viernes, 12 de julio de 2019

Un Veracruz de contrastes


Por Yamiri Rodríguez Madrid
Todo pasa en Veracruz y por Veracruz.  Esta semana que está a punto de concluir es una muestra de eso. Por un lado, se suscitó un nuevo escándalo en la reclusión del ex gobernador Javier Duarte de Ochoa, quien soltó una serie de acusaciones contra ex funcionarios federales peñistas, a quienes acusó de haberle sacado dinero.
Como si fuese una historia interminable, el relato del priista pasó a segundo plano por el cambio en el gabinete presidencial; de lo contrario hubiese avivado la llama de todos los abusos que se han dado en las estructuras gubernamentales, aunque el único sentimiento que generó entre los veracruzanos es que esta entidad ha sido un botín interminable.
Pero otro hecho que se tornó nacional fue el de la riña donde un hombre perdió un ojo y otro irá a la cárcel, por un cajón de estacionamiento, un botón de muestra del nivel de agresividad, de violencia que se vive en Veracruz. No son las ejecuciones diarias, las disputadas entre cárteles, sino la reacción que un ciudadano promedio llega a tener por algo tan banal como un espacio para estacionar.
Ver al hombre alegar, con el cuchillo clavado en la cuenca ocular, parecía una historia inverosímil, sin embargo, caló en el sentir de los veracruzanos, quienes ahora salimos a las calles con mucho mayor cautela, con una sensación de que hoy debes cuidarte de cualquiera y no nada más del hampa.
Estos dos sucesos hicieron que la historia de Ninel, una niña de la Sierra de Zongolica, campeona de oratoria, pasara prácticamente desapercibida. Escucharla a su corta edad razonar sobre el por qué combatir la violencia de género, nos hace recobrar la fe en que el estado recuperará su grandeza, en que no todo está perdido.
Ojalá Veracruz deje de ocupar los titulares nacionales.  Como en el caso de los dos hombres de la riña o en el de Ninel, somos los ciudadanos, y no el gobierno, los responsables o la solución a nuestros problemas.
@YamiriRodriguez

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