jueves, 11 de junio de 2009

Cadena perpetua: ¿Un freno para los secuestradores y homicidas?

Veracruz fue la primera entidad en el país en incluir dicha sanción en su Código Penal



Por Yamiri Rodríguez Madrid

En América Latina, México ocupa el primer lugar en cuanto a mayor número de secuestros registrados, sin que la mayoría de las bandas delictivas sean capturadas. En Veracruz, si bien no se trata de un problema mayor, se han tomado cartas en el asunto para impedir que el hampa continué ganando terreno.
De esta manera, si los secuestradores son agentes en activo o fueron integrantes de instituciones de seguridad pública, o bien, si el delito se cometa en contra de mujeres, de menores de edad, adultos mayores o personas que sufran alguna discapacidad o limitación severa, y cuando además del rapto se lesione gravemente a la víctima o se le prive de la libertad, serán condenados a prisión vitalicia.
Sin embargo, hay quienes se cuestionan: ¿Será esta la solución a un problema creciente?

La triste historia de Karina…
Era un jueves de junio. Karina Reyes Luna, una joven de 25 años, se despertó con la misma alegría de todos los días. Se atavió de una blusa negra y una falda vino y se fue al salón de belleza, sin imaginarse que en sólo unos instantes unos sujetos la raptarían y asesinarían a sangre fría.
Su cuerpo fue encontrado unos días después dentro de una bolsa de plástico, en una barranca del tramo carretero Acultzingo-Tehuacán. La ahorcaron aún y cuando se dice, su familia –propietaria de universidades privadas-, ya habían pagado un millón y medio de pesos por el rescate.
Pese a la indignación que causó entre los veracruzanos el secuestro y muerte de su sobrina, el Arzobispo de Xalapa, Monseñor Hipólito Reyes Larios, asegura que el perdón ha llegado a su corazón.
“El perdón debe ser para todos. San Pedro le preguntó a Jesús cuántas veces debía perdonar a sus hermanos, si hasta 7 veces, y Jesús le contesta que no sólo 7, sino 70 veces 7. El perdón entre los humanos siempre debe existir y la base es que si nosotros recibimos un perdón mayor que es el de Dios, a pesar de lo pillo que somos cada uno de nosotros, por eso el perdón debe estar siempre presente”,
Aunado a lo anterior, ara el religioso, resulta positiva la medida a aplicar a todos los secuestradores –aunque hay que recordar que la ley no es retroactiva-, más hizo un llamado a redoblar la vigilancia y una cultura del autocuidado.
“En el caso de mi sobrina se están haciendo las investigaciones pertinentes, han visto a muchas personas, pero hasta el momento no se tienen resultados contundentes (…) Es un caso entre muchos”, añadió.
A la fecha, hay tres detenidos por este caso.

Los antecedentes
México, según datos de diversas organizaciones civiles como Pax Christi, es el líder en América Latina en cuanto al número de secuestros -4 al día en promedio-, muy por encima, incluso, de Colombia. Fue a partir de la década de los 90’s cuando dicho ilícito comenzó a azotar al país, siendo una de las primeras bandas en operar la de Daniel Arizmendi, mejor conocido como el Mocha-Orejas.
En Veracruz, dicho problema social comenzó a resentirse en el 2000, por lo que el entonces Gobernador, Miguel Alemán Velazco, envió una iniciativa al Congreso Local –misma que fue aprobada-, para congelar las cuentas y bienes inmuebles, de los familiares de víctimas del secuestro y de esta manera frenar el ilícito.
En julio pasado, el mandatario veracruzano, Fidel Herrera Beltrán, envió a la LXI Legislatura Local una iniciativa para reformar los artículos 220 y 220 bis Código Penal del estado para establecer el delito de extorsión y la tentativa de extorsión con una sanción de 100 años.
Pero los raptos en todo el país continuaron; sin embargo, a inicios del mes de agosto, tras el secuestro y muerte del joven Fernando Martí, hijo de un prominente empresario de la capital del país, el Presidente de la República, Felipe Calderón Hinojosa, propuso la aplicación de la cadena perpetua en el país.
A una semana de su llamado, el Estado de Veracruz se convertía en la primera entidad en el país en modificar sus ordenamientos a fin de aplicar la prisión vitalicia en su estado, pues según algunas encuestas, 7 de cada 10 ciudadanos demandan a los gobiernos aplicar mano dura a secuestradores y homicidas, pues en Veracruz, hasta hace unos días, la pena máxima era de 70 años.
Así, los plagiarios de Karina Reyes Luna podrían ser los primeros a quienes se les imponga tal sanción.

La reforma
Por este y muchos otros casos, el 14 de agosto de 2008, diputados locales aprobaron por mayoría, la iniciativa del gobernador Fidel Herrera Beltrán, para reformar los artículos 48 y 163 del Código 586 penal del Estado de Veracruz, es decir: la prisión vitalicia.
Y es que ante el incremento en la comisión de delitos privativos de la libertad –señala la exposición de motivos-, el Estado de Veracruz tiene el deber de reformar sus leyes con el fin de incrementar las penas que se impondrán a quienes los cometan.
“En lo que hace al secuestro, éste constituye una modalidad de los ilícitos comprendidos en el titulo de los delitos contra la libertad, cuya gravedad consiste no sólo en causar daños muy severos o irreparables a sus víctimas y sus familias, sino por la sensación de inseguridad que genera a toda la sociedad, que se ha venido acentuando en tiempos recientes, al haberse evidenciado un alto grado de impunidad de estas conductas criminales”.
Por esto, los agentes en activo o fueron integrantes de instituciones de seguridad pública –sea estatal o federal o de alguna de las áreas de administración de justicia o readaptación social-, o bien, si el delito se cometa en contra de mujeres, de menores de edad, adultos mayores o personas que sufran alguna discapacidad o limitación severa, y cuando además del rapto se lesione gravemente a la víctima o se le prive de la libertad, serán condenados a prisión vitalicia.
Pero la pena máxima será también impuesta en los casos de homicidio calificado. El artículo 132 del Código Local Penal señala que a quien prive de la vida a su ascendiente o descendiente consanguíneo en línea recta, hermano, cónyuge, concubina o concubinario, adoptante o adoptando, sabiendo esa relación, se le impondrán de 10 a 70 años de prisión y multa de hasta 500 días de salario mínimo, si además en la comisión del homicidio se actualizan 4 o más de las circunstancias agravantes señaladas en el artículo 144, se le impondrá de 30 años a prisión vitalicia.
Tras su aprobación, ahora será necesario modificar otras leyes secundarias, como la de Ejecución y Sanciones, pero sobre todo como cita la propia propuesta del Gobernador, combatir con eficacia y profesionalismo policial los delitos de esa naturaleza: el manejo de avanzados instrumentos técnicos y procedimientos de investigación, la modernización de los procesos penales y el combate decidido y coordinado entre todas las autoridades competentes del país, en contra del crimen organizado.

Los pros y los contras de la prisión vitalicia
Con esta nueva pena, las bancadas del PRI y del PAN en la Sexagésima Primera Legislatura Local esperan reestablecer el tejido social.
Francisco Portilla Bonilla, Presidente de la Comisión Permanente de Justicia y Puntos Constitucionales, externó que se trató de un reclamo social, aunque ahora viene un trabajo complementario a realizar para poder aplicar la prisión vitalicia.
“Se necesitan cárceles especiales y sobre todo, que durante su reclusión realicen trabajos que permitan su manutención; es necesario además contar con mecanismos que eviten que se realicen llamadas a celulares desde los penales para evitar que desde ahí sigan delinquiendo”.
Por su parte, el líder de la bancada albiazul, Víctor Alejandro Vázquez Cuevas, se congratuló que Veracruz haya adoptado esta medida pues con esta se le proporcionan al Estado funciones de defensa hacia el ciudadano.
“Esto es algo que hubiéramos preferido no hacer pero el ataque de la delincuencia es fulminante y nuestra respuesta no puede ser menor”.
Entre los contras de la aplicación de la cadena perpetua destaca la necesidad de un mayor presupuesto para la manutención de los reos. José Alberto Herrera Ruiz, director del Penal de Pacho Viejo, expuso que en promedio, diariamente, se requieren entre 80 y 90 pesos para alimentarlos.
Se les da una comida completa. De desayuno pueden ser huevos a la mexicana, en la comida un guiso con carne y en la cena algo ligero con té o café, además de que tienen atención médica, psicológica y jurídica“, indicó
Tras informar que en dicho Centro de Readaptación Social hay 4 sujetos juzgados por secuestro, el funcionario estatal opinó
“Hay personas que los delitos que cometen son estremecedores, horrendos, además lesionan de una mera pues irremediable a una familia cuando privan de la vida a una persona, o de plano llevan a la quiebra a los familiares de una persona secuestrada, la angustia que genera, merece que sí se contemple una pena ejemplar para inhibir este tipo de conductas”.
Además, durante la sexta sesión extraordinaria, en la cual fue aprobada la reforma, la bancada del PRD, prefirió abstenerse pues algunos de sus integrantes, como Margarita Guillaumín Croda, consideraron que esto viene a poner un freno a la rehabilitación y readaptación de los internos.

Los secuestros en Veracruz
En diciembre del 2006, el empresario ganadero Mauro Loyo Morales, hijo del ex secretario de Salud, Mauro Loyo Varela, había sido secuestrado por 8 sujetos armados en su rancho de Cotaxtla. El monto del rescate se dice, fue pagado en dólares.
Ese mismo mes corrieron la misma suerte el agricultor Modesto Hernández y su hijo Uriel Hernández Arcos, el ganadero Iván Murrieta Sánchez y Oscar Contreras Ávila, contratista de Petróleos Mexicanos (PEMEX). En todos estos casos sí hubo detenidos.
Los empresarios Enrique y Samuel Rodríguez García, originarios de Poza Rica así como un joven de Coatzacoalcos, eran otros casos más. Nadie sabe nada tampoco de la desaparición del administrador de la Aduana de Veracruz, Francisco Serrano Aramoni.

¿Y la pena de muerte?
Pero hay quienes consideran que la prisión vitalicia no vendrá a frenar el secuestro ni en Veracruz ni en México: es necesario aplicar la pena de muerte como en Estados Unidos.
El diputado local priista, Dalos Ulises Rodríguez Vargas, opinó que en algunos casos ameritaría la ejecución, más reconoce que tal medida se ve lejana de aplicar en el país, dado que el credo católico es el que impera y está a favor de la vida.
Otros personajes veracruzanos que se han pronunciado por la pena de muerte son el congresista local de Convergencia, Sergio Vaca Betancourt y el presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Andrés Beceiro López, pues manifiestan que la manutención de peligrosos delincuentes resulta obsoleta.
Y aunque la agenda global va en sentido contrario, la moneda está en el aire, ¿usted qué opina?

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