Yamiri Rodríguez Madrid
¿Se han fijado que Xalapa
se está convirtiendo en una enorme plancha de cemento? Hace apenas unos días
tuvimos en la región hasta 35 grados, temperaturas que hace 10, 15 o 20 años
eran inconcebibles; esos años dorados en los que el chipi chipi era el sello de
Xalapa, hoy muchos los añoramos.
En redes alguien escribió
que el calor que ahora padecemos, son los árboles que se han cortado, pero
seguimos sin entender. La actual administración municipal morenista, que
encabeza Ricardo Ahued Bardahuill, iba viento en popa hasta que se topó con los
temas ambientales.
Hace unos días un grupo
de ambientalistas se inconformó, con justa razón, por la devastación que se
hizo en un extenso predio del boulevard Europa, en Las Ánimas, para construir
un centro comercial donde habrá otro Chedraui Selecto, un Café Don Justo y un
gimnasio Fit, según las lonas con las que han tapizado los propietarios, para
medio tapar los trabajos que ahí se realizan.
Quienes circulan por ahí
diariamente pudieron comprobar la cantidad de camiones con leña que salieron
del predio, el cual quedó pelón para construir otra plaza más en la zona y, es
probable que como ha sucedido en otras ocasiones, una vez concluida la
edificación, nada más siembren un par de
palmeras de decoración, luego de haber talado más de un centenar de árboles.
Lo cierto es que Ricardo
Ahued nunca ha tenido interés por la agenda ambiental. Acuérdese que la primera
vez que fue presidente municipal de Xalapa taló una cantidad importante de
árboles en la avenida Xalapa y 20 de noviembre para ampliar avenidas. ¿Reforestar? Parece que tal palabra ni le
suena. Ahora, ante esta tala, se han
volteado los funcionarios municipales hacia otro lado e incluso, el director de
Desarrollo Urbano, José Miguel Torres Cházaro, dijo que el Ayuntamiento no dio
el permiso, pero que tampoco está prohibido; el mal de la Chimoltrufia que a
como dice una cosa dice otra.
Y ante las voces en
contra que se van sumando, la autoridad municipal actúa en el juego infantil de
la papa caliente, la responsabilidad se avienta para todos lados. Probablemente sea cierto que los permisos se
dieron en el pasado, pues ésta lleva apenas 5 meses en el cargo, pero es hoy a
la que le toca arreglar la situación.
¿Sabe qué es lo peor? Que
ese desdén por una verdadera agenda ambiental es mal de prácticamente todas las
autoridades municipales. En aras del desarrollo, se permite acabar con los
pocos espacios verdes que aún quedan en las ciudades. Nadie está en contra de éste, pero hay que hacerlo
con planeación y remediación.
Cuando se sienta
acalorado busque la sombra de un edificio, de una plaza, a ver si es lo mismo
que los árboles que alguna vez dieron identidad a estas ciudades de concreto.
Como si una cortina metálica fuera el hogar ideal de aves; como si un letrero
en neón permitiera alimentarse a abejas, mariposas y otros insectos.
@YamiriRodriguez
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