.

Eran apenas las cinco de la tarde. Tras escuchar el golpe, quien conducía miró por el espejo retrovisor y vio las cabezas de las personas que se asomaban. No supimos si eran algunos ociosos tirando piedras o malosos con otras intenciones. Al llegar a la caseta reportamos la situación, pero el joven en turno, con total indiferencia se volteó y dijo que lo checaría.  En todo el trayecto hasta llegar a Banderilla no había una sola patrulla vigilando la zona. La Guardia Nacional nos envió un tweet diciendo que mandarían una unidad a revisar.

Lo cierto es que este tipo de prácticas desafortunadamente se vuelven recurrentes en las carreteras veracruzanas. Hace un tiempo, en Rinconada, por ejemplo, gente se subía a los puentes y tiraban piedras a quienes conducían por la carretera de cuota.   Hay otros tramos carreteros donde, reportan, están tirando naranjas que van rellenas de clavos y picos que ponchan llantas y obligan a detenerse.

Lo que más molesta es que de ese viaje de carretera, salimos de nuestro destino a las 10 de la mañana. Entramos al Arco Norte antes de las 12, y unos metros antes de la primera gasolinera el tráfico avanzaba a cuenta gotas por un accidente. Dos horas después, cuando llegamos al punto del accidente, era un tráiler que transportaba piezas metálicas.  La cabina y parte de la caja se incendió. La rapiña estaba a todo lo que daba; camionetas estacionadas en batería cargando las piezas y unos sujetos, con hachas, intentaban sacar hasta el metal de la caja para venderlo después. El trailer tenía horas que se había apagado, pero seguía estorbando un carril; la Guardia Nacional estaba 5 o 6 kilómetros adelante, infraccionando a los que pasaban hechos la mocha después del accidente. Así se custodian las carreteras en el país y en Veracruz.

Circule con mucha precaución.

@YamiriRodríguez

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