Yamiri Rodríguez Madrid
Si la empresa española Moneyman
creí que con sacar un escueto comunicado pidiendo disculpas los veracruzanos
nos íbamos a quedar conformes, estaba más que equivocada; tras su insulto al
pueblo totonaco, esto apenas empieza.
Para quienes aún no se han enterado de lo
sucedido, esta empresa que se dedica a los préstamos sacó un spot en el que el
actor Arath de la Torre dice que lo que tienen en común dichos préstamos con
las vueltas que dan los danzantes veracruzanos es que generan cero intereses.
Inmediatamente vino la reacción contra el cómico y contra la compañía tanto en
redes sociales como por parte de actores políticos, incluido el propio
gobernador Cuitláhuac García Jiménez y el Instituto Veracruzano de la Cultura
(IVEC).
Orillados por la presión social, que ya
hasta firmas estaba pidiendo a través de la plataforma Change.org para cancelar
el anuncio y exigir una disculpa pública, en su fanpage Moneyman pidió
una raquítica disculpa y afirmó que lo bajaría de todos los medios donde se
publicó, pero la ofensa ya estaba hecha.
Hace unos días, el consejo totonaco
anunció que recurrirían a la UNESCO con su demanda, pues la empresa pasó por alto
que desde 2009 la danza de los voladores fue inscrita en la lista
representativa de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad; que los
publicistas de Moneyman y sus directivos sean neófitos de este tema, no
los exenta de su terrible falta.
Cuando quedó inscrito, se explicó que la
ceremonia ritual de los voladores es una danza asociada a la fertilidad que los
totonacos para expresar el respeto profesado hacia la naturaleza y el universo
espiritual, así como la armonía con ambos. No se trata de una reacción exagerada; pasar
por alto su falta de respeto sería abrir la puerta para que cualquiera venga
-nacional o extranjero- a pisotear nuestras costumbres y tradiciones, nuestras raíces
que tenemos que seguir preservando más allá de la indiferencia e ignorancia de
algunos.
@YamiriRodriguez
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