jueves, 30 de octubre de 2014

Sexoservicio en la tercera edad en Xalapa

Por Yamiri Rodríguez Madrid


 


Para quienes son o viven en Xalapa y han caminado por todo el centro de la ciudad no es ajena la imagen de las sexo servidoras de El Árbol: mujeres que rebasan los 50 años y con los labios caídos, pintados de carmín, en tenis porque las varices ya no les permiten permanecer de pie en tacones, ofrecen ratos de placer a cargadores de la periferia.


Una imagen lastimosa sin duda alguna, de una sociedad que no ofrece ya empleos para quienes sobrepasan los 45 y carecen de preparación.  Aunque los cánones dicten que deberían estar en su casa cuidando nietos, estás mujeres, han sacado adelante a sus hijos, y ahora a los hijos de sus hijos, trabajando en los hoteles de paso de la capital del estado, haciéndose incluso un ícono de la cultura urbana.


Justo la semana pasada estuvo, a invitación del Instituto Municipal de las Mujeres de Xalapa, la escritora Amada de la Rosa presentando su libro El Sexoservicio en la Tercera Edad.   En este trabajo, da cuenta de las prostitutas ancianas que trabajan en el Barrio de Tepito desde hace décadas y da cuenta del excelente trabajo de asistencia que realiza la Casa Xochiquetzal, que es la única en el país que aloja a las mujeres dedicadas al oficio más viejo del mundo.


El tema obliga a reflexionar y a actuar y le explicó el porqué.  La actual Ley Relativa a la Prostitución y Profilaxis Social, fue promulgada en 1943, siendo gobernador Jorge Cerdán, sin que en todas estas décadas se la haya hecho reforma alguna.


El ordenamiento señala que “es propósito del Estado, resolver integralmente el problema sexual. Mientras esa solución no sea dada, se aplicarán las disposiciones de la presente Ley”.


En su artículo 23 textualmente dice que las meretrices no podrán ejercer la prostitución si son menores de 18 años, las embarazadas, desde el momento en que se diagnostique el embarazo, las personas que padezcan las siguientes enfermedades: sífilis, blenorragia, chancro blanco, grenuloma venéreo, papilomas de la vulva, enfermedad de Nicolás y Fabre, tuberculosis vulvar, lepra, enfermedades de la piel como sarna, impétigo vulvar, intétrigo diabétides eristrasmas, trocofecia y moluscum contagioso, piorrea avanzada, prolapsus rectal o vaginal, cáncer, tuberculosis abierta y las demás que la Dirección de Salubridad señale., así como las inconscientes, por deficiencia intelectual, a juicio de las autoridades sanitarias.


Pero además, en el artículo 31 menciona que la meretriz que pretenda substraerse al ejercicio de la prostitución, podrá ingresar a cualquier establecimiento de regeneración, de la Asistencia Pública.


No hace ninguna alusión a las personas de la tercera edad además de que es urgente de que algún legislador o legisladora le entre al tema de la actualización pues es imposible erradicar el problema.


Lo cierto es que aunque para muchos pudiera parecer bizarro mantener relaciones sexuales con una mujer de la tercera edad, han permanecido en el centro de la ciudad por más de 40 años, cobrando 150 pesos por servicio más el cuarto en el famoso Hotel Huerta. Si no hubiera clientes, estarían haciendo otra cosa.


@YamiriRodríguez

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