Casillas especiales, el gran tache del IFE

Por Yamiri Rodríguez Madrid El operar de las casillas especiales en todo el país, fue la muestra de que el Instituto Federal Electoral (IFE), no le apostaba a una alta participación ciudadana. Las maratónicas filas que aguantaron miles de electores, son también muestra de un México que opina, se interesa, en el rumbo que habrá de tomar los próximos seis años. Lo lamentable del caso es que está historia del desabasto de boletas en casillas especiales es la misma de cada proceso: kilómetros de filas y muchos electores molestos que no alcanzan, por más temprano que lleguen, una de las 750 papeletas que ahí se disponen. En el caso xalapeño hubo personas que esperaron 8 horas para ejercer su derecho a elegir a sus próximos representantes populares y otras que ante la inoperatividad, decidieron bloquear por horas el centro de la ciudad e, incluso, apostarse en la sede del órgano electoral en señal de protesta. Tres mil 750 boletas electorales resultan insuficientes en una ciudad que sobrepasa tranquilamente el medio millón de habitantes. Tres mil 750 boletas son nada en una ciudad como Xalapa que se caracteriza por una población flotante. Pero insisto, el problema no es únicamente de la capital veracruzana, en todo el país la misma situación se replicó, y el IFE aguardó en la misma pasividad del proceso anterior, y del anterior, y del anterior. Esto también demuestra la apatía de la ciudadanía y lo fallido de las campañas, para efectuar su cambio de domicilio, pues muchos de los que se quedaron en la espera, tienen años radicando en la capital veracruzana. Lo positivo del caso es que en esta ocasión la ciudadanía en verdad se desbordó en las urnas, fueron pocos, los menos, los que anularon su voto, los que lo desperdiciaron votando por Rafa Márquez o Julio César Chávez para Presidente. Fueron unos comicios aseados, tranquilos, con el mínimo de incidentes, los que en cada elección siempre se registran: fue una muestra de civilidad y tolerancia ciudadana. Cabe hacer la mención del papel también que jugaron las redes sociales en este proceso electoral: minuto a minuto, desde que amaneció los twitteros comenzaron a invitar a la ciudadanía a votar, a reportar la tardía instalación de muchas casillas, en las que a los funcionarios se les durmió el gallo, a informar de supuestas anomalías que en todo el país se presentaron. Los medios internacionales estuvieron al pendiente del desarrollo del proceso, y desde que en nuestro país cerraron oficialmente las casillas, estos elogiaban la calma con que se habían llevado a cabo. Así, este domingo el gran triunfador de los comicios ha sido sin duda alguna el pueblo de México, lo que demuestra que como países avanzamos hacia una cultura de la democracia.