viernes, 22 de junio de 2018

Las vergonzosas escuelas de la capital




Por Yamiri Rodríguez Madrid
Increíble que, en una capital de estado, como Xalapa, niños y jóvenes tengan que estudiar en condiciones deplorables.
Desafortunadamente, este no es un tema nuevo.  A lo largo y ancho de la geografía veracruzana, durante décadas, se han denunciado casos en los cuales maestros y niños tienen que estar varias horas bajo el efecto invernadero de una lona, bajo la copa de un árbol, con baños inservibles, telesecundarias sin luz, entre otras carencias que parecen historias inauditas.
En la pasada administración, Espacios Educativos puso en marcha las aulas temporales, las cuales no son más que carpas, de grandes dimensiones, las cuales después de 6 horas al rayo del sol, con temperaturas como las de Tierra Blanca, Coatzacoalcos, Poza Rica o Veracruz, se convierten en saunas.
Así han seguido operando y, para muestra, muchos botones. Basta con que las autoridades educativas se den una vuelta por Coatepec, Medellín, Filomeno Mata, el Puerto, Xalapa, Córdoba y cualquier otro municipio para constatar cómo trabajan muchas escuelas públicas.
Y las que son de cemento, también tienen muchas deficiencias, no sólo en butacas, pizarrones y equipo de cómputo, sino en temas tan básicos como agua en los baños, lo que hace insalubre la estancia de los estudiantes e indigno por supuesto, para ellos.
So pretexto de que las cuotas “voluntarias” que padres de familia deben pagar por alumno cada inicio de ciclo escolar, son para mantener en buenas condiciones las escuelas, el estado tiene la obligación de tenerlas funcionando, limpias y dignas, más allá de que si los padres cooperan o no.  Además, presupuestalmente, la Secretaría de Educación de Veracruz es una de las dependencias que más recursos reciben por lo que no debería existir pretexto para tener a los estudiantes bajo una carpa o lona estudiando. Pero cuando los hijos y nietos estudian en colegios privados, es difícil saber que muchos otros pequeños intentan salir adelante en estas precariedades.
@YamiriRodríguez

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