Por Yamiri Rodríguez Madrid
Tal pareciera que hoy se pretende extinguir al Colegio de Veracruz. Desde el mes pasado ni académicos ni demás personal de la institución han podido cobrar su salario, mucho menos su aguinaldo. Dejarlo sin dinero es como quitarle el oxígeno, y así cortar de tajo con una oferta educativa más, seria y reconocida.
El Colver nació en el sexenio de Miguel Alemán, en el año 2002, con Francisco Berlín Valenzuela como su primer director. Fue el Doctor quien se encargó de catapultarlo no sólo con una oferta académica interesante, que daba becas al 100 por ciento a sus estudiantes de maestrías y doctorados, sino con cátedras y conferencias magistrales a cargo de figuras de reconocimiento internacional como Ignacio Burgoa Orihuela, o el ex presidente Miguel de la Madrid Hurtado, por citarle un par de ejemplos.
Llegaron después como directores Ignacio González Rebolledo y Jesús López González, hoy embajador de México en Trinidad y Tobago, quienes continuaron aportando al prestigio del Colegio con convenios, publicaciones y una plantilla de docentes de primer nivel inscritos al Sistema Nacional de Investigadores, lo que contribuyó a equipararlo al Colegio de la Frontera Norte. Entre sus docentes están embajadores eméritos; todos con estudios de doctorado en las universidades más prestigiosas de Europa.
Todos los trabajos que desde el Colegio de Veracruz se han realizado, han contribuido en mucho al desarrollo del estado, pues por ejemplo, muchas de la tesis de los egresados de la Maestría en Desarrollo Regional Sustentable y de sus propios investigadores, hoy se aplican para solucionar temas que tienen que ver con el sector cafetalero, la migración, el cuidado de nuestras cuencas y muchos otros más.
Hoy da cabida a una plantilla laboral de 73 familias y 250 estudiantes. La oferta académica del Colver no la tiene ni la Universidad Veracruzana (UV), ni mucho menos la moribunda UPAV: licenciatura de Ciencia Política; maestrías en Desarrollo Regional, Estudios Internacionales, Políticas Públicas, Administración Pública y Derecho Notarial, y doctorados en Ciencia Política, en Desarrollo Regional Sustentable y Gestión Curricular.
El ejecutivo estatal afirma que la nómina es excesiva. El nivel de preparación de los académicos lo amerita aunque como bien lo dice, habría que revisar si existe o no un exceso de plantilla y por dónde se podría meter la tijera.
¿Qué pasará con todos ellos? Ojalá las decisiones políticas no pesen más que la necesidad de más educación en un estado que está en los últimos lugares.
@YamiriRodriguez
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