Por Yamiri Rodríguez Madrid
En medio de las campañas políticas, para
muchos, pasó desapercibida la incidencia delictiva del pasado mes de abril,
dada a conocer como cada mes, por el Secretariado Ejecutivo del Sistema
Nacional de Seguridad Pública.
De acuerdo con su corte del cuarto mes de
este 2021, en todo el país se perpetraron 75 feminicidios; de los cuales 6
fueron en Veracruz, pero si revisamos el acumulado anual van 311 en todo México
y 28 en esta entidad.
En los medios nacionales ha acaparado la
atención el caso del asesino serial de Atizapan, casi 27 años después de que
presuntamente cometió su primer feminicidio, se le pudo frenar. Más allá del
morbo que esto genera en la gente, debe llamar nuestra atención la lentitud de
nuestras autoridades para atender los reportes de desapariciones, los
asesinatos de mujeres.
Tenemos aquí el caso de Monse y su
presunto asesino Marlon N. uno de los más recientes, pero desafortunadamente,
no el único sin resolver en la entidad.
Han sido tantos los feminicidios que, si no fuera por los colectivos,
por los observatorios, las autoridades ya nos habrían hecho perdediza el número
de casos.
Y, como cada mes que abordamos esta
problemática, sigue permeando el desinterés de las autoridades federales y
estatales, sin estrategia alguna para frenarlos, sin campañas de las dimensiones
acordes al tamaño de nuestro problema para orientar a niñas, jóvenes y mujeres
sobre cómo actuar ante los diferentes tipos de violencia, sin pronunciamiento
alguno, sin cabeza en el Instituto Veracruzano de las Mujeres.
Pareciera que si fuera decisión del
secretario de Gobierno, Eric Cisneros Burgos, ya habría desaparecido dicho
instituto y lo habría convertido en jefatura de departamento, pues hasta se
molesta cuando se le pregunta cuándo nombrarán a la titular. Así es la importancia que le dan a los 28
feminicidios documentados en lo que va de este 2021.
@YamiriRodriguez
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