Yamiri Rodríguez Madrid
En uno de los días mas cruciales para el país, cuando en el
Senado de la República se iba a discutir la Reforma Judicial, el veracruzano Miguel
Ángel Yunes Márquez se volvió a acordar que estaba enfermo y se ausentó de la
sesión. Para eso dejó fuera a panistas de cepa, a veracruzanas y veracruzanos
que verdaderamente tenían el interés de representar al estado, al país y de ser
oposición. Pero lo que no cuesta, fácil se entrega.
El papel del expresidente municipal boqueño ha sido por
demás patético en las últimas semanas y, lo que es peor, deja colgado a su
grupo, a quienes le dieron su voto de confianza y, por supuesto, a las
dirigencias estatal y nacional del partido, por haberlo seleccionado como
candidato por encima de muchos otros.
Todavía un día antes de la
discusión, el excandidato priista a la gubernatura del estado, Pepe Yunes, metía
las manos al fuego por él al escribir en sus redes sociales: “El duro golpe que
ayer en comisiones asestó Morena al PJF, en breve lo revertirá el voto unánime
y valiente de la oposición en el pleno del Senado. No tengo la menor duda de
que así será. Quienes hicimos campaña electoral, lo hicimos para proteger las
instituciones democráticas”. Hoy el
caballero peroteño se tuvo que tragar sus palabras.
Su tío Héctor Yunes, diputado
local plurinominal del PRI, quien bien lo dijo, lo conoce desde la cuna, también
afirmaba que sabía “de su compromiso y lealtad con valores como la libertad, la
justicia y la democracia. No tengo duda de que, en las próximas horas, se
pronunciará para ratificar su posición respecto de la tóxica reforma judicial
que impulsa el oficialismo...”
Mucho se especuló que se iría a
Morena o al PVEM -que para el caso es lo mismo-, pero no solo sería su fin
político -claro, siempre preferible a pisar la cárcel al hacerle efectivas las
denuncias en su contra-, sino que también era un golpe para el partido
oficialista pues como, aquel que llamó públicamente al presidente “viejo guango”,
ahora estaría en sus filas. Ese que era
el enemigo político número uno, iba a acudir a reuniones y mítines con ellos.
Por eso el inverosímil argumento
que usó para no presentarse semanas atrás en el juzgado, regresó: su mal de
espalda. Lo curioso es que Miguel Ángel es un hombre aún joven -nació en el
75-, que siempre ha estado en buena forma y tiene la fortuna de gozar de una
excelente salud. Incluso, antes de su tema legal estaba jugando paddel en
Boca. Concediéndole el beneficio de la duda de que
se puso mal, como el exgobernador priista Miguel Riquelme-, ¿por qué no grabó
un video, se comunicó con la gente de su partido, con sus compañeros del
Senado?
Cobardemente mandó una misiva al
Pleno solicitando licencia el día en que lo necesitaban, en el que podía
mostrar su verdadero patriotismo. Acto seguido, su papá, el exgobernador Miguel
Ángel Yunes Linares rindió protesta; entró acompañado de los senadores de Morena;
Adán Augusto López le dio un fuerte abrazo, lo que desató los abucheos e ira de
los panistas: de traidor no lo bajaron.
Llegó a usar la tribuna, con
total desfachatez, a defender a su hijo, a quien dijo lo han estado agrediendo.
Se le fue de filo a Marko Cortés a quien le reviró que el cobarde y traidor era
él, no su hijo. Que a su familia nadie los ha doblado y que seguirán en Acción
Nacional, porque el partido es de todos y ahí seguirán. Y todavía, se atrevió a
decirle al dirigente nacional que gracias a su hijo es que él también era
senador y su hermano diputado. Que quien
debe ser expulsado es Marko y no ellos.
Hasta las manos le temblaban del coraje que traía atravesado. “No soy traidor por no estar con ustedes”,
les soltó.
Lamentable para los pocos panistas
que quedan escuchar la confesión de partes de Yunes y de Marko, de cómo la
camarilla se repartió los cargos y todo lo que hicieron y deshicieron en
Veracruz. Este martes, se terminó la
oposición en Veracruz.
Esos son los Yunes, de cuerpo
completo. Ya fueron priistas, de Nueva
Alianza, panistas y lo que les garantice seguirá. Para eso querían el Senado, que nadie se
diga sorprendido.
@YamiriRodriguez
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