Yamiri Rodríguez Madrid
Se esté a favor o en contra del aborto,
este martes 20 de julio pasó a la historia, pues Veracruz se convirtió en la
cuarta entidad en reformar su Código Penal en materia de derechos reproductivos.
Junto con Ciudad de México, Oaxaca e Hidalgo, ahora en nuestra entidad las
mujeres serán libres de decidir sobre su cuerpo antes de las 12 semanas de
gestación; si interrumpe su embarazo después de ese periodo, entonces sí habrá
cárcel.
Sin duda alguna es un paso importante en
la lucha por la equidad de género, pues mientras en las cárceles veracruzanas
hay mujeres pagando condenas de hasta 6 años por haber abortado; en las calles
andan sueltos violadores y feminicidas y, dicho sea de paso, el delito de
violación en este estado, en los primeros cinco meses del año, aumentó en 30.5
por ciento. De acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema
Nacional de Seguridad Pública, de 2015 al 31 de mayo pasado, se iniciaron 172
averiguaciones previas por abortos, incluidos espontáneos o embarazos
fortuitos.
Es también un tema de salud pública pues,
de 2017 a 2019, en Veracruz hubo 21 mil 287 nacimientos en los que las madres
tenían menos de 19 años, principalmente en el Puerto de Veracruz, Xalapa,
Coatzacoalcos, San Andrés Tuxtla y Córdoba.
No, no fueron mayoritariamente en las zonas indígenas o serranas, sino
en las principales ciudades de nuestro estado.
Junto con el segundo lugar nacional de embarazos adolescentes, nuestro
estado tiene el primer lugar nacional en tasa de fecundidad: 2.14 nacimientos
por mujer contra 1.94, que es la media nacional. A eso sumemos que somos tercer
lugar nacional en muerte materna, esto de acuerdo con datos del INEGI, del
Consejo Nacional de Población (CONAPO) y de la Secretaría de Salud.
Como bien apuntaron los colectivos
feministas y los legisladores que la aprobaron, se trata de una iniciativa de
avanzada, que permite a las mujeres decidir sobre su futuro y, a muchas otras embarazadas
seguir con el suyo, aunque muchos en su entorno no lo quieran.
Se trata de un tema polémico que nos ha
confrontado como sociedad, pero del que debemos reflexionar más allá de nuestra
propia realidad. El que se haya
modificado la ley no quiere decir que habrá una enorme fila de veracruzanas
esperando su turno para abortar, porque para el cuerpo de la mujer es un
impacto, porque para ella es una marca que no se borrará. Son las circunstancias
de cada una las que la orillan a tomar una decisión nada fácil: el haber sido
víctima, el temor a la familia, la falta de apoyo por parte de su pareja, la
carencia de recursos, entre un largo etcétera de razones que solo quien está
gestando en su cuerpo puede entender.
No se a usted qué le parezca peor: que una
mujer decida sobre su cuerpo o ver niños en las calles padeciendo hambre, pobreza
y ultrajes. Ya está en cada quien.
@YamiriRodriguez
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