lunes, 8 de diciembre de 2014

El desprecio por la cultura en Xalapa

Por Yamiri Rodríguez Madrid


 


Desde que Américo Zúñiga Martínez asumió la Presidencia Municipal de Xalapa, la cultura se ha visto sumergida, al menos de eso se quejan intelectuales que habitan en esta ciudad capital.


Lejos quedaron los tiempos de la Atenas Veracruzana, en una ciudad cuyas autoridades hacen público su desprecio por la cultura y le explico el porqué.


El Museo Casa de la Ciudad, ubicado en la céntrica calle de Miguel Palacios, fue cerrada al inicio de la administración, con el pretexto de que estudiarían cuál sería su destino final, si un centro cultural u oficinas.   A casi un año de esto, tuvieron la ocurrencia de intervenir el lugar, trabajos que por cierto se pueden fisgonear desde el Parque Juárez, en donde se da cuenta de que las lajas del pasillo central, las antiguas piedras azules traídas desde Xico.


Así, la casona que fuera propiedad del General Ignacio Muñoz Tapia, hijo de una hermana del General Porfirio  Díaz, ahora tiene piedra porosa, de esa que se compra en El Seco, situación que lamenta la Familia Muñoz Pérez que aún sobrevive.


Es una empresa del DF la encargada de realizar los trabajos, aunque el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) no ha dicho absolutamente nada sobre la remoción de las lajas azules.


A propósito, bien valdría la pena también revisar los trabajos que se realizan en el Centro Recreativo Xalapeño, ubicado en el centro de la ciudad, pues tienen meses sin que se vea un avance sustancial.


Y aunque el alcalde quiera alegar que su administración es una fuerte impulsora de la cultura, lo cierto es que el Hay Festival es un evento de talla internacional organizado por el Gobierno del Estado, en tanto que las temporadas de conciertos de la Orquesta Sinfónica de Xalapa (OSX), es trabajo de la Universidad Veracruzana (UV).


Del descontento de los intelectuales xalapeños por el desempeño de la directora del área, Noemí Santa Brito Gómez, ya mejor ni hablar, pues se quedó estancada en los años que vivió en Oaxaca y los festivalitos que organizaba en la Biblioteca Carlos Fuentes.


Lo cierto es que el desprecio por la cultura en Xalapa, por su historia, es ya añejo: en tiempos de Armando Méndez de la Luz, en su idea de modernizar las calles de la ciudad, terminó con muchas calles empedradas; empero todo el material terminó una parte de banquetas fuera de las pastelerías de su esposa, como aún se puede apreciar en las que se ubican en la calle de Xalapeños Ilustres.


Monumentos y fuentes fueron removidas durante décadas y terminaron en casas particulares de vaya usted a saber quién.  Un ejemplo más fresco lo tenemos con los bustos del Parque de Los Berros.  Primero tirados entre el monte, enlodados, al final, el Ayuntamiento que encabeza Zúñiga Martínez ya no supo ni dónde quedó la cabeza de Salvador Díaz Mirón.


De pena ajena…


@YamiriRodriguez

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