Por Yamiri
Rodríguez Madrid
El fin de semana
pasado, Claudia Díaz Tablada fue designada Magistrada Presidenta del Tribunal
Electoral del Estado de Veracruz (TEEV). Se trata de otro espacio más ganado
por una mujer, por capacidad y experiencia.
Es innegable que
este 2019 ha sido un año importante en la lucha por la equidad de género de las
veracruzanas, por tener más espacios en posiciones de toma de decisiones dentro
de la estructura institucional. Ahí están Verónica Hernández Gadians como
encargada de despacho de la Fiscalía General del Estado (FGE), Delia González
Cobos, titular del Órgano de Fiscalización Superior (Orfis) y Sofía Martínez
Huerta como magistrada presidenta del Poder Judicial del Estado de Veracruz (PJEV),
por citar los ejemplos más visibles.
Pero aumentó
también el número de magistradas y, un poco antes, el número de diputadas
locales en la actual legislatura, así como de integrantes del gabinete. También
es cierto que tenemos severos rezagos en otros rubros, como el de garantizar la
seguridad de niñas, jóvenes y mujeres y frenar la violencia feminicida, cuando
somos el primer lugar nacional en este delito y las violaciones y
desapariciones siguen en aumento.
Aún con todo
esto, la llegada de Díaz Tablada a la presidencia del Tribunal Electoral es por
demás significativa, pues no se trata solo de equilibrar la balanza en número,
sino por capacidad, como en este caso, una mujer joven y preparada, con un
doctorado, que ha comprometido la encomienda emprendida –la cual por cierto
culminará en diciembre de 2021- en el respeto a los derechos político-electorales
de los grupos más vulnerables, la paridad y la no violencia política en contra
de las mujeres.
Por eso en su
primer mensaje subrayó que en Veracruz la lucha de las mujeres ha rendido
frutos y cada vez son más las que destacan por estar al frente de instituciones
y dependencias, y esto la alienta a contribuir a servir bien y con altura de
miras a la sociedad, garantizando en todo momento el enfoque de género, por lo
que sus resoluciones deben contribuir a erradicar la violencia política en
contra de las mujeres, a partir del protocolo en la materia y atendiendo los
elementos para determinar los casos en los cuales las conductas afecten su participación
en los procesos electorales.
Un gran paso
que, sin duda, será ejemplo para jalar a más mujeres.
@YamiriRodriguez
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