Yamiri Rodríguez Madrid
Luego de varios meses de polémica por el
delito de ultrajes a la autoridad, finalmente hace apenas unos días comenzaron
a salir libres los primeros presos por ese delito, aunque hay que aclarar que,
de los más de mil casos, no todos quedarán en libertad porque tienen otras
condenas que purgar y porque también hay casos en los que sí tienen que ser
castigados conforme a la magnitud de lo que hicieron.
Entre los que ya vieron la luz están César
Julián Herrera Víquez, el videógrafo costarricense que en agosto del año pasado
fue detenido bajo esta figura en el municipio de Coatepec. Al final no se pudo
probar nada en contra del yerno de Abel Cuevas Melo, pero los 7 meses tras las
rejas nadie se los va a devolver.
Heber Rafael y Antonio Galán Contreras, también
quedaron ya liberados luego de 5 meses en prisión tras oponerse a que
desalojaran su terreno en favor de la cementera de Apazapan; a uno lo mandaron
a encarcelar a Tuxpan, al otro a Pacho Viejo y hoy, después de la prisión,
finalmente los hermanos están en sus hogares.
Ahora les toca a muchos más. Pero mientras eso pasa, este fin de semana,
militantes perredistas se manifestaron ante la Fiscalía del Estado para exigir
la liberación de presos políticos, entre ellos su líder moral y ex secretario
de Gobierno en el bienio yunista, Rogelio Franco Castán.
Sin embargo, como lo han expuesto los
morenistas, hay una diferencia abismal entre presos políticos y políticos
presos. Para entender mejor lo anterior, Amnistía Internacional señala que los “presos
de conciencia” o presos políticos como se les llama aquí, son aquellos que, sin
haber utilizado la violencia ni haber propugnado su uso, son encarceladas o
sometidas a otras restricciones de su libertad a causa de sus creencias, su
origen étnico, sexo, color o idioma y que algunos son personalidades
destacadas, activas y conocidas en la vida política. Muchos son abogados,
políticos, sindicalistas, artistas, que frecuentemente cuestionan a los
gobiernos, Un caso claro es el de Premio Nobel de la Paz, Nelson Mandela.
Ahora bien, es innegable que en Veracruz
hay una cantidad de políticos -ex funcionarios pues-, que están tras las rejas
como la ex comisionada presidenta del Instituto Veracruzano de Acceso a la Información
(IVAI), Yolli García Álvarez; el ex presidente municipal de Tierra Blanca y ex
diputado local, Tito Delfín Cano; Bernardo Segura Molina, ex Subsecretario de
Finanzas y Administración también en el yunismo; la ex diputada federal perredista,
Azucena Rodríguez; Antonio Gómez Pellegrin, ex secretario de Finanzas con Javier
Duarte; al alcalde electo de Lerdo de Tejada, Jorge Fabián Cárdenas,así como el alcalde
suplente, Ángel Vichy, y así una larga lista.
En el caso de la primera, está acusada por
uso indebido del servicio público, abuso de autoridad y coalición; Tito Delfín
es investigado tras las rejas por presunto daño patrimonial; Segura Molina por
uso indebido del servicio público y abuso de autoridad; la perredista por su
presunta participación en un homicidio; al Secretario de Duarte por
incumplimiento de un deber legal, abuso de autoridad y desvió de recursos comprometidos
al servicio público así como el supuesto pago a empresas fachadas, en tanto que
el alcalde electo y el suplente de Lerdo, por el presunto delito de secuestro
agravado. De todos, Rogelio Franco fue
el único detenido por ultrajes, pero el ministerial traía la denuncia de la ex
esposa por supuesta violencia intrafamiliar.
Por eso insisto, es sumamente complejo que
alguno de ellos sea liberado en este gran paquete tras la derogación del
delito, pues inocentes o culpables, sus delitos sean fabricados o reales, son harina
de otro costal y, por ende, seguirán guardados otro largo rato.
@YamiriRodriguez
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